La cuarta edición del Festival Bandera traía sobre sus espaldas las exitosas ediciones anteriores y el cambio de locación. Además del desafío de repetir una propuesta interesante desde lo artístico, el espacio físico que alberga al público en el predio ferial de la ex Rural tenía que estar a la altura del ya acostumbrado hipódromo del parque Independencia, y las expectativas se cumplieron.
Se estima que más de 20 mil personas asistieron este sábado a la cuarta edición del Festival Bandera, que tendrá como espectáculos centrales a Las Pastillas del Abuelo, No te va Gustar, El Cuarteto de Nos y Julieta Venegas. La fiesta que continuó con locales Los Peñaloza y el Dj Franco Cinelli, entrando el día domingo.
A juzgar por lo que se vivió desde las 16 de este sábado, cuando abrieron puertas hasta el anochecer, ambos ítems quedaron saldados. Los artístico, si bien va de la mano con gustos musicales, promediando las 18 más de 10 mil personas ya habían ingresado.
Claro que la asistencia también tiene que ver con formar parte y pertenecer a eventos masivos y, en esa línea, definitivamente la ciudad se apropió del Festival Bandera y lo celebra asistiendo desde temprano, recorriendo todos los espacios disponibles y escuchando a las bandas.
Aquí y ahora también entra en juego la locación, que no se conocía, y las expectativas se mezclaban con las incertidumbre. Sin dudas, el cambio de lugar fue positivo. La disposición de todos los ambientes resultó muy cómoda, el tránsito fue fluido y el expendio de gastronomía resultó ágil. En cuanto a llegar e irse del festival, la oferta igualó la disponibilidad de las anteriores ediciones porque el predio actual de la ex es similar al anterior. Saldo positivo en todos los puntos.
La logística de programación marcha sin fisuras. Los escenarios principales estuvieron pegados uno al otro. Alrededor de las 18:30, cuando Natalie Pérez terminó su set con un guiño a «Corazón» de Los Auténticos Decadentes saludó y automáticamente en el escenario pegado comenzó Silvestre y La Naranja. Los dos espacios estaban a tope y las caras de felicidad superaban la calidad de cualquier canción que esté sonando.
También tuvo buena concurrencia el escenario Bandera, con el crédito local de Lucky Rivers y su propuesta musical con bases en el rock argentino de autor y un gustito a la década del 70' que hoy resulta novedoso.
En tanto, cerquita de ahí, en el escenario cerrado Laboratorio Bandera (un lugar precioso para concentrar y aislarse) estaba Soui Uno, una piba que la rompió con un flow agresivo y lúdico y recordó así a las pioneras Actitud María Marta.
Antes, allí nomás salió a escena Brapis, voz de los también locales Caliope Family, quien supo concentrar a gran cantidad de personas para disfrutar de un show anclado en la bases naturales del hip hop (beat y voz) y en el mismo sentido vanguardista. Nada más atractivo que la sensanción de un pibe que te canta en la cara lo que la gente vive (y en Rosario).