La economista Julia Strada aseguró que el acuerdo alcanzado entre el gobierno y los tenedores de bonos en dólares bajo legislación extranjera es “el mejor acuerdo posible” y permite dar vuelta la página en la primera parte de la reestructuración de la deuda. Opinó que la discusión que viene, con el Fondo Monetario Internacional (FMI), no será sencilla porque el organismo jugará el papel de acreedor y “no será tan duro con sí mismo como lo fue con los privados”.
Directora del Grupo Banco Provincia y doctora en Economía, Strada analizó el acuerdo que alcanzó Guzmán con los acreedores externos para reestructurar deuda por unos u$s 66 mil millones. Opinó que alivia sustancialmente la curva de vencimientos por los próximos cinco años. “A partir de 2025 ya hay vencimientos más fuertes, con lo que se va a poner a prueba la capacidad de la economía argentina de aumentar el PBI y generar más reservas durante este tiempo para afrontar los vencimientos más adelante”.
La importancia del caso argentino como antecedente de futuras reestructuraciones de deuda jugó un papel, en ese sentido. “Este era un partido con muchos espectadores y había una intención de que Argentina no generara un antecedente en el que aparecieran los acreedores como derrotados”, señaló. De hecho, consideró que el ministro Martín Guzmán se “anotó un poroto” al cerrar la negociación con los fondos liderados por BlackRock con un descuento mayor que el obtenido por Ecuador. “Hubo fuertes presiones para que cerrara en la misma línea que ese país, que reconoció 59 dólares por cada cien”, señaló.
Los grupos que reúnen a los principales bonistas tuvieron más éxito en la resistencia contra la aplicación plena de las cláusulas de reasignación de bonos dentro del canje de deuda, una materia que deberá ser definida durante este mes, en el marco de las negociaciones pendientes. “El comunicado oficial del acuerdo aclara que Argentina sólo va a modificar estas cláusulas de reasignación si la comunidad internacional lo hace”, explicó Strada, quien de todos modos estimó que “es muy probable que se terminen modificando y poniendo limitaciones porque están inflexibles los fondos de inversión”.
La renegociación de deuda es importante a la hora de ordenar la macroeconomía, ya que “un default afectaría la estabilidad cambiaria y nadie quiere que la brecha entre el dólar oficial y los paralelos crezca porque eso genera expectativas devaluatorias que se terminan concretando”. Si bien estimó que el mercado cambiario “se tendría que ir relajando”, admitió que la paz más duradera dependerá en definitiva de la negociación con el FMI.
El Fondo jugó fuerte a favor de la Argentina en la negociación con los bonistas privados pero “ahora cambia la situación porque es el acreedor con el que hay que negociar, y ahí probablemente no sea tan duro con él mismo como lo fue con los privados”, dijo la economista en diálogo con el programa radial “La banda cambiaria”.
Aunque no hay garantía de éxito, Strada consideró que la negociación con el FMI tendrá condimentos más políticos que los que tuvo la discusión con los bonistas. “Lo más probable es que tengamos una tensión permanente sobre el grado de autonomía que tendrá Argentina, creo que la discusión girará sobre ese punto”, dijo.
Plazo fijo
Los depósitos a plazo fijo aumentaron 7,4% a precios corrientes en julio con respecto a junio, lo que implicó un aumento de 4,7% a precios constantes, alentados por las tasas de interés positivas, destacó ayer el Banco Central a través de su Informe Monetario Mensual. Además, el BCRA decidió elevar, a partir de agosto, el piso a la tasaue deben pagar las entidades financieras por los depósitos a plazo en pesos por hasta un millón de pesos, desde el 79% al 87% de la tasa de política monetaria.