De tensa convivencia es el estado de situación que, al menos hasta ayer, imperaba en el Ministerio de Seguridad de Santa Fe, luego de días cargados de incertidumbre sobre la continuidad de su titular, Rubén Rimoldi, y de la secretaria de Administración Financiera de la cartera, Ana Morel, actores centrales de un áspero enfrentamiento por el presupuesto del área.
Sobre el mediodía, Edgardo Glavinich, subsecretario de Seguridad Pública provincial, subió a su cuenta de Twitter una foto de Rimoldi y su equipo cercano de colaboradores trabajando en la sede rosarina de la cartera. El posteo no fue casual: desde el jueves pasado, luego de reunirse al caer la tarde con el gobernador Omar Perotti y el titular de Gestión Pública, Marcos Corach, poco y nada se supo oficialmente del ministro. Entonces, los rumores adquirieron tal volumen que el propio jefe de la Casa Gris no pudo ocultar su malestar en público.
Un día antes del cónclave entre Perotti, Rimoldi y Corach, el ministro y Morel habían protagonizado un inquietante paso (el segundo en dos semanas) por la Cámara baja provincial para dar explicaciones sobre la ejecución de los fondos de la ley de emergencia para un área sumamente sensible.
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Mientras que Rimoldi permaneció callado durante prácticamente todo el encuentro, la contadora mantuvo duros intercambios con los legisladores por cuestiones de forma y de fondo. Concluido el candente debate, la oposición dio por certificada la subejecución de partidas correspondientes a la emergencia en Seguridad, cuya continuidad o no fue el eje de la cita parlamentaria.
Morel se había excusado de participar de la primera convocatoria a Diputados por motivos personales y fue Rimoldi el que debió responder los reproches de los legisladores. Cumplido ese trámite, sonaron fuertes versiones de renuncia, pero la funcionaria continuó en el cargo. Luego, la usina de rumores aventuró con un posible alejamiento del ministro.
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El titular de Seguridad y la secretaria Morel, una semana atrás, durante su tenso paso por Diputados.
Foto: Archivo / La Capital.
Morel —peronista histórica— es mano derecha del ministro de Economía provincial, Walter Agosto, y férrea defensora del presupuesto de Seguridad. De hecho, tuvo diferencias con los anteriores titulares del área Marcelo Sain (quien la desplazó del cargo) y Jorge Lagna (en cuya gestión la contadora recuperó el puesto).
Tras el convulsionado segundo paso por la Cámara baja, el propio Rimoldi abrió interrogantes sobre el futuro de Morel. “Es un análisis a hacer con el gobernador”, sostuvo en respuesta al diputado Maximiliano Pullaro, quien le preguntó si le iba a pedir la renuncia a la funcionaria.
Escenario
En los pasillos de la Gobernación insistieron ayer a La Capital en que el ministro no supeditó su permanencia —y la de su equipo— al frente de Seguridad a la continuidad de Morel en la secretaría, ni que fijó una fecha límite en ese sentido. Aunque admitieron que Rimoldi ratificó sus diferencias con la contadora. Lo cierto es que los últimos días de fricciones no hicieron otra cosa que esmerilar una gestión que debutó el 10 de agosto.
Morel, por su parte, parece haber cosechado un nuevo aval del Ejecutivo. La contadora tiene un plus: en el horizonte no se recorta nadie con un perfil capaz de constituir un posible reemplazo. No obstante, en el gobierno hay quienes siguen considerando que la exposición de la funcionaria no sintoniza con la metodología de trabajo de Perotti respecto de una problemática tan urticante como la inseguridad.
Por lo pronto, el círculo más íntimo del mandatario santafesino auscultará la continuidad de una tensa convivencia en Seguridad.