Debido a "severos errores formales" cometidos por el juez que instruyó la causa por la denominada "tragedia del colegio Ecos" —el accidente ocurrido en octubre del 2006 en la ruta 11 cerca de Margarita, y en el que murieron nueve estudiantes y una docente de un colegio secundario porteño—, la Justicia dispuso, a seis años del hecho, que el caso vuelva a "foja cero".
Por tales errores, la Cámara de Apelaciones en lo Penal de la ciudad de Rafaela anuló la condena a Oscar Atamañuk —chofer del micro de la empresa Godoy en la que viajaban los estudiantes— que dictó en su momento el juez de Reconquista Virgilio Palud quien, según se indicó, no le tomó declaración al conductor del ómnibus siniestrado. Ese error procesal fue el que llevó a la Cámara a tomar la decisión que se conoció ayer.
La terminología de "foja cero" es porque ahora el juez que se haga cargo de la causa deberá dictar sentencia sobre algo que ya se había hecho. Ahora, la causa debe volver a la ciudad de Reconquista, donde se elegirá a otro juez para que avance con la indagatoria a Atamañuk y finalmente dicte la sentencia.
En octubre del 2011 Atamañuk había sido absuelto por el juez de Instrucción Penal de Reconquista, Jorge Galbusera, por falta de pruebas. Sin embargo, meses más tarde, la Cámara Penal de Apelaciones de Vera revocó el fallo de primera instancia que lo había absuelto. Desde ese momento, el chofer fue condenado, en primera instancia, a tres años de prisión en suspenso por el juez Palud, quien lo encontró penalmente responsable de homicidio culposo múltiple y lesiones culposas, con el agravante de conducción imprudente, negligente y en violación de las disposiciones legales y reglamentarias de un vehículo automotor.
El accidente. Los alumnos del colegio Ecos, de Villa Crespo, en la Capital Federal, constituían una delegación de 59 personas que regresaban de un viaje al Chaco para ayudar a comunidades originarias y realizar tareas solidarias en una escuela rural de los alrededores de Quitilipi. Además de las víctimas fatales, se registraron 38 heridos, algunos de los cuales fueron internados entonces en centros de salud, cuando se produjo la tragedia automovilística en el kilómetro 692 de la ruta nacional 11, cerca de Margarita, a 398 kilómetros de Rosario. El ómnibus colisionó contra un camión Fiat Iveco conducido por Angel Soto —sobre quien se determinó que presentaba 3.1 grados de alcohol en sangre, y que murió en el acto junto con su acompañante Hugo Albrecht, de 24 años. Además del alto grado de alcohol en sangre registrado en el conductor del camión, diversos testimonios coincidieron en señalar a Soto como el responsable final de la tragedia, al invadir con su vehiculo el carril norte-sur por el que avanzaba el transporte de pasajeros.
Testigos de la tragedia señalaron que el camionero —que, según se estableció, debía viajar cargado con cueros desde Reconquista a Buenos y sin embargo lo hacía en sentido contrario—, avanzaba en forma zigzagueante.
"Estoy muy triste, aunque no es bronca. Todo se maneja así al norte de Santa Fe, donde hay mucha pobreza. Esta causa tuve resonancia, pero imaginate la cantidad de casos que hay así y no trascienden", expresó Sergio Levin, papá de Lucas, uno de los estudiantes fallecidos, quien se quejó ante la prensa de la decisión de la Justicia santafesina dado que "no se puede querellar ni apelar; el único que apela es el fiscal, y el juez es un rey al que nadie le reclama absolutamente nada", afirmó.
El accidente ocurrió el domingo 8 de octubre de 2006 y recién en octubre de 2011 se dictó una sentencia de tres años contra Atamañuk. Un año después se revisó la causa en la Cámara de Apelaciones de Rafaela y se dieron cuenta del terrible error técnico que se había cometido.