Un hecho de inseguridad encendió las alarmas de la Quinta de Olivos. Un adolescente decidió saltar uno de los muros e ingresó a los jardines de la residencia oficial del mandatario. La seguridad del presidente Javier Milei detuvo al joven mientras caminaba por el patio interno.
Si bien algunos la describieron como “una travesura de un grupo de pibes”, el hecho generó preocupación entre los encargados de seguridad, debido a que el adolescente no tuvo inconvenientes para infiltrarse en la residencia presidencial.
Según describieron los propios integrantes de la custodia, el episodio se registró hace unos días y se trataría de “un desafío típico de los que se hacen por redes sociales” e indicaron que no fue hecho “con otras intenciones”, por lo que no se vivió ningún episodio de peligro.
El incidente tuvo lugar en las inmediaciones del puesto 1 de la Policía Federal, la cual se encarga de vigilar el perímetro de la Quinta, a pocos metros del ingreso a la residencia ubicado sobre la calle Villate. Una vez que los agentes de Casa Militar detectaron al intruso, procedieron con su detención en los mismos jardines.
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A pesar de que el hecho se dio a conocer en las últimas horas, habría ocurrido en los primeros días de la semana pasada. El adolescente afrontó el “desafío” y llegó a trepar el muro, pero no llegó a tener contacto con el presidente debido a que fue previamente detectado.
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Inevitablemente, se generaron roces entre las distintas facciones encargadas de la seguridad de Milei. Por un lado, Casa Militar depende de la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei, quien insiste incansablemente en la protección de su hermano y había optado por reemplazar al anterior titular por alguien de su confianza, el coronel Sebastián Ibáñez. Los cruces se dieron tras el pedido de explicaciones y responsabilidades hacia la Federal.
El antecedente reciente en la Quinta de Olivos
Esta intrusión del adolescente es la segunda que se da en los últimos tiempos, después de que una mujer ingresó a la Quinta de Olivos el año pasado. Aquel episodio abrió un foco de tensión entre la Casa Militar, la custodia interior de la residencia y la Policía Federal.
A principios de marzo de 2024, la mujer se acercó caminando bajo una lluvia torrencial a la entrada de calle Maipú, debido a que le costaba llegar al ingreso de calle Villate. Allí, engañó a un granadero que estaba como custodia al manifestarle que tenía una audiencia con el presidente.
Este hecho desembocó en modificaciones dentro de la estructura de seguridad del mandatario.