El 27 de diciembre de 2022, Lautaro Giaccone estaba jugando un partido de pádel y le sonó el teléfono. Pese a que era “un número desconocido”, decidió atender. Quien lo llamaba era Miguel Ángel Russo, quien lo hizo para decirle que su intención era sumarlo al plantel antes de que el grupo se fuera de pretemporada a Chile. Asombrado, el Laucha terminó de arreglar algunas cuestiones con Ferro, donde había jugado a préstamo el último año, y tras su desvinculación definitiva del club verdolaga se presentó el 2 de enero en Arroyo Seco. Tres días después se subió al avión en busca de una oportunidad en Central, el club que lo había formado y en el que ya le había tocado debutar, de la mano del Kily González. “Estoy viviendo un sueño hermoso”, tiró Giaccone en el mediodía del domingo, mientras daba sus primeros pasos del día después de lo que había sido una noche especial, con una actuación de aquellas en la goleada frente a Instituto, que tuvo dos goles y dos asistencias, aunque para el protagonista de la historia se trató sólo de una. “No fue asistencia porque ya estaba en el piso y te soy sincero, a Alejo nunca lo vi, sólo quise tocar la pelota”, se sinceró, entre risas, el volante zurdo de 22 años, en el diálogo largo y tendido con Ovación, minutos antes de ir a Granadero Baigorria, “junto a Delfi, mi novia”, a pasar un domingo en familia con su hermano Paolo.
Estoy contento porque ganamos, que es lo que necesitábamos después del traspié de Banfield, y en lo personal sigo viviendo un sueño hermoso. La noche del partido y el día después es todo felicidad.
Apelo a tu sinceridad, ¿la primera fue asistencia?
La verdad, no lo había visto a Alejo y puse el pie para que la pelota me pegue y siga como para que el árbitro de última cobre falta. Justo estaba Veliz, que parece tener un imán, pero sinceramente no fue una asistencia porque estaba en el piso.
¿La segunda sí porque a Campaz lo viste solo, o la jugaste de memoria?
Cuando tiré el sombrero, mientras la pelota estaba en el aire, miré hacia adelante y vi que el Bicho estaba allá arriba. Traté de que fuera una bola rápida para que pueda jugar el uno versus uno. Después Jaminton se encargó de hacer un gran gol.
¿Y en los goles, tuviste que apelar más a la cabeza que otra cosa?, porque no fueron remates potentes, sino más bien colocados.
Miré al arquero, vi que venía corriendo y pensé que si la pelota iba al arco seguramente iba a ser gol. Cuando te achican espacios es difícil que atine a sacar una pierna. Una entró contra el palo y la otra con algo de suspenso, pero lo más importante es que esos goles sirvieron para que el equipo gane.
Giaccone2.jpg
Lautaro Giaccone participó en los cuatro goles que Central marcó el sábado por la noche, en el Gigante.
Marcelo Bustamante / La Capital
¿La premisa era la de dejar atrás cuanto antes lo que habían hecho en Banfield?
Obvio. Teníamos que reponernos rápido de ese golpe y la verdad que tenemos un grupo bárbaro, lo que hace que todo sea mucho más fácil. Veníamos de jugar bien contra Defensa, contra Platense y ese golpe con Banfield nos dolió, pero el grupo se unió y supimos sacarlo adelante.
¿Una de las fortalezas de este grupo es reponerse rápidamente de los golpes?
Tal cual. Para lograr grandes cosas hay que estar bien dentro del vestuario y creo que hoy tenemos la suerte de ser un gran grupo, donde todos nos llevamos bien, y eso hace que a la hora de jugar todos demos un plus. Acá todos sabemos que el compañero se va a matar por uno y que uno tiene que hacer lo mismo por el resto.
Dijiste “estoy viviendo un sueño hermoso”. ¿Por qué?
Es lo que siento desde que llegué al club porque siempre soñé con jugar en Central. Cuando debuté no tuve continuidad y me tuve que ir a Ferro, y ahora volver y estar jugando es increíble. Me pone feliz que Miguel me haya brindado tanta confianza y todo eso lo siento como algo hermoso. La alegría que tengo también es por poder responderle dentro de la cancha.
¿Esperabas tener un semestre así, más allá de que cuando se te presentaron las oportunidades las aprovechaste?
Mirá, creo que tuve un gran año en Ferro, donde crecí muchísimo, y volví con las expectativas altas, intentando mejorar lo que había hecho durante ese año para demostrarme a mí mismo que estaba a la altura de un club tan grande como Central. Obviamente uno llega con las mejores expectativas, pero fue importantísimo que Miguel me dijera que me quería tener en el equipo, fue algo que me dio una confianza enorme.
En una nota Russo dijo que te habló porque quería tenerte en la pretemporada. ¿Te acordás cómo fue ese momento?
Sí, cómo no me voy a acordar. Estaba de vacaciones porque entrené en Ferro hasta el último día y en todos lados se informó algo que no fue del todo transparente, que Ferro había comprado mi pase, por eso necesitaba aclarar esa situación, pero quedó todo en la nada.
¿Y después de eso qué pasó?
