Amy Adams, la estrella de Hollywood que brilló en películas como "Escándalo americano" y "The Master", volvió a las carteleras con "La llegada", el elogiado filme del canadiense Denis Villeneuve que se estrenó ayer en Rosario. "La llegada" tiene dos nominaciones para la próxima entrega de los Globos de Oro, y una de ellas es justamente para Adams como mejor actriz protagónica. En esa terna se medirá con grandes competidoras como Natalie Portman (por "Jackie"), Jessica Chastain (por "Miss Sloane") e Isabelle Huppert (por "Elle").
En "La llegada" —donde comparte elenco con Jeremy Renner y Forest Whitaker— Adams compone a la lingüista Louise Banks, que toma parte de una misión militar estadounidense. Tiene a su cargo ponerse en contacto con ocho naves extraterrestres que se estacionaron en distintos lugares del planeta, para saber qué objetivo persiguen con esta llegada, en una situación de máxima tensión y cuando podría desencadenarse un ataque masivo contra los extraterrestres.
Los alienígenas utilizan un idioma incomprensible para los humanos. La misión de Banks (Adams) es descifrar el significado de este lenguaje, que le abrirá a su vez las puertas a otras dimensiones intelectuales y maneras de entender el mundo y el tiempo, y la pondrán en contacto con una dura historia personal en relación con el duelo de una hija fallecida.
"Ella era una madre en duelo, y por tanto yo tenía que crear un personaje con una profundidad fuerte, pero que operara desde otro lugar", cuenta la actriz en relación con el personaje de la película. "Pasé mucho tiempo tratando de ver cómo originar todo esto para que se pudiera sentir real interpretando la parte del duelo, pero teniendo en cuenta también la intensidad de la situación, la conmoción mundial que podía derivarse de una decisión mal tomada en el contacto con los aliens. El desafío que me propuse fue hacer esto lejos de una interpretación taquillera, buscando, por el contrario, que la trama avanzara haciendo una interpretación mínima", explicó.
—¿Cómo te acercarse a esa situación de duelo tan dolorosa?
—Creo que todos tenemos lo necesario para imaginarnos cómo sería perder un hijo, y también eso es parte de mi trabajo como actriz, aun cuando, obviamente, no podemos comparar esta sensibilidad con las vivencias verdaderas de alguien que ha experimentado en la realidad una situación tan dolorosa. Para mí, como actriz, se trata de llegar a una respuesta empática en relación con una situación escrita para que yo interprete y creo que es la perspectiva desde la que un actor se debe mover.
—El hecho de ser madre, ¿te ayudó a entender el papel con más profundidad?
—Sí, absolutamente. Me he interesado en diferentes papeles desde que tuve a mi hija, y ahora que es más grande y puede verme también. De hecho, el tiempo pasa, y mientras me vuelvo más grande, miro al mundo de un modo diferente. Tener una hija me fuerza a mirar todo desde una perspectiva distinta y me inclino a buscar un sentido más grande, más amplio, pensando qué dejo para ella.
—Hay toda una discusión en Hollywood sobre la ausencia de papeles principales para mujeres, de hecho Todd Haynes habló en su momento sobre las dificultades que tuvo para financiar "Carol" porque era una película sobre mujeres...
—Bueno, por suerte acá teníamos aliens y creo que eso ayuda (risas). Hablando en serio, teníamos un guión increíble y eso facilitó las cosas. Tener una protagonista femenina fue sólo una parte de la cuestión, aunque Denis (Villeneuve) siempre tuvo en claro que el foco de la película era la historia de Louise, y a pesar de la trama política o del contenido lingüístico y científico, nunca se olvidó de que, en definitiva, se trataba de una historia muy íntima.
—Sí, el foco está en los aliens, en la situación mundial, pero también en el mundo íntimo de ella, todo al mismo tiempo.
—Ella está todo el tiempo lidiando con la necesidad de encontrarse con una emotividad íntima, en su relación con los extraterrestres ella queda impactada por eso. Pensá que está en una interacción de la que puede depender el destino de la humanidad pero, al mismo tiempo, en esa relación a ella se le abre un universo emocional desconocido, un viaje que va a sus sentimientos más fuertes. Digamos que las dos cosas se dan juntas y no pueden despegarse, ahí está el poder de la historia.
—¿Pensás que es una película sobre aliens?
—No estrictamente. Creo que la película no está limitada a la cuestión de los aliens, sino que plantea un cierto clima político y discute también la cuestión del tiempo y el modo de la toma de decisiones, que son temas que siguen abiertos y no están para nada resueltos en términos de la política mundial concreta.
—¿La película apuesta por un mensaje sobre la fe en la comunicación y la necesidad de establecer lazos?
—Sí, absolutamente. Y es más que la comunicación, porque el único modo de entablar una comunicación real es desarrollando relaciones. Si no conocés a la gente, si no entendés el contexto, es imposible. Es como dice Louise, que necesita saber el contexto en el que escriben, necesita ver cómo escriben, en qué circunstancias, cómo se relacionan entre ellos para comprender el lenguaje de los aliens. Hay muchas partes involucradas en la comprensión, y el lenguaje es sólo una de ellas. Entenderse, empatizando con el otro y poniéndose en su lugar, es un concepto complejo y lleva mucho tiempo y mucha paciencia. Y realmente no creo que sea el modo en que se toman las decisiones en el mundo.
—¿Cómo resulta el trabajo con directores que están fuera del sistema de Hollywood, como el caso de Denis, qué implicancias tiene para vos como actriz?
—Es una perspectiva diferente. No puedo decir que sea más o menos valiosa, no lo sé. Lo que sí es cierto es que si estoy en un gran estudio siento que hay más gente a la que complacer, mientras que en uno independiente sólo debes complacer al director. Es como cuando trabajás en algún proyecto con muchos fans, como con "Superman": ahí siento que tengo que complacer aún más, porque hay mucha expectativa. En "La llegada", por el contrario, trabajamos en un set mucho más íntimo, tranquilo y placentero.
—¿Estás preparada para encontrarte con aliens?
—No (risas). No estoy preparada, estoy bien así. Me gusta mirar el cielo nocturno, tener preguntas y saber que no estamos destinados a tener todas las respuestas.