Un dramático llamado a la lucha contra el hambre en el mundo lanzaron los líderes de 40 países que participan de la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), inaugurada ayer en Roma, Italia.
Un dramático llamado a la lucha contra el hambre en el mundo lanzaron los líderes de 40 países que participan de la cumbre de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), inaugurada ayer en Roma, Italia.
"Apenas 30.000 millones de dólares anuales" serían necesarios para extinguir el hambre y la desnutrición, aseguró el director general de la FAO, Jacques Diouf.
Jefes de Estado y de gobierno de más de 40 países acudieron a la capital italiana para encontrar soluciones a la crisis del hambre global, que según datos de la FAO afecta a 862 millones de personas en todo el mundo.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, exigió en su discurso inaugual medidas valientes, decididas y sobre todo vinculantes en la lucha contra la crisis alimentaria. La grave crisis en torno a los precios de los alimentos es una oportunidad para recapacitar sobre estrategias de prevención, declaró Ban.
Está claro que debe hacerse algo de inmediato contra los altos precios, pero también es importante a largo plazo mejorar la seguridad alimentaria mundial, agregó el surcoreano, que advirtió que el hambre alimenta la ira, la fragmentación social, las enfermedades y el declive económico.
El presidente egipcio, Hosni Mubarak, reclamó una "sociedad universal" de los miembros de Naciones Unidas: un diálogo internacional entre importadores y exportadores de alimentos y energía es una necesidad imperiosa, sostuvo.
La escalada de los precios de los alimentos básicos intensificó el problema del hambre y la subalimentación a escala mundial. Las principales causas del fenómeno son las siguientes:
u La población mundial, actualmente de 6.700 millones de habitantes, crece diariamente en más de 200.000 personas, con el consecuente aumento de la demanda no sólo de alimentos, sino también de tierra, agua y energía.
u El creciente bienestar en las grandes economías emergentes como China, India y Brasil lleva a que nuevos sectores de población se incorporen a la clase media con una dieta más cárnica. La cría de animales lleva a la tala de bosques para tener mayor espacio de pasturas y cultivo de forraje.
u La espiral de precios es también incentivada por especuladores bursátiles, que logran que incluso con una producción mundial de granos aproximadamente similar se coticen a precios cada vez más altos.
u Los costos crecientes de la energía encarecen tanto el trabajo agrícola, como el transporte y la elaboración industrial de alimentos.
u La producción de biocombustibles incide negativamente en la oferta de alimentos, en particular en el caso del etanol derivado del maíz, que en Estados Unidos se produce utilizando un 80 por ciento de la cosecha de ese país.
u Las medidas proteccionistas de los países ricos como Estados Unidos y la Unión Europea dificultan el acceso a esos mercados de productos agrarios de países en desarrollo. l