La Plaza Lavalle de Buenos Aires volvió a reunir manifestantes pidiendo por una reforma judicial que pregona el propio presidente Alberto Fernández, y que impulsa el kirchnerismo, pero continúa trabada en el Congreso. Organizaciones gremiales (CTA, sectores de la CGT), movimientos sociales, de Derechos Humanos, y dirigentes del ala cristinista del frente gobernante exigen la remoción del vértice del sistema: la Corte Suprema de Justicia, que funciona en el cuarto piso del histórico palacio de Tribunales. Ya el 1º de febrero pasado una multitud desbordó la plaza pidiendo la cabeza de los cortesanos; este jueves se volvió a cubrir la plaza para reiterar el pedido. Y se agrega además el impulso de una ampliación en el número de miembros del máximo tribunal, la paridad de género, y un referéndum popular que valide la propuesta que por ahora no cuenta con las mayorías parlamentarias necesarias para abrirse camino en el Parlamento.
El acto se concretó desde un pequeño escenario en la esquina de Talcahuano y Lavalle con la lectura de un duro documento que redactaron las organizaciones convocantes, y que fue expresado por los actores Alejandra Darín y Daniel Fanego. Bajo el título “Por una justicia democrática e independiente, juicio político y remoción de la Corte Suprema de Justicia”, el manifiesto recordó la épica movilización popular que impidió (hizo retroceder) el fallo de la Corte del “2x1”, luego dejado sin efecto con una ley que el Congreso dictó de urgencia en medio de fuertes movilizaciones callejeras.
“Miles de causas duermen, con sentencias que nunca llegan, o llegan tarde”, leyeron los actores desde el escenario, vivados por los militantes, que pidieron “que se vayan”, por la Corte actual, reducida a un mínimo histórico de cuatro miembros. Entre ellos dos santafesinos: su presidente, Horacio Rosatti, y el rafaelino Ricardo Lorenzetti, que fuera el titular del tribunal por más de una década, y que luego cedió el puesto clave a Rosatti.
Entre las muchas imputaciones contra la Corte, según las organizaciones gremiales convocantes, se destaca “la ilegitimidad de origen de dos los miembros del cuarteto actual, Rosatti y Carlos Rosenkrantz, que fueron nombrados por decreto por el entonces presidente Macri”, aunque luego de siete meses de asumir en esas condiciones, fueron revalidados por el Senado de la nación, tal cual indica la Constitución nacional.
Siempre según el texto que leyeron los experimentados actores, la actual Corte Suprema produjo “un enorme daño a los trabajadores, amañaron causas, falsearon testigos”. “Estamos dominados por un sistema de ‘injusticia’ que produjo una ruptura del pacto democrático vigente desde 1983”, agregaron.
Uno de los impulsares, desde el Congreso, del movimiento callejero para desplazar a la Corte y reformar la justicia, el diputado Leopoldo Moreau, señaló hoy que con el apoyo del Embajada de los Estados Unidos, “los grupos dominantes de la Argentina dejaron de reclutar generales y coroneles y en su reemplazo reclutan jueces y fiscales para llevar a cabo maniobras de desestabilización contra los movimientos populares, como quedó en evidencia en la Argentina contra Cristina Kirchner y también en Brasil, donde por segunda vez en la historia (el único antecedente fue el caso de Mandela en Sudáfica) una comisión de Naciones Unidas aceptó que Lula Da Silva fue víctima de persecución judicial sesgada, que le impidió presentar su candidatura presidencial ( en ocasión del triunfo del actual presidente Bolsonaro).
Con todo, Moreau considera que el sistema de persecución política judicial en la Argentina es de mayor envergadura que la ocurrida en Brasil.
Para el movimiento que promueve un cambio radical en la cúpula judicial, “la Corte se ha convertido en la muralla de la impunidad del macrismo, en los tiempos se han dictado fallos vergonzosos, como el del juez (Pablo) Bertuzzi puesto a dedo por Macri diciendo que el aparato de ilegal de espías organizados desde la misma Casa de gobierno, fue producto del accionar de ‘espías cuentapropistas’”
“Hay un descarado accionar de la justicia en favor de Macri y de Juntos por el Cambio”, concluyó.
Con la movilización callejera, el Frente de Todos (FdT) agrega un espacio de acción política a la tarea del Senado de la nación, donde ya se discute un ley para reformar la composición de la Corte, que por ahora se expresa en cuatro proyectos, tres de los cuales son impulsados por partidos provinciales aliados, que no integran el interbloque del FdT.
La apuesta a coronar el impulso político reformista en un referéndum popular (no necesariamente vinculante), que podría nacer desde el Congreso o del mismo Ejecutivo nacional, representa la novedad con que el oficialismo intentará superar el escollo, por ahora insalvable, de su insuficiencia numérica en la Cámaras. Para el caso de nominar nuevos cortesanos, se requiere de una mayoría agravada de los dos tercios de los presentes: un cifra inalcance con la actual paridad política legislativa.