Cine / Crítica de "Carmel. ¿Quién mató a María Marta": El crimen perfecto: 18 años de impunidad
Calificación: Muy Buena. Testimonios: Carlos Carrascosa, Diego Molina Pico, Irene Hurtig, John Hurtig, Horacio García Belsunce, Claudia Piñeiro e Inés Ongay.
Dirección: Alejandro Hartmann. Género: Documental. Emisión: Netflix.
13 de noviembre 2020 · 19:29hs
El director Alejandro Hartmann, de la mano de la muy experimentada productora Vanesa Ragone (“El secreto de sus ojos”, “Las viudas de los jueves”, “Corredor nocturno”) y la firma productora Haddock Films, recrean uno de los crímenes sin resolver más resonantes de la historia policial argentina. Con material de archivo, testimonios de la mayoría de los implicados y dramatizaciones, el trabajo se ubica como una de las mejores expresiones nacionales del género “True Crimes” que reconstruye con alta calidad técnica casos policiales de impacto nacional e internacional, como fueron “O.J.: Made in America”, sobre el exfutbolista O.J. Simpson, o “Tiger King”.
Carmel: ¿Quién mató a María Marta? | Tráiler oficial | Netflix
A lo largo de cuatro episodios de 45 minutos cada uno, el director introduce al espectador en los límites altamente vigilados del barrio cerrado Carmel donde fue asesinada la socióloga María Marta García Belsunce en 2002, de seis disparos en la cabeza y mientras se encontraba sola en su casa. La muerte tuvo inmediatamente un persistente impacto en los medios que se abocaron durante meses a la cobertura diaria de un caso no sólo fue violento, sino que además involucró a una de las familias más conocidas del país. El crimen tuvo el ingrediente extra que destaca la escritora Claudia Piñeiro en el filme, el crimen en un cuarto cerrado, un clásico del cine policial que en la ficción tuvo uno de sus máximos exponentes en “La soga”, de Alfred Hitchcok.
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El 27 de octubre se cumplieron 18 años del asesinato, hubo una sentencia por encubrimiento y finalmente el único detenido fue liberado y absuelto.
En esos casos, todos pueden ser culpables aunque los móviles no siempre estén a la vista. En el documental, Hartmann expone esa hipótesis a través de los testimonios de los diversos involucrados, entre los cuales sobresale el exesposo de la víctima, Carlos Carrascosa. Ese elemento sumado a varios episodios intrigantes o poco claros, entre los que se cuenta el hoy famoso “pituto”, el plomo de la sexta bala que no quedó dentro del cráneo de María Marta y que fue arrojado al inodoro por su medio hermano John Hurtig, se sumaron sucesivamente a una historia con giros sorprendentes en una trama digna de la mejor ficción policial.
Independientemente de la factura técnica impecable, uno de los mayores méritos de “Carmel...” es el ritmo y el ingenio narrativo del director para contar esta historia oscura que al otro día de su estreno se transformó en un fenómeno en Twitter donde generó todo tipo de reacciones, en algunos casos sorprendentes y en otros, graciosas. Como si los espectadores hubiesen sido el jurado de los testimonios-alegato de los citados por el tribunal que juzgó el caso, miles de televidentes dieron su veredicto en las redes al punto que el nombre de una de la testigos, Pichi Taylor, fue tendencia todo el día con menciones generalmente irónicas.
Parte de que eso ocurra se debió a que en el transcurso de los intensos cuatro capítulos, que se siguen como un maratón de serie, aparecen escenas cómicas dignas de una película de Ethan y Joel Coen, como cuando en medio de la solemnidad del juicio se desata una discusión por la orientación de las paletas y la temperatura del aire acondicionado. A eso se añade la intervención de una medium para desentrañar el crimen, el juez de garantías que decidió otorgarle la libertad condicional a Carrascosa cuando dijo que su padre muerto le dio un mensaje a través de la rotura de un vidrio; el fiscal Diego Molina Pico convertido súbitamente en símbolo sexual para hombres y mujeres; Carrascosa diciendo que nunca cometió una infracción, o sí, pero que nunca lo descubrieron o Mirtha Legrand leyéndole al aire a Horacio García Belsunce, hermano de María Marta, los mensajes violentos de los televidentes. Sin embargo, el primer lugar en el rebote en las redes fue para el careo entre Pichi Taylor e Inés Ongay, ambas amigas de la víctima. Ongay, de hecho, tuvo su propia y mayoritaria hinchada en Twitter, en tanto que Taylor fue puesta claramente en el lugar de la villana maltratadora y arrogante.
El 27 de octubre se cumplieron 18 años del asesinato, hubo una sentencia por encubrimiento y finalmente el único detenido fue liberado y absuelto, pero el crimen aún continúa impune.