Señora presidenta de la Nación: con todo respeto, me hubiera gustado poder hablar con usted personalmente todas estas cosas que me inquietan porque así podría yo también escuchar lo que tiene para decirme al respecto. Pero en mi condición de simple ciudadana no me es posible y sólo puedo hacerlo por este medio. En primer lugar, me sorprende cada vez que la escucho anteponer su condición de mujer cuando se encuentra con alguna dificultad en la conducción de su mandato. Siempre he pensado que nosotras, las mujeres, en nuestro andar por la vida, logramos el respeto, la consideración y hasta le diría que logramos ir cambiando algunas ideas ancestrales que tiene el mundo respecto a nuestro género. Usted tiene la inteligencia para lograrlo. También me sorprende ver que en su entorno se escuche cada vez más seguido que este es el gobierno que eligió nuestro pueblo y que quien piense algo en contrario tiene que "soportar" estos años hasta que se realicen los próximos comicios y pueda hacer otra elección. Yo siempre pensé que un gobierno democrático es justamente el que tiene la posibilidad de estar abierto a las preocupaciones de sus gobernados y salirles al encuentro con soluciones sostenidas en el tiempo. Me sorprende, además, escuchar sus discursos, los cuales sigo atentamente, donde me parece que se habla de la realidad de un país que no se condice con el presente que hoy vivimos. Me temo que alguien a su alrededor le esté "imprimiendo los diarios" para hacerle creer datos que quienes estamos acá abajo sabemos que no son verídicos. Me sorprende también que se esté concentrando toda la atención de los argentinos en un problema en particular mientras que hay otras situaciones gravísimas que estamos padeciendo, como la inflación, la desocupación, el asistencialismo (que quita la dignidad de las personas), etcétera y seguimos anestesiados ante estos flagelos. No me sorprende que usted no haga todo lo que le pide la gente del campo, pero sí me sorprende que no se siente a dialogar, a escuchar, a cambiar ideas hasta llegar a un consenso que beneficie a todo el país.