“Quedó cerrado el círculo sobre los autores”, enfatizó el fiscal Adrián Spelta durante una audiencia en la cual imputó a Germán “Macarrón” L., de 21 años, la coautoría material del crimen de Mauro Nicolás Barrionuevo, quien tenía 15 años cuando fue asesinado en octubre de 2018 en la puerta de su casa y en el marco de disputas territoriales por el narcomenudeo en barrio Parque Casas. Junto al acusado, a quien se le dictó prisión preventiva por el plazo de ley, están detenidos e imputados David Maximiliano “Taguali” L., y Alejando Nahuel “Pechocho” L.
“Macarrón” fue detenido el lunes por la Policía de Investigaciones (PDI) en Nuevo Alberdi. Lo buscaban como uno de los tiradores de la balacera desatada el miércoles 21 de octubre de 2018 a las 22.30 frente a una casa de Pizzurno al 1900 donde estaba Barrionuevo junto a un hermano, un vecino y su madre.
Según los investigadores, “Taguali”, “Pechocho” y “Macarrón” hicieron al menos una pasada previa intimidante por el lugar en un Citroën C3, lo que fue visto por testigos, incluso la madre de la víctima.
“Tené cuidado que arriba del auto está «Pechocho»”, advirtió la mujer, conocedora de los conflictos previos y tras olfatear alguna situación violenta mandó un WhatsApp a un brigadista de la PDI de Fiscalía para pedirle patrullaje preventivo.
La secuencia y las caídas
Según el fiscal Spelta, el auto era conducido por Axel G. y como acompañantes iban Adrián G. y los tres imputados: “Tras pasar en reiteradas oportunidades detuvieron la marcha en Pizzurno y Superí, descendieron y con armas de fuego efectuaron detonaciones contra Mauro Barrionuevo y quienes estaban con él”.
“Esta conducta marca una clara intención de darle muerte a las cuatro personas, objetivo que consiguen porque uno de los disparos impactó en el cráneo de Mauro, que falleció al otro día” agregó el fiscal.
Luego de la balacera el conductor del auto abandonó a sus cómplices. “Taguali” fue alcanzado por el padre de la víctima, quien lo redujo a la espera de la policía; “Pechocho” cayó el 27 de noviembre en una casa de Tablada en la que hallaron dos armas y fue acusado por el crimen de Barrionuevo y el de Nicolás Cóceres, acribillado el 9 de septiembre.
En base a entrevistas a testigos directos del ataque, vecinos y familiares de Barrionuevo que identificaron a los agresores por sus apodos, el fiscal le atribuyó a Germán “Macarrón” L. el delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en concurso de la portación ilegítima de arma de fuego de uso civil. Y solicitó la prisión preventiva del imputado por el plazo de ley, ante la gravedad del delito, el peligró procesal (familiares del chico denunciaron amenazas) y la posibilidad de fuga. Fue en una audiencia imputativa en la cual, apenas separadas por una fila de asientos, estaban la madre del acusado y la de la víctima atrás.
No estaba el el lugar
A su turno, la defensora pública Marianela Di Ponte cuestionó la calificación del hecho por el agravante de la portación del arma de fuego ya que al ser detenido “Macarrón” no las tenía. Puso en duda la veracidad de los dichos de los testigos y citó una entrevista con la madre de su defendido en la cual la mujer le afirmó que el día del hecho salió de su casa para buscar a su hijo pequeño y vio como el padre de la víctima perseguía a Maximiliano y le decía: “Aguantátela que vos mataste a mi hijo”.
En contraposición aseveró que “Macarrón” estaba en la casa junto a su pequeño hijo y su mujer porque tenía que dormir para ir a trabajar. Y que no tiene relación con su medio hermano “Taguali”, quien en realidad era el que mantenía conflictos con el padre de Barrionuevo. La defensora recalcó que Germán L. no tiene antecedentes penales, que se vio obligado a abandonar el barrio por amenazas, igual que su madre y solicitó la libertad con restricciones y una caución de 8.000 pesos, o se le otorgue la prisión domicilia con tobillera electrónica.
En virtud de la carga incriminante, el juez Donnola rechazó la pretensión de la defensa y acogió la calificación legal esbozada por el fiscal y dispuso la prisión preventiva de Macarrón por el plazo de ley.