En total, 92 productores y productoras de contenidos culturales representan a la provincia en el Mica 2023, en los rubros circo, teatro, danza, música, música académica, tango, folklore, diseño, editorial, hip hop, audiovisual y artes visuales.
Una de las particularidades de la primera jornada fue el desfile inaugural, llevado adelante por el Mercado de Artesanías Tradicionales e Innovadoras Argentinas (Matria). En la edición de este año se mostraron 26 prendas textiles artesanales como mantas, ruanas y ponchos llevados hasta el CCK desde casi todas las provincias del país. Una de esas prendas fue la de Adriana y Alejandra, que fueron parte de los 29 beneficiarios del programa “Apoyo para la producción artesanal Manta”.
La prenda que confeccionaron fue denominada “Geografía del encuentro”. Se realizó a partir de fieltro, trabajado por Adriana, telar, hecho por Alejandra, y gasas de algodón. Así, se confeccionó una prenda entre dos provincias.
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El ministro de Cultura santafesino, Jorge Llonch, junto a Adriana y Alejandra, las creadoras del poncho "Geografía del Encuentro".
“El textil es como un texto y trabajar con otra persona, de otra provincia, es como ir transcribiendo, pensando juntos, los párrafos de ese texto”, considera Alejandra, que ya fue parte de varios Mica. Y agrega: “Esto tiene que ver con sentir nuestro entorno, elegir crear desde el interior del país y sentir la fuerza del Litoral”.
Por su parte, Adriana, en lo que es su primera participación en el evento internacional, dice: “Lo denominamos Geografía del encuentro porque lo venimos trabajando nosotras a través de la distancia, pero acercándonos desde la palabra. Todo eso va haciendo que nos podamos unir aún en la distancia”.
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Sobre la elección de los materiales para diseñar y confeccionar una prenda que represente a la región, Alejandra explica: “Investigamos cuáles son las plantas nativas, las que nos dan color. Todo está en ese proceso de cocreación que hacemos juntas y que se manifiesta en un poncho que es liviano, innovador y que tiene toda la carga cultural encima”.
El método de trabajo es efectivo, a pesar de los 180 kilómetros que separan a San Jorge de Paraná. Cada una tiene funciones individuales, se van enviando las creaciones y ocasionalmente se reúnen. Y hay mucha comunicación telefónica.
Adriana cuenta: “Tenemos un nivel de comunicación tal que una idea mía, Alejandra la dibuja tal cual. Aún con técnicas que son totalmente diferentes, siempre logramos una unión”. Mientras que Alejandra suma: “Compramos insumos en común, definimos paletas de colores y formatos. Es un poco más difícil, pero nos unen muchas cosas y cuando se concreta algo, se nota la potencia que tiene”.
Para ellas, las rondas de negocios iniciales fueron provechosas ya que se acercaron interesados de Europa, América del Norte, Latinoamérica y compradores nacionales. “Tuvimos rondas nacionales e internacionales con un hermoso recibimiento, gustaron mucho las prendas”, indica Adriana. Por su parte, Alejandra concluye: “Se acercaron de Alemania, Canadá, México y Misiones. Todos súper positivos. Lo que está bueno del Mica es establecer un vínculo, más allá de que se no concrete una venta”.
Sentarse con los “picantes”
La mochila de Tomás Estrubia tiene todo lo necesario para sentarse a dialogar con los emisarios de Spotify o Apple Music que fueron al Mica, para mostrar que el hip hop santafesino vale la pena.
“Los santafesinos tenemos mucha cultura y fiesta. Venimos de Los Palmeras y por más que no haga cumbia, esos genes están. Traemos alegría y pasión, pero mucha historia que hace emocionar también, por las inundaciones. Tenemos energía, ganas de aprender y comernos el mundo”, cuenta casi de corrido el joven de la ciudad de Santa Fe, de 20 años, que es conocido como Ouper.
“Acá se viene a ofrecer de todo, porque vienen todos los picantes de todas las industrias. Gente especializada de Spotify o Apple Music vienen a escucharnos, a ver nuestros proyectos. Lo importante es venir y ofrecer algo interesante”, expresa.
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Tomás Estrubia, Ouper en el ambiente del hip hop santafesino, llegó con su propuesta al CCK.
Tomás, a pesar de su juventud, ya participó del Mica Freestyle que se hizo en Tecnópolis, en noviembre del 2022. Comenta que ofrece un show lleno de energía, cuenta su historia y muestra lo mejor de sus presentaciones: “Me dieron varios consejos en las ruedas de negocios. Te sentás con personas 10 o 15 minutos, les contás sobre tu carrera y ves qué feedback te pueden dar”.
El joven admite que es difícil imaginar una mesa de negocios en el mundo del arte, pero comienza explicando: “La música que se hace dentro de la cultura del hip hop engloba muchas artes, pero sobre todo música que se hace con la compu. Todo mi estudio lo tengo en la mochila, a diferencia de otros tipos de música, que son increíbles, pero que se ejecutan con instrumentos”.
Resalta en varias oportunidades la posibilidad de aprender, desde nuevas tecnologías aplicadas al sector, pasando por el rol de los sellos discográficos hasta cómo es el funcionamiento de la industria de la música. Y remarca lo “interesante” de las rondas de negocios.
En tanto, anima a otros artistas a inscribirse en las próximas ediciones: “Tienen que venir a hacer la prueba de las ruedas de negocios, es un lugar lleno de gente que necesita productos y servicios culturales. Y nosotros seríamos los vendedores, que tenemos algo copado para ofrecer”.
“Pude conseguir muchos contactos. Acá vas haciendo conexiones, hasta podés conseguir un Instagram para seguir la charla. Lo mejor que puede pasar es venir todos los años para que te conozcan, vean tu progreso y, quién sabe, se pueda venir a conseguir una inversión. Por ahí es lo menos habitual, pero sí es importante venir a aprender. Hay mucho apoyo y gente que quiere que te vaya bien”, cierra.
Cortos rosarinos por el mundo
Desde Rosario, el actor y productor de teatro Nicolás Cefarelli llegó al Mica para ofrecer diversas ideas y proyectos ya ejecutados, tanto para distribuirlos como para realizarlos.
“Vine con un proyecto para distribuir un cortometraje que estrenamos en el Festival Latinoamericano de Rosario, que se llama «Empate eterno», y vine en busca de fondos para el desarrollo de un largometraje”, detalla.
Una de las primeras reuniones que tuvo en ronda de negocios lo llevó a ofrecer su cortometraje para que sea vendido en festivales y mercados similares al Mica, experiencia que ya vivió con un corte anterior que fue llevado a Estados Unidos y España. Además, concretó encuentros para distribuir sus creaciones en festivales, que, comenta, “generalmente no se vende sino que es para visualizar y poder ganar algún premio”.
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Las mesas de negocios en el rubro son muy dinámicas. Y resalta que es su primer Mica: “Está bueno para hacer contactos, se generan muchos en los pasillos. Van y vienen muchos teléfonos y mails con otras productoras, gente que necesita producir en Rosario”.
Sobre esto, ejemplifica: “Una de las chicas con las que me reuní buscaba largometrajes documentales y yo sabía que un chico de Rosario había estrenado hace poco un documental. Lo busqué, le comenté y tuvieron una reunión”.
“A mí me dijeron para el desarrollo de una coproducción con gente de Uruguay y el dato me lo pasó una chica de Santa Fe. Es un intercambio muy bueno y muy cooperativo”, finaliza.