La aparición de un quiste de ovario en una consulta ginecológica, en un
principio, puede preocupar. Sin embargo no hay que alarmarse porque la mayoría son benignos y en
general responden al tratamiento con medicación hormonal. Si esto no sucede y son de gran tamaño,
pueden requerir cirugía. Uno de los síntomas más frecuente es el dolor abdominal y pelviano "al que
no hay que dejar pasar" aconsejó el ginecólogo Juan José D’ Aloisio. "La mayoría de los
quistes de ovarios son benignos inicialmente. Cuando son pequeños pueden pasar inadvertidos y al
agrandarse o cuando se complican (torsión, ruptura) pueden hacerse evidentes", explicó el
profesional.
¿Cómo se originan? D’ Aloisio explicó que normalmente
todos los meses y en cada ciclo menstrual comienza a desarrollarse en el ovario un folículo con un
óvulo en su interior, el que luego será expulsado en el día catorce del ciclo, pudiendo ser
fecundado o no por un espermatozoide.
Luego de la ruptura del folículo lo que queda en el ovario
se transforma en otra estructura que se denomina cuerpo amarillo, indispensable para garantizar el
desarrollo normal del embarazo. Si no hubo fecundación esta estructura involuciona al finalizar el
ciclo. En el próximo mes, con la nueva ovulación se formará un nuevo cuerpo amarillo.
"A veces esto no es así y el folículo aumenta su tamaño más
de lo habitual y al no producirse la ovulación puede desarrollarse un quiste folicular. También
puede suceder que ya formado el cuerpo amarillo no involucione y se forme un quiste del cuerpo
amarillo o quiste luteínico", aclaró el especialista, quien es profesor adjunto de la cátedra de
ginecología de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
Edad reproductiva. "Los quistes de ovario son frecuentes en la mujer en edad
reproductiva, que es la etapa de la vida desde el inicio de la menstruación hasta la menopausia",
explicó el médico. Uno de los grupos más expuestos a sufrirlos son las adolescentes porque su
sistema reproductivo aún no alcanzó la madurez adecuada. Si bien por lo general son benignos, el
riesgo de que no lo sean aumenta después de los 45 años.
Además de los tipos ya citados (el folicular y el del
cuerpo amarillo) el ovario puede desarrollar agrandamientos originados en otras estructuras,
pudiendo alcanzar gran volumen, más grande que en cualquier otro órgano del cuerpo. "Estos tumores
o agrandamientos pueden ser sólidos o quísticos, benignos o malignos, y pueden aparecer a cualquier
edad, desde el nacimiento hasta la vejez", dijo el profesional.
Detección temprana. Para la detección temprana de los quistes de ovario es
importante la consulta periódica con el ginecólogo. Cuando el especialista hace el examen
ginecológico de rutina notará si existe un agrandamiento de ovario. Ante esta anomalía indicará una
ecografía para confirmar si se está ante la presencia de un quiste o de un tumor sólido. Otros
estudios que también puede pedir el médico son los radiológicos y de laboratorio.
El profesional, quien también es el responsable académico
del área "Sexualidad, género y reproducción" de la UNR explicó que muchos de estos quistes
desaparecen en uno o dos meses con un tratamiento hormonal. Para detectar si esta terapia fue
exitosa se le realiza a la paciente una nueva ecografía.
Cuando los quistes permanecen y son de gran tamaño puede
ser que requieran su extirpación mediante una cirugía laparoscópica (mini-invasiva).
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Protegidas
Las mujeres que usan anticonceptivos orales en general no desarrollan quistes
porque el ovario está en reposo y no se produce la ovulación. "Entre las que no toman pastillas
existe un 25 por ciento que no ovula normalmente. Ese grupo es el que está más expuesto", manifestó
D’Aloisio.