El proyecto de presupuesto 2023 que elaboró la provincia activó una serie de consultas del intendente Pablo Javkin para lograr que los impuestos coparticipables se actualicen por el índice de inflación y Rosario no sufra una poda de ingresos en un contexto social y económico que asoma conflictivo para el año que viene.
“El presupuesto viene complicado para Rosario. Me van a ver muy activo por este tema”, se le escuchó decir a Javkin en los pasillos de la Municipalidad, en la previa a una reunión a la que se sumaron varios legisladores provinciales, todos ellos de la oposición, cuya posición final resultará clave en este tema ya que el gobernador Omar Perotti tiene una mayoría ajustada en el Senado y una minoría muy marcada en Diputados.
Si bien la discusión recién comienza, los números que marca la ley de leyes no son beneficiosos para los municipios y comunas y, específicamente, para Rosario, la ciudad más grande de la provincia y por ende la que más dinero debería recibir por el número de habitantes.
Por lo pronto, hay dos ítems que encendieron la alarma en Javkin al revisar en detalle el contenido del presupuesto: los impuestos coparticipables y el fondo para el sistema de salud de Rosario.
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El jefe del Palacio de los Leones.
Foto: Archivo / La Capital.
“Hay algunos temas que están difusos, como el fondo para la salud de Rosario. Pero vemos un claro perjuicio para los municipios y comunas, y especialmente para Rosario”, sostuvo a La Capital el senador radical Felipe Michlig.
El legislador de la UCR se sumó a la reunión que convocó Javkin en la Intendencia. En la mesa amplia que decora el Salón Carrasco, Michlig se sentó junto a los diputados Ariel Bermúdez, Fabián Bastía y Ximena Sola. También fue de la partida el ex intendente de Santa Fe José Corral.
La idea es construir músculo político para negociar con más fuerza con el oficialismo provincial en la Legislatura y sacar mejor tajada de la torta presupuestaria, que proyecta gastos por 1,87 billones de pesos, más del doble del ejercicio de 2022, que estuvo en los 820 mil millones de pesos. La brutal diferencia entre una cifra y otra es por imperio del desboque inflacionario.
Y es precisamente ahí donde están los problemas a revisar por parte de la oposición y por la que Javkin busca recoger comprensión y apoyo político.
“Hay tres impuestos que son coparticipables en la provincia: Inmobiliario, Patente e Ingresos Brutos. En los dos primeros los números están por debajo del índice inflacionario y en el tercero sí está por encima, que es justamente el que Ejecutivo provincial menos coparticipa en porcentaje”, precisó Michlig.
En el caso del impuesto inmobiliario, el reparto es 50% para municipios y comunas, y el otro 50% va a la caja provincial. Patente reparte el 90% para municipios y comunas y el 10% para la provincia. Ingresos Brutos, en tanto, reparte solo el 13,4% para municipios y comunas.
La intención de la oposición, para que los municipios y comunas no se desfinancien, es que los gravámenes coparticipables le empaten o superen a los registros inflacionarios. Ese fue el sentido que dominó la reunión de Javkin con los legisladores.
Suspicacias
Michlig relativizó, no obstante, que este encuentro se inscriba en una movida concreta, con la excusa del presupuesto, para ir aceitando el mecanismo del frente de frentes para la competencia electoral del año próximo.
Pero curiosamente, no hubo en esa reunión ningún representante del Partido Socialista (PS), el espacio que más legisladores tiene en Diputados, que por tercer año consecutivo será la Cámara revisora del proyecto, ya que el presupuesto se ingresó por el Senado.
Como reflejó la nota La Capital del domingo pasado, otro de los temas que promete una áspera discusión entre oficialistas y opositores está centrada en el plan de obras a través del dinero que ingrese por el cobro de la deuda histórica de la Nación con Santa Fe.
Es que, en esta oportunidad, debutarán en la columna de los ingresos los primeros pagos relacionados con el convenio de cancelación de la deuda nacional con la provincia por la coparticipación.
Desde que asumió Perotti en la Casa Gris, el debate por el presupuesto siempre fue un motivo de intensas pujas políticas. Es más, el de 2021 no logró una aprobación a término y la provincia tuvo que trabajar con un presupuesto reconducido hasta marzo de 2022, donde resultó finalmente aprobado.
“La premisa es que tengamos un presupuesto en tiempo y forma, pero para eso tenemos que corregir y discutir algunos números que por ahora no cierran”, sentenció Michlig.