A 120 años de la publicación de la primera novela protagonizada por Sherlock Holmes, un sello editó en Argentina el segundo tomo de las obras completas que inmortalizan las andanzas del detective creado por Arthur Conan Doyle.
A 120 años de la publicación de la primera novela protagonizada por Sherlock Holmes, un sello editó en Argentina el segundo tomo de las obras completas que inmortalizan las andanzas del detective creado por Arthur Conan Doyle.
"Ya sabe usted, Watson, que una de las maldiciones de una mente como la mía es que tengo que mirarlo todo desde el punto de vista de mi especialidad. Usted mira esas casas dispersas y se siente impresionado por su belleza. Yo las miro, y el único pensamiento que me viene a la cabeza es lo aisladas que están, y la impunidad con que puede cometerse un crimen en ellas".
La frase, desgranada por el célebre Sherlock Holmes a su incondicional asistente, sirve para ilustrar la singularidad de un personaje que se valió de la tradición inaugurada por Edgar Allan Poe para convertirse en ícono del policial analítico de todos los tiempos.
Eterno
La leyenda, justamente, sobrevive hasta el presente, donde a pesar de la producción adocenada de thrillers sangrientos y sagas detectivescas que hoy tienen su correlato televisivo, los distintos libros protagonizados por el detective ideado por Conan Doyle desaparecen cíclicamente de las librerías.
Para saldar este déficit, el sello Del Nuevo Extremo acaba de publicar "Sherlock Holmes. Obras completas 2", un volumen de 493 páginas que completa a su antecesor lanzado en agosto del año pasado.
Hay escritores que son anulados por sus propios personajes, hasta el punto de que todo el mundo llega a saber quién es tal personaje y sus aventuras, pero ignora el nombre completo o desconoce quién es el creador del personaje: uno de ellos es sin duda sir Arthur Conan Doyle.
Sherlock Holmes, su más célebre criatura, adquirió tanta popularidad que se llegó a convertir en un mito literario, un personaje de ficción que oscureció el resto de su obra y lo convirtió en una suerte de anotador de las historias que el doctor Watson escribía sobre los casos que su jefe resolvía.
Protagonista de una serie de cuatro novelas y 56 relatos de ficción, Sherlock Holmes encarna el prototipo de investigador cerebral por excelencia que influyó decisivamente en la ficción detectivesca posterior a su aparición.
En esta oportunidad, el segundo tomo de las obras completas del personaje está desdoblado en dos partes: "El valle del terror" —subdividido a su vez en dos segmentos y un epílogo— y "Las aventuras de Sherlock Holmes".
Como demuestran los relatos reunidos en el volumen, el estilo literario de Conan Doyle es muy singular: por ejemplo, sus personajes malos son malos en todos los aspectos, sin ningún rasgo de bondad, y una simple mirada los define. Suelen ser personajes cejijuntos, rostro casi prehistórico, con rasgos primitivos y generalmente feos.
A modo de álter ego
Incluso el escritor se permitía autocriticarse en sus obras, que muchas veces ponía en boca del propio Sherlock Holmes, al referirse al modo en que escribía el doctor Watson.
"Debo admitir que usted tiene una capacidad de selección que compensa sobradamente lo lamentable de sus narraciones, porque con su funesta costumbre de considerar los casos como historias, en vez de como ejercicios científicos, ha arruinado toda una serie de demostraciones instructivas e, incluso, clásicas", le hace decir, por ejemplo, a Watson.
Paralelamente a su derrotero literario, Sherlock Holmes es una de las figuras más representadas de la historia del cine, en pugna con otras como Tarzán, Drácula, Napoleón o el mismísimo Jesucristo, ya que la obra de Conan Doyle ha inspirado una gran cantidad de adaptaciones que llegaron a la pantalla..