El cabo de Arraial tiene la particularidad de poseer extensas dunas en el sur, bañadas por una corriente fresca que llega desde las Islas Malvinas; y del otro lado sus aguas son mansas y mucho más cálidas, con restingas y pequeñas playas que dan al noreste. El pequeño pueblo se formó por la unión de antiguas islas debido a la acción del viento y de las corrientes marinas a lo largo de miles de años.
La villa, a la que la gente del lugar llama “Paraíso del Atlántico” por los espectaculares paisajes, se encuentra a 171 kilómetros de Rio de Janeiro, a 41 de Buzios y a 14 de Cabo Frío. Con sus más de 30 mil habitantes es uno de los mejores lugares para la práctica del buceo en Brasil, con mar de agua transparente y una vida marina abundante y variada.
Los principales sitios para practicar esta actividad son Ilha dos Porcos, Ponta d’agua, Saco do Cordeiro y el barco hundido Thetis. En su parte sur hay más de 48 naufragios.
Arraial tiene un clima cálido y húmedo, con una temperatura media de 25º C en el verano (entre diciembre y marzo) y de 17 a 23º C en el invierno (de junio a septiembre). Pocos lugares ofrecen tantas alternativas a los visitantes como playas paradisíacas, trekking por la exuberante vegetación del bosque atlántico, navegación, buceo.
En Arraial hay muchas opciones de hospedaje, desde casas de familia, hosterías y áreas para camping a hoteles y posadas sofisticadas. Los restaurantes y bares al paso también tienen su encanto y precios accesibles.
En su casco histórico hay construcciones de más de 500 años, entre las que se destaca la iglesia Nossa Senhora dos Remedios, que data de 1503, aunque la actual construcción es del siglo XVIII. Se dice que allí se realizó la primera misa cubierta de Brasil y que por sus callejas caminó nada más y nada menos que Américo Vespucio, cuyo nombre dio origen al continente.
Praia do Pontal es la primera playa a la izquierda de quien llega a la ciudad. Está situada entre la playa de Foguete, en Cabo Frío, y el cerro de Miranda, a cuatro kilómetros del centro de Arraial. Tiene una extensión de casi 700 metros y el mar es tranquilo y óptimo para la pesca.
La Prainha tiene un kilómetro de extensión y queda a unos 800 metros del centro de Arraial do Cabo. Está urbanizada, tiene quioscos y edificios bajos. Es la postal más conocida de la ciudad. Un sendero que se encuentra a la derecha de la playa, lleva al visitante hasta la playa de Graçainha, de apenas 15 metros de longitud, cuya franja de arena sólo aparece cuando baja la marea.
Playa de Anjos. Está situada en la ensenada de Anjos y tiene agua clara y tibia. A su izquierda quedan la marina de los pescadores y el puerto Forno. A la derecha se encuentra el cerro Pontal do Atalaia. Tiene un embarcadero de donde parten barcos de paseo y de pesca, y donde los pescadores reparan sus naves. A pocos metros de esta playa hay un monumento que recuerda el paso de Américo Vespucio por la villa.
Playa Grande, Brava, del Sudoeste completan la oferta de playas para disfrutar de las aguas transparentes de Arraial do Cabo, que hacen de la villa uno de los mejores lugares de Brasil para la práctica del buceo, principalmente en la ilha dos Porcos, Ponta d?agua y Saco do Cordeiro.
El azul profundo del mar y el blanco inmaculado de la arena hacen de Arraial do Cabo un lugar mágico que invita a descubrirlo.