China está muy intranquila por la escalada del conflicto en la península coreana. "Los generales están muy preocupados", dijo una fuente no identificada, relacionada con altos mandos militares. Ante las amenazas de guerra lanzadas por el joven líder norcoreano Kim-Jong-Un y las fuertes tensiones, se teme que el menor incidente pueda desatar una confrontación armada y se incendie la situación en Corea del Norte.
Objetivo: los reactores.Para este caso existen planes, dijo la fuente a la agencia DPA en Pekín: las fuerzas militares chinas deberían entonces intentar tomar rápidamente el control de las instalaciones nucleares en Corea del Norte para evitar que ocurra algo peor. "Nadie habla del peligro de que en Corea del Norte pueda ocurrir algo como lo sucedido en (la central atómica japonesa de) Fukushima", advirtió recientemente uno de los generales en una conversación confidencial.
Las fuerzas armadas chinas se preparan, según dijo, para enfrentar grandes oleadas de refugiados en la frontera entre Corea del Norte y China. Sin embargo, nada de ello es confirmado oficialmente. Casi constantemente, el gobierno chino se limita a instar a todas las partes a la moderación y a solucionar el conflicto por la vía del diálogo.
"La situación en la península es actualmente delicada y difícil", dijo el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Hong Lei. Y mientras, todos especulan: ¿El líder norcoreano cumplirá con sus amenazas o sólo fanfarronea?
"Es peligroso". "Kim-Jong-Un es peligroso", advirtió por su parte Kim Heung-Kyu, profesor de la Universidad Sungshin en Seúl y experto en relaciones entre China y Corea del Norte en Pekín. "Es joven, inexperto, y tiene la presión de mostrarle a su pueblo que es un gran líder".
El profesor considera que la amenaza de guerra tiene como trasfondo cuestiones de política interior. El nuevo líder debe consolidar su poder en la élite dirigente en Pyongyang, integrada por sólo unos 200 miembros. Al igual que otros expertos, también Kim Heung-Kyu considera improbable un gran ataque contra Estados Unidos con misiles de largo alcance, pero sí cree que puede haber provocaciones militares contra Corea del Sur o las fuerzas militares estadounidenses estacionadas en ese país. "Van a apuntar contra bases militares o centros científicos, lo que causará grandes dificultades", sostiene el experto.
"Esto es diferente". Para especialistas extranjeros, las actuales amenazas casi diarias se diferencian de las que hubo en crisis anteriores. Tienen "una calidad nueva", indicó el parlamentario alemán Manfred Grund, quien visitó recientemente Pyongyang. "Todos dicen que el peligro es grande", resume desde Pekín sobre los diálogos que mantuvo en la capital de Corea del Norte. "Nunca antes había escalado tanto" el conflicto. Y tampoco se había declarado nunca antes la "alerta de defensa" oficial, independientemente de la magnitud de la tensión, señaló.
De sus conversaciones en Pyongyang, el político alemán se llevó la impresión de que la situación "ya no es vista racionalmente" del lado norcoreano. Corea del Norte está irritada con China y Corea del Sur, pero se altera ante todo con Estados Unidos. La versión dominante es: "Estados Unidos incitó a todo el mundo y al Consejo de Seguridad de la ONU", explica Grund, que integra el comité de relaciones exteriores del Bundestag, el Parlamento alemán.
"Van solos por el otro carril"."No ven que están solos en el carril contrario", indicó. Las maniobras militares conjuntas de Estados Unidos y Corea del Sur fueron entendidas como una gran provocación. "Lo que exaspera (a Pyongyang) son los bombarderos estadounidenses B-2". Grund describe a los norcoreanos como víctimas de su propia propaganda. Ellos piensan en "una guerra santa" y creen que Estados Unidos quiere solucionar su crisis económica "a través del desencadenamiento de una nueva Guerra en Corea". "Tienen la sensación de que están frente a una guerra nuclear inminente", indicó el político alemán.
Grund dijo que en Pyongyang se encontró con interlocutores norcoreanos que mantenían una posición totalmente inflexible, también aquellos que en pasado eran algo diferentes. "Están firmemente convencidos de lo que hacen", indicó. "Tengo la sensación de que los norcoreanos no se bajarán de ese nivel de la escalada", estimó el alemán.