Santa Fe demostró que es diferente al resto de la Argentina en un momento de tanta agresión y crispación política. Primero, porque logramos tener una ley de necesidad de reforma de la Constitución, algo habían intentado los gobernadores desde Víctor Reviglio para acá, todos. Entonces, no es menor haber conseguido las mayorías agravadas para la reforma.
¿Por qué lo lograron?
Porque hubo mucho diálogo y actores que participaron en la construcción de consenso. Y, además, ganamos de modo contundente, construimos una mayoría. Podíamos sacar la Constitución que queríamos y, sin embargo, entendimos que no podía ser nuestra Carta Magna sino la de todos.
Unidos venía con un envión fuerte de 2024 de reformas logradas que presentaba a una fuerza que podía imponerse.
Ejercemos el poder, pero la Constitución no tiene que reflejar un momento del poder sino representar una política de Estado que tenga instituciones sólidas y perdurables en el tiempo. Entonces, desde esa voluntad y vocación política, teníamos que consensuar, escuchar, y no sólo lo entendimos nosotros sino los demás. No fuimos con una voluntad de avasallar. Sí, obviamente, de que tampoco nos avasalle una minoría.
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Pullaro celebró la aprobación de la reforma constitucional.
Foto: Gobierno de Santa Fe.
De antemano se pensaba que estaba escrita, o al menos que la iban a imponer.
Fijate cómo fue cambiando con el tiempo ese argumento tan utilizado por la oposición que, en general, votaron a favor de la Constitución el 75 por ciento de los convencionales y, en particular, el 93 % de los artículos salió con más del 67 %.
¿A qué le atribuye ese cambio?
A que tuvimos una vocación muy profunda de diálogo y de ejercicio de la democracia. También hubo muchos actores que quisieron ser protagonistas de este momento histórico. Por eso destaco a Ariel Sclafani, Rubén Pirola, quien trabajó muchísimo, Armando Traferri como jefe de un espacio político, a Diego Giuliano, quien hizo aportes importantísimos y, la verdad, que Marcelo Lewandowski, con quien nunca había compartido nada, mostró que es un tipo de Estado, que aportó y no se quedó "en la chiquita".
¿Se puede mantener esta sintonía en la política santafesina?
Intentaremos que así sea en todo sentido, porque vienen leyes muy importantes que nos tienen que tener muy juntos, ya que lo que hicimos fue algo grande que tal vez perdure 50 años.
Va cumplir casi dos años de gobernador y generalmente se dice que a mitad de mandato empieza a bajar la adhesión de la gente…
Perdón, hasta ahora nosotros la mantenemos…
Al margen de eso, ¿qué es lo que viene para su mandato?
Seguiremos con intensidad. Si la seguridad pública se mantiene y sigue bajando la violencia, como viene bajando mes a mes, tiene que venir una revolución educativa que profundice los conocimientos y una política fuerte para las infancias.
¿En qué momento se está en términos de seguridad? Hay algunos episodios de violencia pero, ¿en qué nivel los enmarca?
En términos generales, sigue estable con continuidad a la baja en comparación con el año pasado. En Rosario hay menos homicidios. Cuando tengamos el monitoreo con 5 mil cámaras con Inteligencia artificial, más la infraestructura carcelaria, estaciones policiales, los jueces y fiscales nombrados y equipamiento, ahí veremos la materialización real del producto. Pero una cosa es la política de seguridad, otra cosa son los resultados.
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¿Cuál es la diferencia?
Podés tener una política de seguridad estupenda pero, si el país es un problema, quizás no sea la palabra exacta, es muy difícil mantener los parámetros. Lo que uno tiene que tener es un método para mejorar variables de seguridad pública y de violencia en función de la realidad social y económica que vive la República Argentina.
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Foto: Gobierno de Santa Fe.
¿No puede ser una burbuja nunca Rosario?
Nunca. Pero en el mundo, cuando hay problemas económicos, aumenta el delito predatorio. Es una variable directa. Estamos notando que cambió la realidad delictiva, por lo menos aquí. No aumentó porque el delito baja, pero mutó de característica. Antes eran otro tipo de delitos, robos mucho más violentos, y hoy vemos un robo de una garrafa en un barrio, el robo de una prenda de vestir, tal vez un arrebato, etc. Indudablemente, si la economía estuviera volando, bajaría mucho más el delito contra la propiedad.
