Gustavo Yankelevich contó sobre una experiencia espiritual vivida durante un viaje y cómo le recordó a su hija Romina Yan, quien falleció hace 13 años a causa de una aneurisma. El reconocido productor de televisión y teatro contó una anécdota que lo ayudó a superar un mal momento a través de una misteriosa mujer que se cruzó en Italia.
Más de una década después de su muerte, Yankelevich compartió la experiencia que lo ayudó a sanar la pérdida de su hija: “Una mañana me levanté en Florencia (Italia), me levanté mal. Me apareció otra vez el agujero negro y decía: ‘No lo voy a poder soportar’”, comenzó su relato.
“Yo viajo siempre con una foto de Ro, siempre le hablo como le hablo ahora, en presente, porque Ro está acá. Y le dije: ‘Ayudame en esta porque no salgo. Sacame de esta’. Dije eso y me fui a la estación de tren con mi mujer, con Rosella. Estábamos esperando que anunciaran nuestro viaje”, continuó el productor durante una entrevista para El Observador 107.9 que conduce Luis Majul.
Mientras esperaba un tren con destino a Milán, Yankelevich decidió no acompañar a su mujer a tomar un café y se quedó parado en medio de la multitud mientras aguardaba por la llegada del transporte. Después de eso, aseguró que una mujer se le acercó entre las casi tres mil personas y detalló: “Bajo la vista y veo a una mujer muy luminosa que se me acerca y me dice: ‘¿Le puedo dar un beso?’. Le dije que sí claro y nos abrazamos, y en eso le dijo: ‘Yo no la conozco, ¿usted es de acá?’. Y me dice: ‘No, estoy de paso. Si tiene un minuto le quiero contar algo’”, relató.
Esa misma mujer desconocida le contó que junto a su familia veía Jugate Conmigo, el famoso programa televisivo de los 90. Ella tenía dos hijas y había decidido no tener más, pero quedó embarazada. “Cuando me entero, le pregunté a mis hijas qué nombre le quieren poner. Y las dos dijeron: Romina, por Romina Yan”, replicó el productor sobre los dichos de la mujer, a lo que le respondió: “¿Vos tenés una hija que se llama Romina por mi hija?”. Tras la respuesta afirmativa, le dio un beso y se fue.
“Nunca supe hasta el día de hoy quién era. Por supuesto me puse a llorar, llegó mi mujer, me preguntó qué me pasaba. Lloraba de felicidad, me sacó del agujero negro en menos de dos horas que le había hablado y le había pedido (a Romina Yan), porque me dio una felicidad lo que acaba de pasar y yo sabía que era ella porque se lo pedí y lo tuve”, concluyó con gran emoción.
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La actriz de Chiquititas falleció el 28 de septiembre de 2010. Sobre este duro momento que debió atravesar, el productor dijo que tardó un año en tener una vida normal y que emprendió un viaje espiritual para sanar su dolor. “Desde que falleció Romina, la única manera de entender el dolor era abriendo la cabeza, iniciar una búsqueda. Me ayudó a mí a encontrar la paz”, detalló.
“Mi dolor estaba en el medio del pecho, un poquito más abajo. Fue muy difícil a pesar de que me di cuenta de que no había perdido a Romina al poco tiempo, pero el dolor estaba, extrañarla estaba. Me costaba creer que no iba a compartir más físicamente con ella”, explicó.
El productor manifestó su sensación de que ese encuentro fue con la presencia de un ángel: “El ángel, en lo que yo sé, puede entrar en el cuerpo humano para ayudar”. Yankelevich cerró su anécdota con una reflexión: “El alma no muere nunca. El alma que vino a este cuerpo ya tuvo otra vida y pasa nuevamente al lugar de donde vino que es al otro plano, a otro estado. Y yo creo mucho en eso”.