Y seis días después de su último discurso público, coincidente con la inesperada renuncia del ex ministro de Economía Martín Guzmán, Cristina Kirchner volvió a hablar desde su pago chico, El Calafate (Santa Cruz). En ese marco, calificó al episodio Guzmán como “intempestivo, de gran irresponsabilidad”. Confirmando el nuevo momento de comunión política con el presidente Alberto Fernández, desde el sábado pasado, cuando se reiniciaron las conversaciones entre las dos figuras principales, la vice puso el cuerpo y su discurso desde “dentro” del frente gobernante y parece decidida a dar por terminadas las chicanas desde “fuera” del núcleo de decisiones que orbitó en la Quinta de Olivos y la Casa Rosada, como ocurrió al menos en los últimos 90 días.
La ruidosa caída de Guzmán desguarneció aún más al presidente pero, a su vez, obligado en la debilidad, le posibilitó este encuentro con Cristina. Y un nuevo relanzamiento alrededor de la nominación de Silvina Batakis para Economía, por ahora muy resistida por los factores de poder.
Con la crítica lapidaria _lo trató de “desestabilizador institucional”_ al ex ministro en el que el presidente había puesto muchas expectativas, y ubicando a Alberto como víctima de la insólita renuncia por un tuit, sin enterarlo con antelación como para elegir a su reemplazante, Cristina se posiciona junto a Fernández, manifiesta que “quiere ayudar”, “discutir ideas”, a la vez que se aleja de cualquier mención agresiva respecto del accionar del equipo del gobierno nacional.
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La temporada de “los ministros que no funcionan” y el “usá la lapicera”, ha concluido. Empieza la fase final del Frente de Todos (FdT), con vistas a 2023, donde el conflicto y el debate político tomarán otras formas, pero no ya la dominante desde el verano hasta hoy. “No voy a revolear a ningún ministro”, abundó Cristina.
Junto al intendente de El Calafate, Javier Belloni; el ministro de Educación de la Nación, Jaime Perczyk, y la gobernadora de Santa Cruz, Alicia Kirchner, Cristina arrancó sus casi 40 minutos de discurso reivindicando a Aerolíneas Argentinas, “que debería sumar en sus balances lo que ganan los hoteles, los restaurantes, las pistas de esquí, etc”, en referencia a la dependencia estratégica que tienen muchos sitios turísticos del país de la frecuencia del servicio de avión. “Les pido a los que se quejan de Aerolíneas que carguen las rentabilidades empresarias a lo largo y a lo ancho de la Argentina de todo el sector turístico”, indicó.
Por lo demás, la vicepresidenta celebró la política de promoción turística del PreViaje y pidió alejarse de los dogmas “de derecha o de izquierda”. Y agregó una sugerencia: “Para el nuevo PreViaje me gustaría que el gobierno convoque a la cámara hotelera para acordar políticas de precios, porque el sector turístico ha sido uno de los que más contribuyó a la conformación del índice inflacionario”.
Debemos autoconvocarnos para la construcción de una Argentina con paz social” Debemos autoconvocarnos para la construcción de una Argentina con paz social”
También la ex presidenta volvió a dedicar un tramo de su discurso al tema de los programas sociales, un debate político abierto en el FdT, que Cristina ya había abordado en sus dos últimas presentaciones públicas en Avellaneda y Ensenada.
En este caso, reivindicó a su cuñada, que fuera su ministra de Desarrollo Social. Los planes, que en 2003 eran 2,2 millones (Jefas y Jefes), creados por el presidente transitorio Eduardo Duhalde), terminaron siendo 220 mil en 2015, mayoritariamente enmarcados en los programas Argentina Trabaja y Ellas Hacen.
Los elogios para su cuñada continuaron al señalar que Santa Cruz está entre las nueve provincias que tienen superávit en dólares (producen más de lo que consumen por importaciones). Y que incluso, por habitantes, es la segunda provincia en territorio de la Argentina, está primera en dólares por cápita de superávit en el país. La primera provincia con superávit de dólares en la Argentina es Santa Fe, unos 12 mil por año. Explicados, mayoritariamente, en el cordón portuario con la ciudad de Rosario como epicentro.
Con el tema dólar, Cristina no dejó pasar la oportunidad de señalar que la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Caba) es la que más dólares consume de la Argentina, 7 mil, y está última en el balance entre los 24 distritos.
“Se pueden hacer políticas mejores, no porque soñemos con utopías sino porque las hicimos”, definió en El Calafate.
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Volviendo sobre un tema que la ocupa en todas sus presentaciones, Cristina insistió sobre el problema sin solución de la economía bimonetaria de la Argentina. Pidió un debate que exceda al FdT, “en serio, de los problemas que existen en un mundo donde todo tiende a agravarse”.
Y agregó: “Ni yo voy a renunciar a mis ideas ni le voy a pedir a nadie que renuncie a las propias, pero tenemos que encontrar un punto de coincidencia común. De lo contrario, no habrá Argentina para nadie”.
En ese sentido, concluyó: “Sin rencores, pero con muchas ideas y con mucha esperanza de que podemos hacerlo, debemos autoconvocarnos para la construcción de una Argentina con paz social”.
Día de la Independencia
En tanto, Fernández encabezará hoy en Tucumán el acto oficial por el 206º aniversario de la Declaración de la Independencia y luego entregará la vivienda número 50 mil a nivel nacional.
El acto por el Día de la Independencia se llevará a cabo en la Casa Histórica de la provincia norteña, en la capital San Miguel de Tucumán.
Oposición
A su vez, distintas protestas políticas opositoras están convocadas hoy en la ciudad de Buenos Aires y otros puntos del país, en el marco de la conmemoración del Día de la Independencia.
Por un lado, militantes de partidos políticos de izquierda marcharán, desde las 14.30, hacia la Plaza de Mayo, mientras que sectores denominados “independientes y autoconvocados” llamaron por redes sociales a reunirse, a partir de las 16, en el Obelisco y otras plazas en el interior del país.
En las redes sociales se viene difundiendo en los últimos días una convocatoria bajo la denominación de “banderazo” con las etiquetas #9J y #YoVoy, entre otras.