Cada año en la Argentina quedan en lista de espera más de mil niños que nacen
con problemas en el corazón y deben ser operados. Un tercio de ese grupo corre serios riesgos de
vida si no es intervenido antes de cumplir los 12 meses. Pero por falta de recursos, en general
económicos, las cirugías se demoran o nunca llegan. Ante esta acuciante realidad el gobierno
nacional tomó la decisión de crear el Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas que otorga
subsidios para operar en tiempo y forma.
Rosario fue escenario de una de las primeras intervenciones en el marco de este
programa . Hace dos semanas fue operado Bautista, un bebé de 14 días de vida. La cirugía de alta
complejidad se hizo en el Sanatorio de Niños, hasta el momento la única entidad privada del país
autorizada por dicho programa nacional.
El Hospital de Niños Víctor J. Vilela forma parte también del Programa Nacional
de Cardiopatías Congénitas y es uno de los centros con más experiencia en el país. El Vilela tiene
desde 1993 un servicio de cardiología y cirugía cardiovascular pediátrica, explica Liliana
Barragán, vicedirectora del efector público. Allí se realizaron 54 cirugías en el 2006 y 64 en el
2007, y se espera alcanzar las 70 este año. "La entrada al programa permitirá terminar con la lista
de espera. Además, esperamos duplicar el número de intervenciones que se realizan en nuestro
hospital", destacó la médica.
Hospitales públicos de Mendoza, Córdoba, Tucumán y Corrientes también fueron
incluidos en el plan nacional que en una primera etapa prevé cumplir con 1083 cirugías cardíacas
infantiles y en una segunda contempla otorgar fondos a los centros seleccionados para mejorar su
equipamiento.
Como la demanda supera la oferta, ya que son pocos los centros del interior del
país habilitados para estas cirugías, muchos niños deben ser derivados a Capital Federal y
provincia de Buenos Aires que concentran el 80 por ciento de las cirugías cardiovasculares
infantiles. Por eso el objetivo central del programa es optimizar la capacidad de respuesta, sobre
todo en el interior, y reducir la espera.
El panorama actual. En el país nacen 700 mil niños por año de los cuales 6.100
tienen algún tipo de cardiopatía. De ese grupo, 4.300 tienen que ser operados, pero por falta de
recursos económicos más de 1.000 no acceden a la intervención. "Con la puesta en marcha del
programa se intenta normalizar una situación compleja. Para ello se creó un centro coordinador que
define las prioridades y arma la lista con los datos que le envía cada uno de los centros
habilitados. Dependiendo de la cercanía con el lugar de nacimiento y las características del caso
decide derivar al niño a uno u otro centro", explica Javier Escalante, gerente médico del Sanatorio
de Niños, dando cuentas de la transparencia del programa.
Pedro Corvalán, cardiocirujano infantil del Hospital Víctor J.Vilela, que
también opera en el Sanatorio de Niños, aplaudió la iniciativa: "Históricamente tuvimos que derivar
chicos para que sean intervenidos en Buenos Aires, con todo lo que eso implica porque la familia
debe trasladarse a veces por largos períodos. Es más, hubo casos en los que por falta de
información o falencias en la comunicación un niño de la zona que podía ser operado en Rosario
terminó derivado a un nosocomio porteño". El especialista enfatizó: "Confiamos en que a partir de
ahora se irá normalizando esta situación", dijo a La Capital, aunque aclaró que hay
situaciones complejas que requieren que sea operado en Buenos Aires.
El médico, con más de 20 años de trayectoria en el campo de la cirugía
cardiovascular infantil, puso el acento en la importancia de la segunda parte del programa, que es
la entrega de fondos económicos a los centros habilitados para que mejoren la tecnología y el
instrumental necesarios. "En la Argentina contamos con recursos profesionales de primer nivel, con
la capacidad y la entrega de médicos, enfermeros, personal de salud en general, pero
lamentablemente por falta de decisión política o de conocimiento de quienes toman las decisiones
muchas veces no podemos resolver los problemas por cuestiones económicas, algo impensado en otros
lugares del mundo donde tienen toda la tecnología y lo que les falta son médicos con experiencia",
remarcó.
Ahora el Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas lanzado por el Ministerio
de Salud promete darle la atención que se merece a un área de la salud tan compleja como vital.