La República Dominicana está emplazada en las mismas aguas que Cuba y Puerto Rico y ocupa las
dos terceras partes del territorio insular que comparte con Haití. Su interior es exuberante, con
una mezcla de grutas, casas victorianas con adornos en filigrana y leyendas de piratas, además de
sus casi 1.500 kilómetros de costa. Entre sus atractivos de mayor interés destacan la subida en
teleférico al monte Isabel de Torres y el deleite de la impresionante isla Saona. Es también un
lugar ideal para viajar en familia y cuenta con un clima perfecto.
La línea costera más extensa del Caribe, y más de 1.200 kilómetros de ambientes ecológicos
diversos, que van desde desiertos a selvas tropicales, hacen de la República Dominicana un lugar
ideal para paseos en bote. Las grandes extensiones de playas fuerte oleaje y poderosos vientos
ofrecen muchos sitios ideales para los deportes acuáticos, incluyendo el windsurfing, el boggie
boarding y el kiteboarding. Sus aguas increíblemente claras y una enorme variedad de colorida vida
marina la hacen también un lugar favorito de los aficionados al buceo y el snorkel.
La República Dominicana es un destino excepcional para la pesca deportiva y también para jugar
golf. Los golfistas podrán disfrutar jugando en campos preferidos por muchas celebridades
mundiales. Los pescadores reconocen a la República Dominicana como uno de los escondites favoritos
de docenas de especies de preciados peces y sirve de sede a varios torneos internacionales de pesca
de agujas cada año, incluyendo el ESPN Billfish Xtreme Tournament, en Punta Cana Resort & Club.
La República Dominicana ofrece un mundo bajo el agua, con excepcionales arrecifes de coral
para la práctica del buceo y el snorkeling, increíbles aguas cristalinas y una gran variedad de
vida marina llena de colores. De hecho, el país es constantemente catalogado como uno de los
primeros lugares para el buceo en el Caribe. Los visitantes pueden explorar naufragios de los
siglos pasados en la costa norte del país o aprovechar las cálidas y protegidas aguas del sur.
Aunque la RD es un paraíso para los buzos experimentados, la mayoría de los hoteles ofrecen
lecciones y certificación para aquellos interesados en aprender más de esta actividad.
Playas
Las playas de la República Dominicana son ampliamente celebradas como pertenecientes a las
mejores del mundo por buenas razones. Aquí, más de 1.500 kilómetros de arenas de colores son
suavemente bañadas por aguas tan claras que hay que verlas para creerlo.
Dependiendo del lugar, las playas ofrecen un delicado rumor para quien desee hacer una siesta a
la orilla del mar o suficiente brisa para quienes prefieren andar a la deriva practicando
kiteboarding.
Arenas blancas súper finas acompañadas de cocoteros delinean la costa este mientras finas arenas
doradas caracterizan las playas de la costa norte. Agregando un tercer color a la paleta cromática,
existen las arenas grises de Barahona en el oeste. Algunas de estas áreas poseen resorts que
cuentan con una amplia gama de deportes marinos, sitios de comida, gente disfrutando de la vista y
otras actividades. Mientras tanto, hay quienes llevan a los visitantes a lugares de absoluta
tranquilidad y paz, en playas inhabitadas. Aquí, los únicos intrusos son los altos cocoteros y la
ululante brisa.
Punta Cana y Bávaro
En Punta Cana todo está cerca de la playa. Es innegablemente sorprendente con sus palmeras
ondulantes a lo largo de 21 millas de unas de las más blancas y finas arenas del mundo. El área se
ha convertido en un paraíso para los visitantes que buscan una silla de playa, un trago y una buena
lectura. Es la atmósfera perfecta para familias, parejas o amigos que buscan unas vacaciones estilo
resort. Casi todos los tours parten de esta area y ninguno en el grupo se puede quejar de estar
fastidiado. La playa Punta Cana es frecuentemente mencionada como la costa de los cocos debido a
sus cientos de oscilantes cocoteros dispersos a lo largo de 30 millas de arena blanca muy fina.
Esta área de resorts es quizá el destino de vacaciones más popular en la República Dominicana.
Punta Cana está circunscrita por una gran concentración de resorts “todo incluido”,
cada uno de los cuales tiene su propio jardín con sillas al sol y cabañas. Sin embargo, a pesar del
número de personas que reposa aquí durante el día, el tamaño de la playa asegura a los visitantes
que nunca estará sobre poblada. Aquellos que no quieran utilizar su tiempo tirados en la arena,
pueden participar en una gama de actividades, que van desde voleibol de playa hasta parapente a
tracción.
Cosas que hacer
Deportes todo el año, vida nocturna efervescente, tiendas inigualables, magníficos parques
nacionales y casinos de fama mundial hechos para ser incluidos en su lista de cosas por hacer en
vacaciones. Pero cuando vea sus espectaculares playas, usted sólo debe tomar su silla y
relajarse.
Actividades al aire libre como golf, buceo, windsurfing, kiteboarding y la navegación
constituyen una manera emocionante de experimentar la belleza natural del país y sus playas.
Con más de dos docenas de parques nacionales, están disponibles otras opciones más calmadas de
comunión con la naturaleza como caminatas y observación de pájaros.
Las actividades a cubierto dan la oportunidad de probar suerte, bailar toda la noche, o ir de
tiendas para recuerdos curiosos como máscaras de carnaval, el ámbar, y una panacea extraña y
líquida llamada Mamajuana.
Desde clubes nocturnos irreverentes hasta tentadores restaurantes, sobran las
actividades para llenar las horas en la República Dominicana. El único desafío es encontrar el
tiempo para realizarlas.
Después de un día asoleándose o paseando, los visitantes pueden recargar sus
energías cenando en los magníficos restaurantes esparcidos en ciudades y pueblos de costa a
costa.
Las especialidades culinarias del país varían de región a región, pero los
sabores sencillos y los alimentos básicos seguramente satisfarán a los más exquisitos gourmet.
La inspiración para la cocina Dominicana proviene de las Antillas y la
preparación de sus recetas criollas es similar a los platos de Sur y Centroamérica, hechas a base
de arroz, pescados y otras comidas marinas, carnes o vegetales.
Las delicadas especias o el coco añaden profundidad y calidez al espíritu.
Aquellos con los paladares más atrevidos pueden probar platos locales como
sancocho prieto, el cual incluye una combinación de siete tipos de carne, incluyendo chivo,
sumergido en cerveza Presidente, que es servido en la mayoría de los restaurantes.
La isla es también conocida por su vibrante vida nocturna, caracterizada por el
pulso de los calientes ritmos que impregnan el aire. Lugareños y turistas por igual se sumergen
noche tras noche en los repletos salones de baile.
Una manera de vivir en la isla es bailando, lo cual es visto por los dominicanos
como un arte y sienten el orgullo de compartir sus movimientos naturales con otros.
Cualquiera que dude acerca de lo que sus pies puedan hacer y sentir puede
solicitarle a un lugareño experto para que le enseñe los pasos correctos.
Sin embargo, esperando que los visitantes se vayan con la habilidad de bailar
como un profesional, será un lugareño quien probablemente sea el primero en acercársele.
Parques nacionales
Con colores que parecen extraídos de una caja de creyones y paisajes diversos que no podemos
describir con palabras, la República Dominicana proporciona un vista perfecta y motivadora, sin
importar en qué lugar se encuentre el espectador.