Un joven de 21 años fue asesinado a balazos la noche del viernes cuando junto a un amigo llegaron a bordo de un auto hasta la zona de Uriburu y avenida de Circunvalación, en la zona oeste de la ciudad y en un lugar sin edificaciones y muy mal iluminado, con la supuesta intención de encontrarse con unas personas con las cuales iban a cerrar la compraventa de un vehículo. Sin embargo, dijo el sobreviviente, fueron emboscados y desde otro rodado los atacaron a tiros sin darles tiempo siquiera a empezar la negociación. Los primeros indicios sobre este nuevo crimen están teñidos de oscuridad por donde se los mire, aunque sólo conocer el nombre de la víctima fatal y la denuncia pública de un familiar, le dan un claro tinte narco que deberá ser develado por los investigadores.
El parte oficial sostiene que alrededor de las 22.30 del viernes ingresó al Hospital de Emergencias un joven de 23 años llevando en su auto a un amigo que había recibido varios balazos. Mientras el herido era ingresado a quirófano, quien lo llevó y se identificó como Facundo F., sostuvo ante los policías del destacamento del centro asistencial que su amigo se llamaba Milton Ricardo Álvarez y tenía 20 años, datos que después se comprobarían como falsos. En la denuncia, el joven explicó que habían llegado hasta el cruce de Cricunvalación y Uriburu para reunirse con una gente con la que se habían contactado previamente con la intención de comprar un vehículo, pero que al arribar les dispararon sin darles tiempo a nada y que escaparon para ponerse a salvo.
Lo cierto es que quien ingresó al Heca como Milton Álvarez tenía un balazo que le atravesó el hemitórax izquierdo provocándole lesiones internas que determinaron su deceso poco antes de la medianoche. Poco después, al mismo hospital llegó una mujer que se identificó como Mirta Graciela R. y pidió ver el cadáver del supuesto Álvarez ya que la habían anoticiado de que su hijo había sido llevado al centro asistencial malherido y que murió mientras era operado. Así las cosas, la mujer reconoció el cuerpo y dio la verdadera identidad de la víctima: Jeremías Jesús Villalba, de 21 años y afincado en Magaldi al 9800, en el barrio Tango del oeste rosarino.
Denuncia por TV
Con la identidad del joven esclarecida, el trasfondo narco del homicidio empezó a tomar color. Es que los investigadores, por el lugar donde vivía el joven asesinado, lo ligaron a un clan narcofamiliar que actúa en esa zona de la ciudad cercana al estadio mundialista de hóckey y que tiene a varios de sus integrantes muertos y a otros detenidos por diferentes causas narco.
Como si eso fuera poco, el canal Crónica TV de Buenos Aires puso al aire el mediodía de ayer la comunicación con un preso que ocultó su nombre real y se hizo llamar Pablo y que dijo a los periodistas ser tío del asesinado Jeremías Villalba. Entonces denunció a Julio “Peruano” Rodríguez Grathon, el narco piloto comercial que cumple dos condenas en el penal federal de Ezeiza, como instigador del homicidio de su sobrino y quien tiene amenazada de muerte a toda su familia. Esa amenaza se habría originado cuando los Villalba, en 2021, perdieron un cargamento de 12 kilos de cocaína que el Peruano les había provisto y nunca pagaron, por lo que les exige 200 mil dólares o más muertes.
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La pérdida de la droga esta relacionada con un operativo realizado en septiembre de 2021 y que fue encabezado por el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, quien en el marco de una investigación por narcotráfico conducida por la fiscal de San Nicolás Verónica Marcantonio que conectaba a Rosario con esa ciudad bonaerense, desembarcó en la ciudad con sus tropas. Entonces llevó adelante una saga de allanamientos en los que apresó a los hermanos Julio y Gonzalo Villalba, secuestró unos 12 kilos de cocaína cuyos paquetes tenían el símbolo de un delfín (marca relacionada a un narco salteño sindicado como uno de los principales proveedores de droga desde el noroeste argentino), 20 kilos de marihuana, armas de fuego, chalecos antibalas, balanzas de precisión y handies con la frecuencia policial.
Además de los hermanos Villalba, uno de los cuales habría sido el interlocutor de Crónica TV en el informe de ayer, los bonaerenses apresaron a Juan Ramón Altamiranda, a quien le incautaron tres kilos de marihuana y está sindicado por trasladar la droga desde Rosario hasta Buenos Aires; y en San Nicolás fueron apresados Claudia Patricia G. y su hijo, acusados de vender al menudeo la droga proveniente de Rosario.
La hora de las balas
Tras ese operativo, al menos tres parientes de los Villalba fueron asesinados salvajemente en hechos que se vincularon a una venganza. Martín Villalba, quien se movilizaba en silla de ruedas y tenía 35 años, fue ejecutado en Yaguareté al 800 el 4 de marzo 2022; la madrugada del 23 de junio de ese mismo año fueron baleadas Carmen Villalba, de 53 años, y su hija Marlén, de 15, en Ugarte al 700, un antiguo punto de venta de drogas controlado por parte de la familia.
Allí supo vivir Marcela “La colorada” Villalba, detenida en la cárcel de Ezeiza tras ser procesada por narcotráfico. En los tres hechos relatados, personas consultadas por La Capital en el barrio Tango de la zona oeste dijeron que si bien eran de la misma familia no tenían relación con el entramado narco que rodea a la otra parte del clan.
Un dato llamativo en la denuncia que hizo el preso en su descargo televisivo es que a la frustrada operación por la venta de un auto que le costó la vida a su sobrino Jeremías la noche del viernes, no sólo fue la víctima con el joven que más tarde lo trasladó hasta el Heca sino también otro familiar suyo, al que identificó como Enzo Godoy, y que habría sido herido en el hecho y secuestrado por los atacantes, por lo que “es posible que aparezca muerto en cualquier momento”.
Tiros en Hostal del Sol
En otro momento el supuesto preso identificado como Pablo dijo en la denuncia pública, en la que incluso hizo mención a sus conversaciones con fiscales del Ministerio Público de la Acusación de Rosario, que un ataque perpetrado el jueves a la noche contra una vivienda del barrio Hostal del Sol donde residen otros de sus familiares está ligado a la misma saga de amenazas hechas por el Peruano Rodríguez Granthon.
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Se refirió entonces al hecho ocurrido cerca de las 21.30 de anteayer cuando desde un auto bajaron varios hombre armados que irrumpieron en una finca de Punta Quebracho al 9200 y dispararon contra los dos ocupantes de la finca sin mediar palabra. Como consecuencia de los balazos Juan José D., de 35 años, recibió disparos en el abdomen y un brazo por lo que fue trasladado al Hospital de Emergencias, donde debió ser operado y anoche permanecía en estado delicado; mientras que Brian S., de 19 años, fue alcanzado por proyectiles en la pierna izquierda, el muslo y el brazo del mismo lado y fue derivado al Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria.
Los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) encontraron en la casa cinco vainas servidas calibre 9 milímetros y la fiscal de Homicidios Dolosos Gisela Paolicelli ordenó las primeras medidas investigativas, entre ellas confirmar las versiones que indican que ese ataque puede estar vinculado con el crimen cometido un día más tarde en Uriburu y Circunvalación y que tuvo a Jeremías Villalba como víctima.