El precio que paga el consumidor por alimentos es siete veces mayor al que recibe el producto. Así lo señaló la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (Came) a través de un informe que difunde mensualmente, y que en este caso se actualizó a diciembre. El caso de la pera es el que mayor diferencia presenta.
El Indice de Precios en Origen y Destino (Ipod) que elabora el Departamento de Economías Regionales de Came releva una canasta de 20 alimentos.
La entidad señaló que el Ipod mejoró 3,4% en diciembre, a partir de una leve reducción en la brecha de precios de la naranja.
En este sentido, destacó que es “el segundo mes consecutivo” de mejora aunque advirtió que “la diferencia continúa siendo muy alta para gran parte de los productos analizados. El informe precisó que “frente a noviembre, el Ipod ajó 0,25 puntos, de 7,25 a 7,00, con un descenso de 1,32 puntos si se compara con el máximo de 8,32 puntos alcanzado en octubre pasado”.
Según detalló, de los 20 alimentos agropecuarios que integran la canasta, en nueve la brecha aumentó en diciembre, y en once se redujo.
De acuerdo a la medición, los productos más afectados por las distorsiones de precios en la cadena fueron la pera, que alcanzó una brecha de 19,6 veces, seguida por la acelga (15,6 veces), el arroz (13,4 veces), y la manzana roja (13,1 veces).
En el otro extremo, los productos con menos diferencia fueron: brócoli (2,9 veces), limón (3,11 veces), aceite de oliva (3,4 veces), calabaza (3,8 veces) y mandarina (3,9 veces).
“En diciembre hubo tres productos que mejoraron relativamente sus valores dentro de la cadena, al combinar un aumento en las ganancias del productor con una disminución del importe que pagó el consumidor”, indicó.
El estudio puntualizó que esos productos fueron el brócoli, la lechuga y la naranja.
Distorsiones. La Came explicó que “una de las principales distorsiones es la cadena de intermediarios, que en muchos casos suelen aplicar porcentajes de beneficios excesivos y quedándose con buena parte de la renta del productor”.
El informe también señaló a los elevados costos de logística y fletes como responsables del encarecimiento de los precios.