Decir Larrauri es decir frigorífico, es decir Granadero Baigorria y es decir, sobre todo, automovilismo. Desde los tiempos de Oscar Rubén, que llegó nada menos que a la Fórmula Uno, a los de Leonel, renombrado piloto argentino que arañó la posibilidad de su título grande en el Turismo Nacional, en el campeonato que acaba de terminar en Rosario. Pero así como es un apellido ligado como carne y uña a las pistas, es muy difícil asociarlo al rally. Pero el sobrino del Poppy lo hará posible. Si bien ya descubrió el gusto de desafiar a los caminos y los imprevistos, recién ahora, con su primera participación en el Dakar, que traspasará esa frontera de las etiquetas. Correrá, eso sí, en cuatro ruedas, pero en la categoría UTV de hasta 1050 centímetros cúbicos que antes participaban dentro de los autos. Con el 362 del equipo alemán South Racing, saldrá a desafiar las desconocidas rutas de Perú, luego las de Bolivia y finalmente las de Argentina.