Ramón Ayala es uno de los grandes compositores de la música popular argentina y del Siglo XX en general. Así lo entiende el trío rosarino Garupá, que desde 2022 buscan homenajear la vasta obra de El Mensú. Formado por Joel Tortul en piano, Homero Chiavarino en acordeón y voz, y Julián Venegas en guitarra y voz, acaban de estrenar su segundo disco, “El viejo río que va”. Lo presentan este viernes 22, a las 21, en el Teatro El Círculo (Laprida 1223).
Desde su formación, Garupá interpreta la obra de Ayala con el propósito de mantener vivo su legado y expandir por el mundo la música del Litoral argentino. En mayo de 2022 estrenaron su primer espectáculo y en agosto de ese mismo año grabaron su primer disco, titulado “Canciones del Mensú”.
En 2023 y 2024 realizaron una gira por Europa, en la que recorrieron países como España, Portugal, Francia, Alemania, República Checa, Austria y Eslovaquia, además de realizar conciertos en las provincias de Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires.
En este nuevo álbum, el trío recorre parte de la obra no tan difundida de Ramón. Galopa, guarania, chamamé, rasguido doble, zamba y gualambao (el género que él mismo creó) son algunos de los ritmos que atraviesan las once canciones que conforman el disco.
“Ramón tiene mucha música compuesta y elegimos once temas que no habíamos grabado todavía, con algunos que no son tan conocidos. Quisimos ir un poco hacia la obra no tan difundida de Ramón y volver a grabarla. Hay algunas canciones que sólo tienen una grabación hecha por Ramón quizás en la década del sesenta o setenta, que no fueron reeditadas”, contó en diálogo con La Capital Homero Chiavarino.
De esta manera, Garupá hace un trabajo fundamental en la difusión de la obra de Ayala, poniendo el foco sobre todo en esos temas que corren riesgo de caer en el olvido.
Ramón Ayala, eterno
“Consideramos Ramón que es uno de los fundamentales para seguir reproduciendo, para seguir tocando su música y para volver a poner en escena, porque también la obra de Ramón atraviesa varias generaciones. Y dependiendo del contexto histórico, también cobran un nuevo significado”, apuntó el acordeonista sobre la vitalidad de las canciones de El Mensú y su capacidad intacta de hablarle a cada presente.
“Entendemos que este es un momento para volver a esos mensajes y ver de qué manera nos sirven o nos ayudan para estos momentos que estamos viviendo. La obra de Ramón dice mucho, y aunque las haya compuesto en la década del sesenta o del setenta, sus canciones siguen con la misma vigencia. Es una obra que no pierde vigencia porque tiene una bajada súper interesante a nivel político, cultural, artístico, que hoy necesitamos compartir y difundir”, sumó Chavarino.
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Ayala nació en Misiones y cuando era chico se mudó junto a su familia a la ciudad de Buenos Aires. A lo largo de su extensa carrera, viajó por todo el país y por el mundo con su arte. Además de músico, fue poeta y pintor. En los sesenta, estuvo con el Che Guevara en la Cuba revolucionaria. Compuso más de 300 obras que son parte fundamental del cancionero argentino. Falleció en 2023 a los 96 años. Apenas dos años antes, a los 94, estrenó el disco “Monte Adentro”.
Para celebrar la obra de Ayala más allá de la música, Garupá recuperará también la faceta de artista plástico del Mensú. Para eso, la puesta en escena del espectáculo incorpora once obras originales de Ramón, dirigida por Severo Callaci y diseñada por el taller gráfico "Astiya" del barrio de Echesortu.
Ramón Ayala, universal
“Ramón está muy referenciado con el Litoral y con el Nordeste argentino, pero también por su propia historia su influencia va mucho más allá. Él nació en Misiones, pero desde muy pequeño tenía el camino entre Misiones y Buenos Aires muy manyado. Desde chico curtió el centro del país, el sur del país, y por eso tuvo una mirada mucho más amplia del territorio. También por su experiencia con los viajes y las giras, Ramón recorrió distintas partes del mundo con su obra y creo que eso se ve y se escucha en su obra, en su música”, compartió Homero, sobre la vasta influencia del músico celebrado.
Por esto mismo, Garupá reivindica a Ayala como uno de “los grandes compositores de la música popular” argentina y del Siglo XX. “Ramón forma parte de esa lista, porque no solamente su música está anclada en una región que es el Litoral, sino que tiene una clave mucho más universal”, apuntó Chiavarino.
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En esta universalidad encuentran en parte la respuesta a por qué el trío, así como otras expresiones de la música litoraleña, tienen muy buena recepción en rincones remotos del mundo, lejos de los paisajes del Nordeste argentino.
“Creo que la declaración del chamamé como patrimonio cultural de la humanidad en 2020 hizo que el mundo ponga el ojo sobre la música del litoral. Quizás se vino un poco como el momento de la música del litoral, como en otros momentos le ha tocado a la música del noroeste, a la zamba o la chacarera. Creo que hoy la música del litoral está tomando otra relevancia no sólo en nuestro territorio sino en otras partes del mundo”, analizó el acordeonista.
A su vez, retomó la vigencia de la poética El Mensú para explicar la resonancia de sus canciones en países distantes: “En este caso, es Ramón Ayala, que rompe los límites de las provincias y del país para hablar en una clave mucho más universal. Eso es lo que se ve muy claramente cuando compartimos su música en otras partes del mundo. Quizás ni siquiera compartimos el idioma pero hay algo de la universalidad de la música que hace que no se sienta lejos”.
“La música argentina también tiene una gran llegada porque es una música muy compleja, muy interesante, muy rica. Ese miedo que tuvimos cuando salimos por primera vez de Argentina para compartir en otros lados enseguida se transformó y demostró que esta música no tiene distancia, que su mensaje llega fácilmente y que hay un público ávido de recibirlo. Cuando sienten la fuerza y la energía que tiene la música folklórica de este punto del mundo se vuelven locos. Es contagioso, es una música que no tiene intermediarios, que llega directamente y te atraviesa”, agregó Chavarino.
“El viejo río que va” tiene invitados como la cantante colombiana Marta Gómez en "Amanecer en Misiones" y el violinista santiagueño Pablo Farhat en la zamba "Mírame otra vez". El disco grabó sus pianos en el Teatro Príncipe de Asturias del Centro Cultural Parque España y el resto en los estudios Penny Lane de la mano de Carlos Altolaguirre.
En cuanto al abordaje del trío a las canciones, Homero contó que en esta oportunidad se afirmaron más sobre las obras originales. “Cada una de las obras de Ramón plantea un universo único y particular. Cada obra es una historia, tiene un relato, está diciendo algo. Decidimos respetar un poco más a la obra y al autor por sobre lo que el trío tenía para proponer. El sonido es el que nosotros le podemos dar con una instrumentación distinta a la que usaba Ramón o la que se usó para grabar los temas originalmente, pero sí de alguna manera respetamos más las decisiones del compositor. Es un disco un poco más agarrado al género que el primero, que sí tenía un poco más de experimentación o de nuevas búsquedas”, afirmó.
“Este disco va directamente al hueso y respetamos un poco más la semilla que cada tema ya traía, con un mensaje muy contundente. Ramón fue un gran vanguardista pero hay algo de la raíz que siempre está, que es muy clara y fácil de entender”, sumó.