Hay una técnica generalizada muy buena, utilizada incluso por clientes que buscan no pagar una deuda: cuando el cobrador insiste yendo a cobrarles adoptan la actitud de hacerse los ofendidos diciendo: "Ahora sí que no pagaré la deuda, porque si bien era toda mi intención pagarla, sucede que se me ha ofendido con esta actitud de venir así continuamente a golpearme la puerta". Hace tiempo, vivía en un barrio y una modista adoptó esta actitud para no abonarle su deuda a la señora dueña de una pequeña mercería. Ahora veo esta misma técnica aplicada por nuestro actual gobierno. En realidad, buscan hacer caso omiso a las protestas y están compelidos a seguir cobrando cada vez impuestos mayores. Por eso el gobierno adoptó esta actitud de sentirse muy dolido y ofendido, cancelando todo diálogo con los ruralistas. Si pudiéramos volver antes del fatídico 11 de marzo, en que abruptamente entró el país en esta pendiente que nos lleva al abismo. Porque fue esa la fecha en que se quiso exprimir autoritariamente al pueblo rural trabajador y de aquella bonanza hemos pasado a esta situación de nervios crispados. Ahora, según el refrán popular, tenemos "la cancha embarrada" y el gobierno dice que nadie le dirá lo que tiene que hacer y que ellos solos aislados en el poder estudiarán las medidas que se tomarán. Dios nos ampare.