El economista Carlos Rodríguez lanzó duras críticas por la opacidad informática del Banco Central de la República Argentina (BCRA) respecto del envío de lingotes de oro al exterior. Según admitió la propia autoridad monetaria al responder un informe de la Auditoría General de la Nación (AGN), ni siquiera existirían contratos que respalden esas operaciones.
“Esto es simplemente insólito”, escribió Rodríguez en su cuenta de X. Para el economista, la falta de documentación formal abre interrogantes profundos sobre el manejo de los activos de la autoridad monetaria. “Puede estar de garantía de un préstamo de divisas que ya se gastaron, el público tiene que conocer la ubicación de todos los activos del BCRA, y también sus pasivos”, advirtió.
Rodríguez, un economista cercano a Javier Milei hasta que se distanciaron en simultáneo con la asunción del nuevo gobierno, apuntó de manera directa contra el presidente del BCRA: “Santiago Bausili no tendrá contratos auditables sobre la ubicación del oro pero supongo que sabe dónde está y se resiste a decirlo, le da vueltas a la cosa y no larga prenda”.
La búsqueda del tesoro
Las declaraciones reflejan el creciente malestar de un sector de economistas y especialistas ante la falta de información pública sobre activos que forman parte de las reservas internacionales. Según datos citados por la AGN, los envíos involucrarían lingotes equivalentes a u$s 4.981 millones, un volumen significativo en un contexto de extrema fragilidad del balance del Banco Central.
Rodríguez puso el foco en el conjunto de las reservas: “Además de preguntar dónde está el oro de las reservas, sería bueno saber dónde están los billetes dólar de los encajes de los depósitos de la gente, y la serie semanal de RIN de acuerdo a la metodología del FMI”, sostuvo.
Fallo judicial
El lunes, la Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal revocó un fallo de primera instancia y ordenara al Central entregar la información pública vinculada al envío del oro. En paralelo, la AGN quedó formalmente habilitada para avanzar con acciones legales por entorpecimiento de la auditoría, tras la reciente jura de nuevos auditores.
Mientras el BCRA sostiene argumentos de confidencialidad, desde la AGN remarcan que la falta de acceso a documentación —y la imposibilidad de copiar, fotografiar o respaldar evidencia— hace técnicamente inviable cualquier auditoría seria, incluso tratándose de información sensible, como ocurrió en otros antecedentes.
La intervención pública de Carlos Rodríguez reavivó un debate que excede lo técnico y se instala en el plano institucional: el derecho de la sociedad a conocer con precisión la composición, ubicación y uso de los activos del Banco Central.
En un escenario de ajuste, escasez de divisas y negociación permanente con organismos internacionales, la opacidad sobre el destino del oro -uno de los activos más tradicionales de respaldo- se convirtió en un nuevo foco de tensión política y económica. La reacción de Rodríguez, lejos de ser aislada, expone una inquietud que empieza a ganar volumen y que promete seguir escalando en la agenda pública.