Son época de rescates y desentierros. A lo largo de la historia cientos de mujeres fueron invisibilizadas y fustigadas por la incomprensión de sus ideas. Tal fue el caso de la escritora inglesa Mary Wollstonecraft. Para salir al cruce de este rescate llega “Mary para Mary”, el unipersonal dramático en el que Eleonora Wexler pone el cuerpo para reivindicar a esta pionera del feminismo, en una obra atravesada por la emoción y la poesía. La cita es este sábado, a las 21, en el teatro La Comedia, de Mitre 958.
La obra escrita por la dramaturga española Paloma Pedrero y dirigida por Marcelo Moncarz, arroja luz sobre las ideas de Mary Wollstonecraft, quien desarrolló su obra literaria a fines del siglo XVIII. Considerada una de las primeras mujeres en proclamar la igualdad de género, tanto sus escritos como su propia vida personal fueron fuente de controversia. Tuvo una primera hija extramatrimonial, luego llegó a su vida William Godwin, su gran a amor y pensador anarquista con quien tuvo a su segunda hija, Mary, quien será en su juventud la autora de Frankestein. Wollstonecraft murió de fiebre puerperal a diez días de dar a luz. Pedrero se inspiró en estos últimos momentos en los que la escritora luchó por culminar sus obras y dejarle un legado de libertad a su pequeña recién nacida.
En la piel de esta mujer que dijo e hizo todo lo que no se esperaba de ella se pone Eleonora Wexler. Una actriz todo terreno, que en diálogo con Escenario cuenta sobre la emoción y el compromiso que siente por interpretar a una pensadora de la talla de Wollstonecraft. En una charla emotiva, Wexler celebra las revanchas de la historia, destaca las emociones que suscita la obra en el público y habla de la importancia de los legados de libertad e igualdad dejados a las generaciones futuras.
—En lo últimos tiempos se han desenterrado a grandes mujeres que fueron invisibilizadas en la historia. ¿Esta obras viene a tomarse ese trabajo?
—Absolutamente, porque estas mujeres no solo fueron invisibilizadas sino también criticadas y machacadas. Cuando su marido sacó a la luz sus libros, sus reivindicaciones y todo lo que ella pregonada, Mary fue sumamente castigada por sus ideas. Su historia es la historia de una mujer sumamente castigada. Esta obra tiene que ver con tomarse este trabajo de reivindicarla en su búsqueda por el derecho a la igualdad, a la educación y a la libertad de todos los seres humanos. En su discurso prevalece la educación, dice que la mente y la razón sensible están por encima de todo. Ella habla de cosas que son absolutamente vigentes hoy en día, y lo hace con una claridad, con un mensaje tan positivo y esperanzador, que es lo que a mí también me alucina.
—Reivindicar a una pionera del feminismo, ¿implica un plus de compromiso para vos?
—Ese mismo hecho es lo que me dio muchas ganas de hacer esta obra. Que una mujer del 1790 ya esté hablando de cuestiones tan vigentes es increíble. Para que te des una idea, Mary habla mucho de la amistad hacia su pareja, a quien ama profundamente y con quien tuvo a nada más y nada menos que a Mary, quien sería luego la escritora Mary Shelley. l era su segunda pareja, ellos vivían en casas separadas, una al lado de la otra. Vos imaginate que en ese momento era impensado. Ella dice que el amor, ese de las mariposas en el estómago, es por su naturaleza breve, que hay que amar en la amistad que es el sentimiento más sublime. Y que para que una relación funcione hay que ser más amigos que amantes. Yo coincido plenamente con eso, y es también un legado que quiero dejarle a mi hija.
—Más allá de las distancias epocales, no puedo dejar de ver analogías entre este protagónico y el papel que interpretaste en la película “Yo nena, yo princesa”. Hay dos mujeres que luchan por los derechos de sus hijas.
—Sí, estoy absolutamente de acuerdo. Me pasó todo el año pasado y evidentemente estoy alineada con eso, porque todas las historias que me tocaron contar tienen que ver con este vínculo, donde está muy presente la defensa de derechos. En el caso de “Yo nena, yo princesa” está esta madre que supo escuchar a su hija; en esta obra, Mary le deja un legado a su hijita de 10 días, y la película que voy a estrenar en octubre, está basada en un hecho real y cuenta la historia de un juez abusador. Un hombre que abusaba de las compañeritas de su hija, que pudo ver esto cuando tuvo 40 años, y fue la primera que denunció a su propio padre. Está todo un poco relacionado con lo mismo, con ese compromiso social más fuerte desde lo vincular.
—Cuando te dieron el libro de “Mary para Mary”, ¿qué fue lo que te condujo a aceptar este protagónico?
—Justamente el visibilizar a estas mujeres que hablan de algo que yo tengo ganas de contar. Hay algo que tiene que ver con lo que yo quiero transmitir, y darle vos a esa mujer que desde 1790 y pico ya hablaba de todo esto. Es un legado que de alguna manera también quiero dejarle a mi hija.
—¿Qué emociones percibís del público cuando termina la función?
—El público se retira con muchas preguntas e inquietudes. También hay mucha emocionalidad porque a la gente la historia le pega de distintas maneras, por el mensaje de libertad, por la idea del amor que transmite, también por el lado de la maternidad y el legado que esta mujer le quiere dejar a su hija. A todos les llegan distintas cosas y de distinta manera.
—Y también me imagino que debe ser un hallazgo para muchos, que llegan a la historia de una mujer que desconocen.
—Sí, eso pasa muchísimo, hay personas que han venido al teatro a ver la obra nuevamente, y hay quienes me han dicho «salí del teatro y me puse a investigar sobre su vida y sus obras». Eso es alucinante.
—Como actriz, ¿hay algún tipo de temática a la que le dirías que no?
—No, para nada, como actriz estoy dispuesta a todas las temáticas y papeles. Ese es el juego, ponerle el cuerpo a cada personaje es siempre un desafío y yo estoy dispuesta a subirme en cada viaje.
—¿Por dónde vas a girar con esta obra, y qué proyectos tenés?
—Por lo pronto llegamos a Rosario, un lugar donde siempre me gusta llegar. Ya habíamos pasado por La Comedia y la experiencia fue hermosa, así que estoy contenta de volver. Más adelante llevaremos la obra a Uruguay, pero aún no tenemos fecha. Son varios los proyectos que tengo hasta fin de año que me entusiasman mucho. Ahora me estoy yendo a Puerto Madryn a hacer una serie para plataforma, con gente local y con un carácter muy federal. Se trata de una serie distópica. Luego voy a hacer un capítulo para una serie que dirige Marcos Carnevale para la plataforma Star +, tiene un elenco rotativo y el protagonista es Martín Bossi. Voy a hacer junto a Luciano Castro un programa para la TV Pública que se llama “220”, también con un elenco rotativo. Y además voy a hacer una película que dirige Alejandro Agresti.