Mateo Sujatovich nace en enero de 1991 en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina. Nieto de Pichona Sujatovich, quien fuera docente de piano de luminarias como Charly García, Pedro Aznar, Celeste Carballo y Zorrito Von Quintiero; e hijo de Leo Sujatovich, reconocido músico argentino que acompañó a Spinetta y Fito Paéz, por ejemplo. Con su familia vivió un tiempo en España, y en su retorno a Argentina, tenía claro que su vida iba a estar dedicada a la música.
Como guitarrista, trabajó con Lito Vitale, Marcela Morelo y el proyecto solista de Juanse, “pero también en bandas de fiestas”. Y luego de un amplio recorrido que incluye una banda con amigos, y varias producciones a otros artistas, llega el momento en que compuso primero una canción, después un disco, y nació Conociendo a Rusia, su proyecto personal.
Primero con el disco homónimo, y luego con el sensacional “Cabildo y Juramento” rápidamente captó el interés de muchísimo público y fue comparado con los grandes constructores de rock y pop argentino. En su primera vista a Rosario convocó a más de mil personas. Esta noche, se espera un anfiteatro colmado de almas que lo esperan con ansiedad.
Conociendo Rusia - La Dirección (Full álbum)
—¿Tu abuela fue maestra de piano de Charly García?
—Lo fue más o menos a los 30 años de Charly, en la época de “Desarma y sangra”, cuando componía canciones muy pianísticas. Era un Charly ya consagrado, mega popular, cuando después de Sui Generis y La Máquina, decide volver a tomar clases de piano, y por alguna razón cae con mi abuela. Ella daba clases particulares. Y yo fui un nieto muy querido, la verdad que era muy linda persona, muy cariñosa. A todos los nietos nos dio clase de piano, algunos siguieron mucho tiempo, pero lo mío fue un ratito, no prosperó mucho la enseñanza, pero recuerdo con mucho cariño todo eso.
—¿Cuándo supiste que ibas a ser músico?
—Creo que me cae la ficha cuando en mi adolescencia, a los 15 años, empiezo a tocar la guitarra. Después de la primera clase, empecé a respirar distinto, mis intereses cambiaron 100%, me transformé en una persona que escuchaba música las 24h, y sacaba canciones, y buscaba acordes nuevos. Y ahí la música se me metió muy adentro en un lugar muy activo. Fue cuando estudié con Claudio Gabis viviendo en España. Luego de un año me volví a Argentina con una guitarra y con ganas de ser guitarrista. Hasta ese momento yo era más del futbol, la veía por ahí, sentía que mi vida se iba a desarrollar más sobre el deporte. Me gustaba mucho y tenía habilidades, llegué a entrenar un año en el Real Madrid, pero realmente cambió abruptamente.
—¿En algún momento proyectaste que ibas a despertar el interés de un público masivo?
—La verdad que no, mi historia como música empieza por otro lado, focalizándome mucho en ser guitarrista y no en tener un proyecto solista. De hecho, teníamos una banda con amigos y yo era el violero, pero no cantaba, y fui violero de un montón de gente durante bastante tiempo. Me dedicaba más a eso, o pensaba en producir. No producía ni cantaba. Fue inesperado que un día me pusiera a escribir y a grabar un disco con mis canciones porque no era algo que yo hacía, lo deseaba mucho, pero no era parte de mí. Y la respuesta del primer disco es realmente una respuesta genuina de la gente, yo lanzo ese material independiente y por YouTube. Y a los pocos días me doy cuenta que tiene cabida, y a los dos, tres meses, lo presentó y lo lleno. Todo para mí era una sorpresa. No tenía nada que perder, me sentía “grande” con mis 27 años, que estaba sacando por primera vez un disco y dándome un poco por perdido, porque a veces uno piensa que, si no empieza su carrera a los 20, ya estás grande. Entonces me mandé, y estaba muy orgulloso y tranquilo con esa música.
—Una explicación de la buena recepción del disco puede ser que ya tenías mucha experiencia. Por otro lado, también te escucha mucha gente joven, de 15 años o menos.
—Totalmente, yo ya había grabado y producido para otra gente, tenía bastante personalidad con la guitarra, y al haber nacido en una familia de músicos y que mi viejo tuviera un estudio, yo ya sabía las dinámicas de una grabación. En ese aspecto, llegué a grabar mi primer disco con bastante formación. Y respecto al público joven, la verdad que me sorprendió y a la vez, creo que si te relacionan con todos esos artistas tan importantes, alguien te va a escuchar. Son artistas importantes y requeterecontra escuchados. A Charly, Spinetta y Fito yo los re escucho. Y se los escucha un montón. Entonces, si hay alguien de esta nueva generación que remita a esos artistas, alguna cabida va a tener.
—”Cabildo y Juramento” fue y es un disco muy escuchado, pero salió a fines del 2019, y cuando había que presentarlo llegó la pandemia. ¿Cómo te afectó eso?
—La cagada es que no pude salir a tocarlo un montón. Es un disco al que le fue bien, que es muy querido y que siempre va a ser muy importante para mi historia como músico. Por otro lado, la gente estaba súper encerrada y se la pasó escuchando música y se la pasó escuchando “Cabildo y Juramento”. Entonces, apenas empecé a volver a tocar y a ir a lugares a los que no había ido, me estaba esperando un montón de gente. Fui a Mendoza hace poco y toqué para más de mil personas. Fui a Rosario, fueron más de mil personas... lo mismo en Santa Fe, lo mismo me pasó en una gira a la que fui por Cipoletti, San Luis, Villa María... hicimos 10 ciudades y muchas de ellas yo no había ido nunca. Y eso tiene que ver con “Cabildo y Juramento”, que se lo escuchó mucho. Mi música no frenó por la pandemia. Lo que sí se frenó es que no salí a tocar, tuve que quedarme en casa al igual que todos.
—Teniendo como parámento lo tanguera que es la canción “Cabildo y Juramento”, ¿cómo es tu relación con el tango?
—El tango a mí me encanta... tengo un vínculo de mucho amor. No practico mucho la escucha con el tango, pero tengo mis épocas, a veces me la paso escuchando. Es muy importante en mi familia: a mi vieja le gusta mucho, a mi abuelo también ... mi viejo hizo un par de discos de tango. Y yo de a poco fui encontrándome también en el tango. Y “Cabildo y Juramento “es un tangazo: cuando lo empecé a componer, yo me di cuenta de que estaba haciendo un tango moderno, digamos.
—¿Tenés los pies sobre la tierra o se te mueve todo cuando pensás en la gran respuesta que tenés de la gente?
—Creo que las dos. Son momentos. A veces parece que estoy bastante con los pies sobre la tierra y hay veces que es difícil, porque van pasando cosas muy lindas, es ir acostumbrándose e ir descubriendo este nuevo modo de vida. Este año, probablemente me pase más de tres meses fuera de mi casa y eso no es muy normal para mí. Entonces tengo que ir viendo de qué se trata y ver cómo soy yo en este nuevo formato de vida.