Desde el Consejo Interuniversitario Nacional advierten que si la política del gobierno nacional no cambia en relación a la educación pública, las universidades nacionales podrían terminar siendo aranceladas.
La falta de presupuesto, los bajos salarios y la ausencia de paritarias ponen en jaque el normal funcionamiento universitario
Leonardo Vincenti / La Capital
El Consejo Interuniversitario Nacional alerta sobre la posible paralización del segundo cuatrimestre.
Desde el Consejo Interuniversitario Nacional advierten que si la política del gobierno nacional no cambia en relación a la educación pública, las universidades nacionales podrían terminar siendo aranceladas.
El sistema universitario público argentino enfrenta una de las peores crisis de las últimas décadas. La falta de presupuesto actualizado, la pérdida del poder adquisitivo de los salarios y la ausencia de paritarias han puesto en jaque el normal funcionamiento de las universidades nacionales.
Oscar Daniel Alpa, presidente del Consejo Interuniversitario Nacional y rector de la Universidad Nacional de La Pampa, expresó en diálogo con Mdz que la situación se fue agravando durante el primer cuatrimestre de 2025.
A pesar de que se esperaba una estabilización gracias a una inflación más baja, ocurrió lo contrario: los salarios siguieron perdiendo poder adquisitivo y los recursos siguieron congelados. Alpa señaló que es el segundo año consecutivo sin presupuesto universitario por parte del gobierno nacional.
Frente a este escenario, el Consejo Interuniversitario Nacional alerta sobre la posible paralización del segundo cuatrimestre. La inflación y el desgaste laboral están generando un profundo malestar entre docentes y no docentes, mientras los estudiantes también sufren la falta de becas. "Estamos preocupados por lo que va a pasar en el segundo cuatrimestre de 2025", expresó Alpa.
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Asimismo, Alpa reconoció que no sabe cuál es la intención del presidente Javier Milei, pero advirtió que, si la situación continúa, ese será el camino inevitable. Aunque mandatario prometió garantizar la gratuidad, Alpa indicó que "si seguimos así vamos hacia el arancelamiento".
El rector cuestionó además la falta de diálogo, de planificación y de voluntad política para sostener el sistema educativo público. "No sé si el planteo es un desgaste, si realmente al gobierno no le interesan las universidades nacionales como concepto del Estado nacional", dijo, y remarcó que para funcionar adecuadamente se necesitaría al menos un 108% más de lo que actualmente transfiere la gestión libertaria.
El panorama, según Alpa, no tiene precedentes. Aunque comparó la situación actual con la década del 90, hizo una importante distinción: "En los 90 teníamos la Ley de Educación Superior, con muchas críticas, pero había una política sobre cómo querían el sistema universitario. Con Milei todavía no vemos ninguna política. Solamente reducir, cortar, sacar y vetar".
La pérdida de docentes está llevando al cierre de cátedras y a la unificación de comisiones, una medida que, según Alpa, deteriora aún más la calidad académica. Si el escenario no cambia, advirtió, el segundo cuatrimestre y el próximo año podrían traer consecuencias aún más graves.
Alpa expresó: "Lo que está pasando es un desarmado de políticas públicas en todo sentido. Pasó un año y medio y lo que estamos haciendo es bajar la calidad educativa y perder futuro para el país".
La crisis universitaria no solo compromete la formación de miles de estudiantes, sino que pone en cuestión el rol estratégico del conocimiento y la investigación en el desarrollo nacional. La falta de inversión educativa, sostiene Alpa, está sembrando un escenario cuyos efectos podrían sentirse durante las próximas dos décadas: "El sistema tardará 20 años en recuperarse".