El gobierno de Milei
¿Cómo está viendo al gobierno nacional?
Con mucha complejidad. Durante 2024 logró corregir las variables macroeconómicas con mucho esfuerzo de la sociedad argentina. Pero ahora creo que el gobierno debería empezar a mirar mucho más la microeconomía y a seguir conteniendo el gasto público. Es difícil, pero se puede. Nosotros arrancamos con déficit fiscal y con deuda flotante y decían que en tres meses no iba a poder pagar los sueldos. Y, a los seis meses, estábamos ya invirtiendo 500 millones de dólares porque redujimos el costo del Estado.
¿Por ejemplo?
¿Sabés cuánto estamos pagando los medicamentos? El 80 por ciento menos de lo que se compra en una farmacia. Se dice que el Estado compra mal, que compra caro, pero acá no ocurre eso. Y en un momento en que la compra de medicamentos a nivel nacional está en agenda pública por los niveles de supuesta corrupción.
En esta etapa en que las provincias se hacen cargo de lo que la Nación abandona y que los resultados, por ejemplo en Buenos Aires ganó el oficialismo, ¿es el tiempo de los gobernadores?
Lo más fuerte es la derrota de La Libertad Avanza en Buenos Aires. Pero acá (Nicolás) Mayoraz sacó 12 puntos y salió tercera LLA. En Corrientes sacaron ocho puntos y en el resto de las provincias ninguna superó los 20. Entonces, el debate de fondo es que los gobiernos provinciales están legitimados por la sociedad.
¿Entonces?
El tiempo que viene en la Argentina, más que de los gobernadores, es del interior, que la política nacional no mire desde la Capital Federal o el Amba. En los últimos 25 años gobernaron para ese sector y es momento que se miren a las provincias, que somos las que sostenemos el Estado federal.
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Provincias Unidas quiere ser una opción lejos de kirchnerismo y Milei.
Foto: Archivo / La Capital.
Provincias Unidas
¿Y cómo piensan hacer desde Provincias Unidas para no fracasar y quedar como otros proyectos en la ancha avenida del medio?
Es que no es una avenida del medio. Esto no es ideológico, tiene que ver con la gestión y la defensa de la producción. Lo que pretendemos es que se junte el campo, la industria, la minería, la energía, el petróleo y el gas que tienen las provincias integrantes. Somos los que sostienen al país en definitiva. Hay que administrar de otra manera.
¿Cómo se convence al Amba con ese discurso federal?
A nadie le sirve que esto siga así, con este modelo. Ni al Amba ni a la Capital Federal, donde tampoco se está viviendo bien. La única manera de que la Argentina salga adelante es si logra consolidar mercados internacionales, y eso necesita desarrollo en infraestructura de todo tipo. No se puede con rutas en mal estado. Como no se puede solamente mirar el mundo financiero y no la economía familiar.
El año pasado apoyó inicialmente al gobierno nacional en ciertas leyes y hay quienes dicen que lo invalida para proponer algo distinto desde Provincias Unidas. ¿Qué contesta a eso?
Eso lo dicen los candidatos del kirchnerismo, lo dice Agustín Rossi, lo dice Caren Tepp. Entiendo que el kirchnerismo pretenda plantarse como el único opositor. Pero fui el primer gobernador que se plantó cuando aumentaron las retenciones. Y fue en febrero de 2024, cuando el gobierno tenía 70 puntos de imagen positiva.
¿En qué falla el gobierno nacional?
Está enfocado solamente de la macroeconomía y después se olvidó de la gestión en el resto de las cosas. No ha cubierto ni siquiera a los funcionarios, muchos siguen siendo lo mismo que eran de Alberto Fernández.
Con la supuesta convocatoria a gobernadores, ¿Milei llama al auxilio o es solo maquillaje mediático?
Todavía no me llamaron, con lo cual no puedo dar una opinión en concreto. Sí creo que quien debe llamar es el presidente, porque los interlocutores no han cumplido con la palabra empeñada. Indudablemente, la confianza se erosiona. Guillermo Francos es una persona muy correcta, pero se erosiona la confianza que tiene con nosotros. Cómo hago para creer que lo que me dice se va a cumplir. Entiendo que, cuando cuando convocan, hay que ir a hablar. Pero con una agenda para plantear mis problemas. Lo definiremos en Provincias Unidas.