En los últimos días he leído tres cartas de lectores de diferentes zonas sobre el mismo problema: los ruidos molestos provocados por los boliches. Para apoyarlas y confirmar que la falta de control municipal y la impunidad de las que gozan estos negocios es en toda la ciudad, agrego la zona donde vivo: Tucumán y San Martín. A pesar de las notas presentadas desde hace años y las diferentes reuniones mantenidas con los distintos funcionarios municipales, nada hemos conseguido. Nadie hace absolutamente nada. Teníamos muchas promesas del "nuevo" director de Inspección, Luis Baita, pero todo sigue igual o peor: la GUM no existe a pesar de que nos dijeron que los llamáramos. La paciencia que siempre nos piden ya se agotó, al igual que el sedante que tenemos que tomar para poder dormir algo. Estamos cansados de que nos tomen el pelo con promesas que jamás se cumplen y de que sea la Municipalidad la que también incumple las normas al hacer recitales en los galpones del CEC, que no están preparados para ello y que nadie controla. Señores funcionarios: tomen de una vez por toda la decisión política de terminar con este problema; no sigan haciendo promesas que no van a cumplir. Los vecinos tenemos derecho a descansar; no nos sigan aumentando los impuestos con la excusa de que vivimos en una zona "privilegiada". Los únicos que tienen privilegios e impunidad son los boliches y el CEC.