Leandro Zini tenía 21 años cuando lo asesinaron en la puerta de su casa el 21 de julio de 2011. Por ese hecho, que despertó el malestar y la indignación de los rosarinos nucleados en marchas y reclamos a la Justicia, fue acusado un joven que por entonces era menor de edad y hasta ahora sólo permanció imputado del robo previo al asesinato. Pero en un giro repentino de la causa, ayer tres jueces de la Cámara Penal decidieron atribuirle también el delito de homicidio en ocasión de robo. Fue luego de una audiencia en la cual desde la Fiscalía se pidió ampliar la imputación al joven.
Aquel día de 2011 Zini esperaba junto con su novia un taxi en la puerta de su casa de Mar del Plata 30, en el barrio Industrial, cuando dos adolescentes le arrebataron la cartera a la chica. Leandro intentó defender a la joven y como respuesta recibió un profundo puntazo en el cuello que le quitó la vida casi en el acto. Algunas horas más tarde fue detenido Nicolás Maximiliano V., quien era menor de edad pero hoy tiene 22 años, y al que la jueza de Menores María Dolores Aguirre Guarrochena le atribuyó la autoría del robo. También fue apresado entonces Jonathan Jesús G., quien con sólo 16 años fue considerado por la Justicia como el autor del asesinato.
La decisión de Aguirre Guarrochena fue objetada por la fiscal de Cámaras María Eugenia Iribarren en una audiencia realilzada el 9 de diciembre último. La responsable de la acusación señaló que Jonathan G. reconoció haberle asestado la puñalada mortal a Leandro cuando se resistió al robo de la cartera de su novia, pero discrepó con la figura legal que eligió la jueza de Menores sobre el otro imputado.
Pedido concreto. Ante los jueces de la Cámara Penal Alfredo Ivaldi Artacho, Carina Lurati y Guillermo Llaudet Maza, la fiscal requirió que a Nicolás se le endilgue el delito de homicidio en ocasión de robo, con penas que van de 10 a 25 años de prisión. Señaló que antes de abordar a la pareja "hubo una distribución de tareas", que "no hay discusión respecto de la participación" de los acusados en el hecho, y que además ese día Nicolás admitió haber estado con Jonathan.
Iribarren ponderó que cuando Jonathan lo invitó a dar una vuelta a Nicolás, el muchacho aceptó la incorporación de un elemento (el cuchillo) que "aumentaría los riesgos" y que "fue consintiendo los pasos que iban dando" hasta desembocar en el trágico episodio. "La finalidad o acuerdo de voluntades configura el dolo o dolo eventual", valoró la fiscal y requirió que se debió contemplar "la utilización del arma", por lo cual solicitó que se le atribuya a Nicolás el delito de homicidio en ocasión de robo.
A su vez, la defensora oficial Estrella Galán postuló la confirmación de la resolución de la jueza Aguirre Guarrochena. "Jonathan G. fue el autor de la lesión que le provocó la desgraciada muerte de la víctima", recordó. Y señaló que cuando se produjo el robo su asistido no tenía conocimiento de que el cómplice portaba un cuchillo. "No hubo acuerdo de voluntades", planteó la letrada.
La camarista Carina Lurati recordó que la jueza Aguirre Guarrochena concluyó que los dos jóvenes estuvieron involucrados en el robo. Pero afirmó que "no puede sospecharse de una eventual connivencia entre los discursos de los imputados a raíz de que quedó demostrado que quien mató a Zini fue Jonathan G. y que dicha muerte no estaba incluida dentro del acuerdo de voluntades previo al hecho, sino por el contrario, que dicho acuerdo incluía sólo la finalidad del robo a la pareja".
Testigo especial. También la magistrada señaló que "el homicidio fue decidido al margen del acuerdo de voluntades y ese fatal resultado no se le puede imputar al coautor como consecuencia del principio de culpabilidad".
Lurati recordó los dichos de la novia de Zini, quien declaró que al advertir que Leandro no tenía nada en su poder, los acusados fueron hacia ella para sacarle la cartera, ante lo que Leandro gritó y en ese momento el otro muchacho involucrado lo tomó el cuello y lo apuñaló. "No caben dudas de que se trata de un solo hecho. Que cada autor fuera por una víctima, pero que sólo una de ellas tuviera cosas de valor en su poder fue lo que llevó a ambos a la búsqueda de esos objetos, generando gritos de parte de quien no tenía nada y, como consecuencia de ello, lo agredieron para acallarlo. Es un solo hecho delictivo: un robo del que resultó la muerte a raíz de la violencia. De este modo, si Nicolás V. es autor del robo, es autor del robo seguido de muerte", afirmó la magistrada.