El Sindicato Unico de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna) ratificó la huelga que mantiene paralizadas a las tres fábricas del sector, luego de que los empresarios no mejoraran la oferta salarial durante la reunión que se realizó ayer en el Ministerio de Trabajo.
Sin acuerdo, la negociación se retomará. En el medio, las plantas productoras de neumáticos están frenadas y la dificultad de abastecimiento provocó que la automotriz Ford suspendiera dos turnos en su planta fabril de Pacheco.
El conflicto salarial del sector del neumático se convirtió en una pulseada testigo de la puja distributiva. En una rama de alta demanda y fuerte suba de precios finales, los trabajadores reclaman una recomposición y mejores condiciones de trabajo. Sin acuerdo, la pelea lleva cinco meses.
En un intento por acercar a las partes, cuando toda la cadena productiva automotriz se empieza tensar, el Ministerio de Trabajo convocó ayer a una reunión conciliatoria. No hubo acuerdo, a pesar de siete horas de conversaciones, y se pasó a un cuarto intermedio hasta el miércoles.
El sindicato ratificó la continuidad de la huelga general luego de más de siete horas de negociaciones. Por el conflicto paralizaron su producción las tres firmas líderes del sector _ Bridgestone, Pirelli y Fate_ mientras que la automotriz Ford Argentina paró dos turnos en la planta de General Pacheco, por la falta de neumáticos para equipar los vehículos.
Fuentes del sector también alertaron que una decisión similar podría adoptar la automotriz Toyota en su planta de Zárate, en el norte bonaerense, donde se fabrican la pick up Hilux y la SUV SW4.
“La medida de fuerza está intacta y, el miércoles, debe haber una respuesta, porque las empresas tienen de rehén al país, pero el conflicto terminará con el triunfo de los trabajadores”, sostuvo Crespo, titular del gremio y militante del Partido Obrero (PO) a la salida de la cartera laboral, y responsabilizó por la situación a las tres compañías.
Las negociaciones fueron acompañadas durante toda la jornada por militantes del Sutna y de otras entidades, quienes respaldaron frente a Trabajo al sindicato.
Antes, Crespo había ratificado los reclamos salariales paritarios y de mejores condiciones laborales para el personal y aseguró que las firmas atraviesan “un momento económico muy favorable”. El secretario de Industria y Desarrollo Productivo, José Ignacio De Mendiguren, había apostado a un acuerdo porque el conflicto “preocupa muchísimo” por su impacto en la cadena de producción y la paralización de terminales de la industria automotriz en general.
Mientras el funcionario aseveró que el personal del sector percibe “muy buenos salarios promedio y cláusulas de participación de los trabajadores en las utilidades de la compañía”, Crespo reseñó que el reclamo comenzó hace más de cuatro meses y se profundizó de forma gradual luego de 22 audiencias infructuosas.
El dirigente explicó que el último ofrecimiento patronal fue una mejora del 38%, aunque señaló que la proyección inflacionaria ronda los 100 puntos, por lo que “el gremio convocó a un paro por tiempo indeterminado”. Y advirtió que “si llegan intentar romper e imponer de manera unilateral la paritaria se tiene que levantar todo el movimiento obrero; vamos a defender con uñas y dientes y con la fuerza del trabajador del neumático hasta el final”.
“No puede haber una empresa nacional (Fate), también dueña de Aluar, y dos multinacionales que vienen a tratar de romper la negociación colectiva; queremos volver a trabajar pero con un sueldo digno”, clamó Crespo.
El director ejecutivo de Fate, Javier Madanes Quintanilla, eligió el camino del macartismo. Denunció que detrás del conflicto gremial hay “intereses políticos”, que estarían vinculados “al Partido Obrero”, a cuyo partido pertenece el secretario general del gremio. La referencia a la filiación política parece caber para ciertos sindicatos y no para las entidades patronales.
El empresario de Fate informó que “si el Sutna hubiera aceptado las propuestas que se realizaron en los últimos cinco meses, hoy un operario estaría percibiendo una remuneración mensual de $ 400.000 brutos, más del doble del salario vigente”. El gremio, en cambio, señala que la mayoría de los sueldos no supera los $ 150 mil, en un sector que aplicó aumentos siderales en el producto final.
El gremio denunció que la patronal procura “imponer de hecho el cierre de la paritaria 2021/22, desconocer totalmente los reclamos de los trabajadores”.