Creado en 2019, el Fondo de Integración Socio Urbana (FISU) es la principal fuente de financiamiento para la urbanización de barrios populares en todo el país. Se trata de un fideicomiso público administrado por el Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), que recibe parte de lo recaudado por el impuesto PAIS y por el gravamen a las grandes fortunas. A la fecha, lleva gestionados 366 proyectos a nivel nacional, con un presupuesto global de $43.000 millones. De este monto, Rosario captura menos del 1%, lo que muestra a las claras el déficit de la ciudad en la materia, situación que busca revertirse desde el Concejo Municipal (ver aparte).
Las cifras no dejan margen para la duda. La base de datos oficial disponible en la web -ratificada por las autoridades de la Secretaría de Integración Socio Urbana (SISU)- muestran que en Rosario solo están autorizados proyectos por $360 millones, una cifra cinco veces menor que la que recibe Córdoba y tres veces más pequeña que la gestionada por la ciudad de Santa Fe.
Rosario se ubica en el puesto 36 entre las 129 localidades que participan con al menos un proyecto financiado por el FISU, considerando los montos asignados a cada una. El listado lo encabeza San Luis ($3.119 millones), seguida por Formosa ($2.437 millones) y la chaqueña Resistencia ($2.343 millones). Además de Córdoba y Santa Fe, el top 10 se completa con ciudades de la provincia de Buenos Aires.
Considerando que según el relevamiento oficial existen en Rosario 35.000 familias que viven en villas o asentamientos, el presupuesto asignado a la ciudad supone poco más de $10.000 por familia, una cantidad ocho veces menor a la que recibe un habitante de un barrio popular de Córdoba o Santa Fe.
Si se extendiera dicha consideración al resto de las localidades participantes en el programa, queda decididamente claro que Rosario resulta de las más discriminadas: esos poco más de $10.000 por familia la ubican en el puesto 100 entre las 129 ciudades.
Según los datos obtenidos por La Capital, en Rosario son seis los proyectos financiados por el FISU: tres de ellos apuntan a obras en el barrio Nuevo Alberdi, mientras que los restantes corresponden a Tablada, Parque Casas y Cullen. Solo este último tiene como unidad ejecutora a unrganización, mientras que el resto la responsabilidad es del municipio.
Además de la capital provincial, hay otras dos localidades de la bota que también tienen mayor asignación presupuestaria que Rosario: Avellaneda ($713 millones) y Pérez ($524 millones). En ambos casos los proyectos son motorizados solo por el municipio. Por la naturaleza del programa oficial también puede ser el gobierno provincial el que cumpla dicha función, aunque en el caso de Santa Fe ello aún no sucedió.
Según el registro oficial realizado en 2018, Santa Fe era el tercer distrito con mayor cantidad de familias viviendo en barrios populares, solo detrás de la provincia de Buenos Aires y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Ahora bien, a la hora de la asignación de fondos, Santa Fe cae al cuarto lugar, colándose en segundo y tercer puesto Chaco y San Luis.
Al cruzar las variables de cantidad de familias residiendo en villas con presupuesto asignado en el marco del FISU, Santa Fe aparece en el puesto 13 sobre 21 distritos que recibieron fondos. Lidera el ránking San Luis por amplio márgen, seguido por Catamarca, Tierra del Fuego y Formosa.