Organizaciones sociales se movilizaron ayer en Buenos Aires para reclamar justicia por la Masacre de Avellaneda, en la que murieron los jóvenes Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, producto de la represión policial durante una protesta hace veinte años.
Por segunda día consecutivo, las marchas y concentraciones tuvieron lugar entre el puente Pueyrredón -uno de los puntos de acceso a la Capital Federal- y la ciudad de Avellaneda, donde Kosteki y Santillán fueron abatidos por la policía el 26 de junio de 2002 en medio de las protestas populares ante la crisis social y económica que atravesaba Argentina.
Por el hecho, dos ex policías de la provincia de Buenos Aires fueron condenados a cadena perpetua y otros seis sentenciados a condenas menores, pero los organismos sociales, nucleados bajo la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (Utep), continúan demandando a la Justicia que se condene a los responsables políticos.
“Los responsables políticos siguen impunes hasta hoy. Las causas judiciales no avanzan, ya presentamos 14 testigos a prestar declaración testimonial, donde han descripto situaciones particulares relacionadas a las órdenes para aquella jornada represiva”, indicaron las agrupaciones sociales durante la lectura de un documento.
Por su parte, Leo Santillán, hermano de Darío, reclamó que el crimen lo cometió el Estado y debe ser investigado.”Hubo una orden y una planificación que salió desde el gobierno de Eduardo Duhalde con todos sus funcionarios”, afirmó el hermano del militante asesinado.
Las organizaciones sociales también apuntaron contra el actual ministro de Seguridad argentino, Aníbal Fernández -que en ese momento ejercía el cargo de secretario general de Presidencia- y el ex canciller Felipe Solá, quien fue gobernador de la provincia de Buenos Aires entre 2002 y 2007.
Kosteki y Santillán fueron asesinados en las inmediaciones y en el hall de la ex estación Avellaneda del Ferrocarril Roca, tras una brutal represión en las que las fuerzas de seguridad dispararon balas de plomo contra quienes habían salido a las calles a reclamar por “trabajo digno, alimentos y planes de trabajo”, en el contexto de la crisis económica y social del 2001. Durante el enfrentamiento resultaron heridas 90 personas y más de 150 quedaron detenidas.
Tras este episodio y con la crisis en alza, Duhalde adelantó en seis meses las elecciones presidenciales, al 27 de abril de 2003.
Darío Santillán (de gorro blanco) asiste a Maximiliano Kosteki, que ya había sido baleado. A su lado, con una escopeta, el comisario Alfredo Fanchiotti. Foto: Pepe Mateos.
El ex comisario Alfredo Fanchiotti y el excabo Alejandro Acosta fueron condenados a reclusión perpetua en 2006 tras ser encontrados culpables de doble homicidio agravado por alevosía y siete tentativas de asesinato, según el dictamen de la Justicia.
El sábado se desarrollaron distintas actividades que incluyeron la tradicional Marcha de Antorchas desde la ex estación Avellaneda, que lleva desde 2013 el nombre de los dos jóvenes asesinados, y culminaron con la vigilia popular previa a cada 26 de junio.
En la protesta de ayer se reclamó además por “trabajo y salario, contra el hambre y la pobreza. Porque también son 20 años que bajo todos los gobiernos perdimos los trabajadores”.
Además, el documentalista Patricio Escobar proyectó un cortometraje que funciona como adelanto de la segunda entrega de “La crisis causó dos nuevas muertes”, filme que analiza el rol que tuvieron distintos medios de comunicación durante aquella jornada.