"Sólo quieren mis propiedades", declaró ante el fiscal el viudo de Rosana Galliano
José Arce, detenido como presunto instigador del crimen de su esposa, la ex modelo Rosana Galliano,
negó ayer haber encargado el homicidio y afirmó que no conoce a los testigos que dijeron que pagó
para que la ejecuten. "Sólo quieren mis propiedades, quieren plata y quieren a mis hijos", gritó
Arce, de 53 años, al entrar a la fiscalía de Zárate-Campana, a cargo de Marcelo Pernici, para
prestar declaración indagatoria.
23 de abril 2009 · 01:00hs
Buenos Aires.— José Arce, detenido como presunto instigador del crimen de su
esposa, la ex modelo Rosana Galliano, negó ayer haber encargado el homicidio y afirmó que no conoce
a los testigos que dijeron que pagó para que la ejecuten. "Sólo quieren mis propiedades, quieren
plata y quieren a mis hijos", gritó Arce, de 53 años, al entrar a la fiscalía de Zárate-Campana, a
cargo de Marcelo Pernici, para prestar declaración indagatoria (ver aparte). El hombre había sido
detenido en su vivienda la tarde del martes junto a su mamá, Elsa Aguilar, de 76 años, sospechada
de entregar el dinero para que su hijo contratara a los asesinos.
Arce declaró durante dos horas ante el fiscal Pernici bajo la acusación de
homicidio agravado por el vínculo y al igual que en sus anteriores indagatorias aseguró ser
"inocente" y dijo que no tuvo nada que ver con el asesinato de su mujer. Cuando el fiscal le
mencionó los nombres de los testigos clave que lo incriminaron, "dijo no conocer a ninguno", afirmó
su abogado, Ramiro Rúa. "Ninguno de esos testigos es preciso ni claro en cuanto a cómo fue el pago
o cuánto se pago. Algunos dicen 20 mil, otros 5 mil, otros 200 mil dólares. Son testimonios
irrelevantes, sin ningún tipo de crédito, es gente que dice haber escuchado", afirmó Rúa.
Sin embargo, hay una testigo que declaró ante el fiscal que presenció una
reunión entre Arce, su madre y Gabriel Leguizamón, el mecánico que está sindicado como autor
material del hecho. Según ese testimonio, la mujer escuchó cómo Leguizamón pedía un arma a través
de un Nextel, luego se reunió con Arce y su madre y después dijo: "Bueno, ya está todo arreglado".
De acuerdo con Rúa, "Arce negó haber estado presente en cualquier tipo de pago" y, a su entender,
"ningún testigo lo certificó" ante el fiscal.
Los sicarios. Sobre la relación que mantenía con los hermanos Gabriel y Pablo
Leguizamón, Arce explicó al fiscal que "era a través del taller mecánico (de los Leguizamón) que se
fue generando una especie de amistad", dijo Rúa. Y que "la relación de esos hombres con Rosana
quedó muy clara cuando Arce contó que ella iba a la casa de Gabriel y era amiga de Luciana, su
esposa".
Ahora el fiscal debera definir si dicta la prisión preventiva de Arce, quien
seguirá detenido. En tanto, para hoy está previsto que declaren la madre de Arce y el mecánico
Pablo Leguizamón, mientras que el viernes lo hará Gabriel Leguizamón.
Pruebas y rastros.Por otra parte, el fiscal Pernici aseguró que existen
"elementos suficientes" para creer que Arce, su madre y los Leguizamón participaron del homicidio y
que pidió sus detenciones porque temía que pudieran "alterar rastros". "Hay tres mil fojas en el
expediente y un conjunto de situaciones que, para esta altura del proceso, son suficientes para las
detenciones", dijo ayer el fiscal.
Rosana Galliano fue asesinada de cuatro balazos la noche del 16 de enero de 2008
en su casa del barrio cerrado El Remanso, en el partido de Exaltación de la Cruz. La mujer cenaba
junto a su hermana cuando recibió un llamado de Arce a su celular. Como no tenía señal debió salir
de la vivienda y entonces fue asesinada por un sicario escondido entre los arbustos.
A más de un año del hecho, la situación del viudo y del resto de los detenidos
cambió drásticamente en los últimos meses debido a la declaración de dos testigos que los
vincularon al crimen. Pero también se sumó el hallazgo de vainas y plomos iguales a los encontrados
en el cuerpo de la víctima. Fue a comienzo de año en un descampado vecino a la casa de los
Leguizamón. Eran cápsulas servidas calibre 11.25 de la misma marca que la usada en el crimen.
Por eso, la hipótesis más firme hasta ahora es que Arce les encargó el crimen a
los hermanos Leguizamón, uno de los cuales actuó como sicario. En esta línea, el principal acusado
habría pagado 20.000 dólares que fueron aportados por su madre.