Central volvió a perder en la Copa de la Liga, se le fueron las últimas chances matemáticas de reconquistar el título y cedió un invicto impresionante de 32 partidos sin perder en el Gigante, de los cuales 26 correspondían al ciclo de Miguel Angel Russo. El saldo de la noche del jueves en Arroyito fue negativo. Sin embargo, los mismos protagonistas, el propio entrenador, resaltaron que al menos ante Barracas Central mejoraron respecto a la pobre producción anterior frente a Argentinos Juniors. Cierto. Pero el resumen es que este equipo auriazul que alcanzó la gloria está en un momento indeseado para empezar la Copa Libertadores, el jueves próximo ante Peñarol.
Es que este equipo que inesperadamente creció hasta el título en la Copa de la Liga, cuando jugaba más o menos como ahora hasta el mágico tiro libre de Ignacio Malcorra en el clásico de Arroyito, decreció en igual proporción. Más allá del nuevo triunfo ante Newell’s y de que hasta antes de Barracas mantenía chances de clasificar a cuartos de final.
Central mejoró respecto a Argentinos porque peor no podía jugar. Es cierto que pudo hacerse de otro resultado, pero perdió con Barracas Central en el Gigante, que hizo los méritos para la victoria también. Que le creó muchas situaciones, que le desnudó errores y hasta mostró a un Jorge Broun que esta vez no dio las respuestas de otros partidos, dudando en el segundo gol.
Entonces, que Jaminton Campaz haya aportado un poco más es por supuesto una noticia alentadora, pero también se equivocó feo en el gol que abrió el camino a la derrota auriazul. La sociedad con Ignacio Malcorra necesita además volver a ser más constante e incisiva y no lo logró ante Barracas.
Tampoco el doble 5, con los nombres que sea, logra hacerse de la pelota y evitar que el rival se la maneje en su zona y a sus espaldas. Un problema que este equipo de Russo viene arrastrando. A Central le siguen llegando mucho y necesita asentar de nuevo a la dupla de zagueros Quintana-Mallo, que juegue sin interrupciones para que vuelva ser una de las fortalezas defensivas.
Y arriba se le lesionó Luca Martínez Dupuy, que también necesita agarrar continuidad, y Abel Hernández por ahora entró con el pie izquierdo. Inteligente sin la pelota, como cuando le dejó el gol servido a Malcorra en el minuto de juego, pero errático cuando tuvo la chance del empate y definió como un principiante.
La Copa Libertadores por supuesto que potencia virtudes, desde lo motivacional. También errores porque se supone que los rivales son los mejores de Sudamérica. Central arrancará la Copa Libertadores con titubeos impropios de un campeón, que tiene explicación en el poco descanso que tuvo tras lograr el título, empezando con una exigencia alta como la gira en Uruguay. También en los vaivenes por la continuidad de Campaz, cuyos efectos se siguen viendo hasta hoy. En la tardanza en ponerse a punto de un jugador que se supone de jerarquía como Hernández. Y en que otros refuerzos, como Agustín Bravo y Franco Ibarra, aún tienen recorrido que hacer para ser considerados como tales.
La Copa empujará el ánimo y mucho más porque el debut será de local. La racha que traía lejos parecía de ser una mochila (y eso fue todo mérito auriazul) y perderla supone más daño que beneficio en ese aspecto. No queda otra entonces que dejar de lado lamentos y pensar en positivo, como hicieron Russo y sus jugadores tras una noche opaca en el Gigante. Lo mental puede modificar lo esencial que se hace en la cancha y debe apelar a eso para que la ilusión en la Libertadores tenga correlato con un equipo que se parezca más al que hace no tanto fue, que al que es.
Peñarol empató en el clásico
Peñarol, conducido por Diego Aguirre, es el rival canalla del jueves, a las 19 en el Gigante, y el viernes jugó el partido de la 6ª fecha del torneo Apertura que no fue uno más, sino que se trató del clásico ante Nacional. Y fue 0 a 0 en el Campeón del Siglo, lo que significó los primeros dos puntos perdidos del carbonero, que sigue líder pero ahora sin puntaje ideal. E inclusive Progreso puede igualarlo, si vence el domingo de local a Dep. Maldonado, de Marco Ruben.
Las chicas necesitan ganar
Central arrancó mal el torneo femenino de AFA, con tres derrotas al hilo, y precisa enderezarse. Este sábado, a las 15 en el Gigante, recibe a Huracán, que también perdió todo.