“La alta costura es como una orquesta cuyo director es Balenciaga. Los demás modistos somos los músicos que seguimos las indicaciones que él nos da”, dijo alguna vez Christian Dior. A Balenciaga lo llamaban “Dios de la moda” y “maestro del volumen”, pero siempre se supo poco de la vida del célebre diseñador. La serie “Cristóbal Balenciaga”, que se acaba de estrenar en Star+, hace foco en la historia de este hombre que vistió a las mujeres más elegantes del mundo y contó con el respeto y admiración de sus compañeros.
La biopic de seis capítulos creada por Lourdes Iglesias y el trío de directores que forman Aitor Arregi, Jon Garaño y José Mari Goenaga (“La trinchera infinita”, “Handia”) se concentra en los 30 años que el diseñador vasco residió en París y repasa desde su consolidación en el mundo de la moda o sus relaciones con los popes de la alta costura (Chanel, Dior, Givenchy) hasta las tensiones empresariales, familiares y sentimentales que lo rodearon, sin obviar ni su homosexualidad ni sus polémicos posicionamientos políticos.
Balenciaga nació en Getaria en 1895 y de ese pequeño pueblo de pescadores del País Vasco arranca su historia: la de un chico que con 15 años se siente fascinado por la moda. En 1917, con 22 años, montó su primer atelier en San Sebastián, y luego vendrían los talleres de costura en Madrid y Barcelona. En 1937 se trasladó a París y desde allí conquistó el mundo. Era considerado un revolucionario, un renovador de las formas.
El actor Alberto San Juan (“El cuarto pasajero”, “Sentimental”) aceptó el desafío de interpretar al diseñador, un ícono atravesado por fuertes contradicciones y del que se sabe muy poco más allá de lo estrictamente profesional. “Efectivamente, de Balenciaga apenas existen dos docenas de fotos y no hay ningún registro de voz”, dijo San Juan en declaraciones al diario El Español. “Se conserva una filmación de un minuto donde se le ve trabajando en su taller con mucha gente alrededor y se dice que hay dos entrevistas, aunque yo creo que no es cierto. Lo que sí hay son dos perfiles periodísticos que incluyen un par de declaraciones suyas, pero no existe ninguna entrevista en profundidad. Lo único que tenemos de él son esas dos docenas de fotos y los testimonios de la gente que lo conoció. A partir de esa mínima cantidad de datos con los que se contaban, se trataba de hacer una reconstrucción. Por ejemplo, los testimonios consultados coinciden en algunas cuestiones, como su relación obsesiva con el trabajo, su enorme inseguridad o su desinterés —incluso rechazo— por la visibilidad personal y la exposición pública. Parece ser que él afirmaba que la vida social era una pérdida de tiempo, refiriéndose a las fiestas y todas estas cosas. Parece que era un buen amigo en la intimidad, cuando se encontraba en reuniones con pocas personas en casa, bebiendo y charlando”, se explayó el actor.
San Juan destacó que, para ponerse en la piel del famoso diseñador, buceó “en el cóctel de elementos básicos que todos los seres humanos llevamos dentro”. “Como también me dedico al mundo de la expresión artística sé lo que es sufrir en un proceso creativo y sé también lo que es sufrir por ser visto de una manera en la que uno no quiere ser visto, ese pudor, esa inseguridad. Yo no sé qué es ser católico y homosexual en la España de hace tanto tiempo, pero sé lo que es el deseo y sé lo que es la represión”, explicó.
La lista de clientas de Balenciaga incluía a estrellas como Marlene Dietrich, Greta Garbo, Grace Kelly, Ava Gardner y Audrey Hepburn. Excepcionalmente, cuatro años después de su retiro, aceptó el encargo de diseñar el vestido de novia de Carmen Martínez-Bordiú, nieta del general Francisco Franco, lo cual disparó no pocas polémicas. “Yo no sé si tú eres un fascista o un demócrata”, le dice su socio Blas Vizcarrondo en un diálogo de la serie. Pero el diseñador no responde. Se mantiene firme en su neutralidad.
“Entiendo la postura de Balenciaga”, dijo Alberto San Juan. “Creo que, en una situación de violencia, el ser humano básicamente tiende a sobrevivir, así que, en una situación de guerra, la gente procura salir adelante, hacer su vida, trabajar, mantener sus relaciones, sus amistades y a su familia. Son muy pocos aquellos que deciden que van a dedicar su vida a intentar cambiar las cosas para que sean más justas. Yo puedo entender lo que hizo Balenciaga, aunque no estoy de acuerdo con él. A mí como actor no me hace falta estar de acuerdo con él en absoluto, me hace falta entenderlo”, concluyó.
Cristóbal Balenciaga | Tráiler Oficial | Star+