El accidente registrado el jueves en el sur provincial, en el que un asaltante
murió y otro resultó herido, puso en crisis a una banda interprovincial de piratas del asfalto
integrada por rosarinos y nicoleños y que en los últimos 40 días habría pegado una docena de golpes
en Santa Fe y Buenos Aires.
Todo salió a la luz a partir del trágico accidente que sufrieran cerca de J. B.
Molina, en el departamento Villa Constitución, dos integrantes nicoleños de esa gavilla cuando
huían de la policía tras cometer un hecho en jurisdicción de la localidad bonaerense de Ramallo.
Claudio Jesús Fernández murió en el lugar y Mariano Falcón quedó parapléjico tras sufrir la
fractura de dos vertebras.
Mientras eso ocurría, la Brigada de Investigaciones rosarina detuvo a un
compinche local de la gavilla. Fue el mismo jueves cuando los investigadores detuvieron la marcha
de un Peugeot 206 con dos pasajeros en su interior. Uno de ellos era Luis Alberto P., de 25 años y
domiciliado en la zona oeste de la ciudad, quien era buscado como sospechoso de haber participado
de un atraco en la autopista Rpsario-Córdoba. De sus tres antecedentes prontuariales se desprende
que no tenía la talla para caminar con hampones del pedigreé de los accidentados. "Los cerebros son
los nicoleños, quienes reclutaban patas locales para dar golpes puntuales", indicó un vocero (ver
aparte).
La última tentación. El último golpe de la banda tuvo final cinematográfico. El
miércoles por la tarde un camión cargado con calzado y prendas deportivas Reebook fue achicado por
los hampones a la altura del kilómetro 211 de la autopista Rosario-Buenos Aires, en jurisdicción de
Ramallo. Allí no sólo redujeron al chofer del camión sino que también lo hicieron con dos guardias
privados que escoltaban la carga en un Chevrolet Corsa. Mientras parte de la gavilla se llevó
retenidos al camionero y a los empleados de seguridad, el resto se ocupó del camión. Lo condujeron
hasta un campo sobre la ruta 188, cerca del límite entre San Nicolás y Pergamino, en jurisdicción
de General Conesa.
En ese lugar redujeron al casero, al que ataron a su cama, y comenzaron a
reducir el botín en los galpones del lugar. Pero algo falló. Un móvil de la comisaría de Conesa vio
el camión, dio el alerta y todo se precipitó. Entocnes dos de los ladrones se subieron a un
Volkswagen Suran y salieron a toda marcha del campo cubriendo la huida a tiros. Ya en jurisdicción
de J. B. Molina, dos kilómetros dentro del departamento Villa Constitución, cruzaron a elevada
velocidad una loma y el vehículo se incrustó de frente en un profundo zanjón tras dar innumerables
vuelcos.
Cuando la policía llegó al lugar sus ocupantes estaban fuera del auto.
Fernández, quien llevaba puesto guantes de látex quirúrgicos, estaba muerto. Falcón, como podía,
trataba de escapar arrastrándose. Entre objetos y documentación que los involucró en los últimos
tres golpes de la banda, había un Fusil Automático Liviano (FAL) calibre 7.62 y una pistola calibre
9 milímetros. Las dos armas con numeración.
Arma robada, auto mellizo. Con los datos de las armas, los pesquisas
establecieron que la pistola tenía pedido de secuestro por haber sido robada a un policía de la
localidad bonaerense de Mercedes en julio de 2008. Del FAL se desconocía su origen y se peritaba si
los guarismos que presentaba eran originales. Sobre la VW Suran, patente FRT 256, pudo
saberse que estaba a nombre de una mujer domiciliada en Capital Federal, quien al ser contactada
dijo que la tenía estacionada frente a su casa, con lo cual se deduce que es un vehículo
mellizo.
En territorio bonaerense se estima que esta banda perpetró en los últimos 40
días cinco golpes en la zona de San Nicolás, uno en Ramallo, uno en Arrecifes y se investiga un
octavo golpe en Baradero. Al norte del arroyo Del Medio pegaron al menos cuatro golpes más.
La biografía delictiva de los hampones nicoleños caídos en desgracia, según
fuentes bonaerenses, indica que en algún momento integraron la banda de José Omar Marcatelli y el
desaparecido Amadeo Guillermo Massara, quienes tuvieron antecedentes prontuariales en Santa Fe,
Córdoba y Buenos Aires. “Son tipos que han pateado juntos, pero una vez que caen presos
cambian de junta”, dijeron. Los voceros indicaron que Fernández, de 27 años, y sobre el cual
pesaba un pedido de captura por robo calificado y privación ilegítima de la libertad del juzgado de
Garantías Nº 2 de esa ciudad bonaerense, tenía la mayoría de sus antecedentes en la zona de
Pergamino.
Criminal. El sobreviviente Mariano Falcón, quien quedó postrado en cama tras
sufrir la fractura de dos vértebras en el accidente del jueves, tiene 35 años y ayer seguía
internado en el hospital San Felipe de San Nicolás. Quedó acusado por portación de arma de guerra y
el homicidio culposo en accidente de tránsito de su compinche.
El antecedente más pesado de su carrera data de 2006, cuando fue condenado a 16
años de prisión por participar de un asalto que terminó con el crimen de Nicolás Sabanés, la
madrugada del lunes 8 de diciembre de 2002.
Sabanés tenía 22 años y trabajaba en la planta faenadora La Esperanza, ubicada a
15 kilómetros de San Pedro. Junto a su hermano estaba por viajar a Carcarañá para comprar lechones
cuando se toparon con la banda que integraba Falcón. El maleante nicoleño fue detenido a las pocas
horas de haber protagonizado el hecho tras presentarse en el hospital San Felipe con una herida de
bala. Los médicos tuvieron que operarlo y días más tarde logró huir del centro asistencial a pesar
de que su habitación estaba fuertemente custodiada. El mismo día la policía logró recapturarlo.