La retirada del Diego Armando Maradona sin hacer declaraciones fue, a priori, una muestra de la bronca que a Carlos Tevez le generó la derrota frente a Argentinos Juniors y a partir de esa actitud del entrenador canalla se pueden tejer las primeras especulaciones sobre la posibilidad de que meta alguna variante para el partido del jueves, en el que Central recibirá a Estudiantes. Quizá la calentura le dura al DT o está también la chance concreta de que con el correr de los días ese fastidio haya menguado, pero no es un dato menor la actitud que tomó el Apache el pasado jueves por la noche, amén de que no es la primera vez que se va de una cancha sin realizar declaraciones. Podría tener la posibilidad de contar con algunos futbolistas que en el último partido no tuvo a disposición, pero lo dicho, mucho dependerá de cual haya sido su lectura después de la derrota sobre todo en los días posteriores, en los que seguramente hubo un repaso mucho más minucioso de parte del cuerpo técnico para determinar qué tipo de errores se cometieron.
En su edición de ayer Ovación publicó un informe en el que dio cuenta de la cantidad de cambios que Tevez realizó de un partido a otro, independientemente del resultado, y para esta ocasión no habría que sorprenderse si actúa de la misma forma.
Es que, se insiste, esa postura de subirse rápidamente al micro sin enfrentar los micrófonos lo que hizo fue dar a entender que la bronca era mayúscula.
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Los futbolistas de Argentinos celebran uno de los goles, los de Tevez lo sufren.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
El día a día en Arroyo Seco otra vez será determinante para Tevez y sus colaboradores en esto de examinar cuestiones futbolísticas y anímicas de sus dirigidos. Es lo que sucede semana tras semana en la previa de la decisión final que tome en relación al equipo.
Es probable, por no decir seguro, que el Apache haya quedado disconforme con lo que vio en el Diego Armando Maradona, que sin dudas estuvo por debajo de las expectativas. Seguramente le deben haber gustado esos pocos más de 15 minutos que tuvo el equipo en el segundo tiempo, después del segundo tanto del bicho de La Paternal, en los que Central no sólo logró emparejar el trámite del partido, sino que llegó al descuento y hasta estuvo cerca del empate. Pero claro, en líneas generales la actuación tomó distancia de todo aquello que se imaginó en la previa.
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Y Tevez dio su mensaje cuando mandó a informar a través del departamento de prensa del club que no iba a hacer declaraciones. En cierta forma llamó la atención, aunque no es la primera vez que eso sucede. El antecedente más cercano es lo ocurrido en cancha de Belgrano, donde después de la angustiante derrota a manos de Quilmes, por Copa Argentina, el Apache adoptó la misma postura.
No es necesario hacer elucubraciones raras para entender que ambas oportunidades se debieron al desencanto que vivió después de cada partido. Y, se recuerda, después de ese encuentro en La Docta, el Apache hizo cirugía mayor en el equipo para ir a cancha de Tigre: metió seis cambios. Nada asegura que en esta oportunidad ocurrirá algo similar, pero bien vale la pena establecer el interrogante.
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Buonanotte tuvo una chance muy clara, a los pocos segundos del primer gol del Bicho, pero el pibe falló.
Sebastián Suárez Meccia / La Capital
Antes de eso hubo otro partido en el que Tevez no habló. Fue en el Gigante, contra Sarmiento, después de la primera victoria en su ciclo. Ese día dijo que no iba a hablar después de cada triunfo y que los que debían hablar eran los futbolistas. Con el correr de los partidos eso no se respetó.
Con este análisis lejos se está de cuestionar la actitud del entrenador de no haber hecho declaraciones en cancha de Argentinos Juniors (igual cabe la crítica de que es lo que correspondía), sino que se utiliza esa postura como disparador para tratar de entender qué es lo que pasó por la cabeza del entrenador ese día, pero sobre todo qué es lo que está pensando ahora, varios días después de ese tropezón.
Es que si la bronca fue porque hubo algunas cosas del equipo que no le gustaron las formas de resolverlas no son muchas. La primera y elemental es el trabajo durante la semana para corregir esos errores y la otra, viable ciento por ciento, es que opte por corregir esas cosas a través de uno, dos o los cambios que considere necesario.
El respaldo de Tevez hacia sus jugadores siempre estuvo sobre la mesa, amén de todas esas decisiones que tomó en partidos anteriores, pero la disconformidad que sintió y la bronca que masticó en el último partido podría verse reflejada en lo que suceda contra Estudiantes.