Estaba jugando al pádel y me sonó el celular de un número que no tenía agendado, atiendo y era Russo. Fue un 27 de diciembre y el 2 de enero se volvía a entrenar. Me presenté y a los pocos días ya nos fuimos para Chile. Así fue todo.
https://twitter.com/lacapital/status/1665147728844783616
¿Y qué pensaste cuando te dijo que era Russo?
No lo podía creer. Que Miguel, con todo lo que representa no sólo en Central sino para todo el fútbol argentino, llame a un pibe que venía de jugar en Ferro fue increíble. Me dijo que me había visto bien y que quería contar conmigo.
¿Qué te dio ese año en Ferro?
Me dio la posibilidad de jugar. Siempre digo que el jugar es lo que te da la experiencia y el roce. La Primera Nacional es un torneo muy duro y en lo personal me hizo crecer, incluso mentalmente. Desde que me fui, hice un cambio muy grande y hoy estoy viendo los frutos de esa experiencia.
¿Y cuando volviste lo hiciste con dudas, sabiendo que la primera es otro tipo de fútbol?
Esas dudas siempre están, pero uno se entrena todos los días para estar bien el fin de semana y por suerte las cosas están saliendo bien.
Russo ese año había seguido muy de cerca a la Primera Nacional porque tenía a Nacho jugando en Chacarita.
Si, fue así, pero a mí sólo me dijo que me había estado siguiendo, también el Colo Lussenhoff, que había estado trabajando para Estudiantes de Río Cuarto.
¿En lo personal, sentís que el partido con Unión, en el que entraste e hiciste el gol del empate, fue un click?
Sin dudas. Traté de aprovechar al máximo esos minutos para demostrarle al técnico que quería estar. Tuve la suerte de que ese día me tocó convertir.
¿Cómo vivís esta situación de que de local sos número puesto y que de visitante tu nombre es el que se pone en duda para que ingrese Komar?
Yo trato de ayudar al grupo desde el lugar que me toque. El cambio de esquema tiene que ver porque cuando vamos de visitante los equipos se atreven un poco más, pero te repito, estoy dispuesto a apoyar al grupo desde donde sea.
Giaccone6.jpg
Giacccone y Campaz fueron dos de los puntos más altos que tuvo el equipo de Russo frente a la Gloria.
Marcelo Bustamante / La Capital
¿Te sienta bien jugar con el perfil cambiado, por el hecho de tirar la diagonal y que te quede el arco de frente?
Sí. En inferiores y en reserva jugué poco por izquierda, incluso cuando debuté contra Lanús lo hice por derecha, pero en Ferro sí lo hice por izquierda. Miguel me dijo que lo más probable era que jugara por derecha y traté de adaptarme rápido y mejorar siempre.
¿En qué momento del partido sentiste que estabas ante la posibilidad de una gran noche?
Nunca lo sentí porque lo que hago es vivir cada jugada como si fuese la última. Antes que nada estoy contento porque pude completar los 90 minutos, algo que no podía lograr porque sufría mucho los calambres, pero todo lo otro son situaciones que se van dando. Te puede pasar de dar dos asistencias y hacer dos goles o que nada de eso te salga, pero son situaciones que se van viviendo en medio del partido.
¿Qué sería de este Central con una mejor performance de visitante?
Es una deuda que tenemos y sabemos que si hubiésemos ganado un par de partidos más de visitante estaríamos hablando de otra cosa. Pero estamos contentos con lo que estamos haciendo porque se ve un crecimiento enorme desde aquel debut contra Argentinos Juniors. Se trata de crecer día a día y creo que lo estamos logrando.
¿Hay tiempo todavía para aspirar a lograr esa mejora de visitante y atreverse a algo más importante?
Sí, claro. Nuestra intención siempre fue lograr que Central esté en los puestos de arriba y como dice Miguel, las grandes campañas se logran siendo fuertes de local. Ojo, no tenemos que olvidarnos que cuando empezó el torneo todos estábamos pensando en engrosar el promedio y que hoy podemos darnos el lujo de estar pensando en clasificar a una copa internacional.
https://twitter.com/lacapital/status/1665147178510155776
¿Dónde encuentran la explicación de la fortaleza de la localía?
No tengo dudas de que la gente juega. Contra Instituto por ejemplo fue increíble el apoyo constante y el empuje, pero más allá de eso somos un equipo que se hace fuerte de local y aspiramos a seguir de esa manera.
¿Tener a Russo de técnico de alguna forma les sacó algo de presión a ustedes?
Seguro. Hay muy pocos técnicos en el fútbol argentino que tengan la espalda que tiene Miguel y eso te hace jugar más suelto. Más allá de eso creo que Russo supo encontrar el momento de cada uno y aprovecharlo al máximo. Es un técnico que tiene mucha experiencia en esas cosas.
El arranque fue en séptima
Lautaro Giaccone es oriundo de San Francisco, Córdoba, y llegó a Central a los 15 años. Empezó a jugar en las inferiores en la séptima que en ese entonces dirigía Ricardo De Alberto, en sexta tuvo como técnico a Esteban Solari, en quinta a Nilo Carretero primero e Iván Potepán después y de ahí dio el salto a la reserva que dirigía el Kily González, que fue quien un tiempo después lo haría debutar en primera.