El hombre de 37 años que hace dos semanas agredió a su pareja en un departamento del microcentro y en una temible acción baleó un colectivo en el que la mujer trató de escapar sigue prófugo, a pesar de que los investigadores monitorean sus posibles paraderos focalizados en provincia de Buenos Aires. Además de que la propia víctima lo describió como un "narco", se hallaron proyectiles de alto poder de fuego en el departamento que alquiló temporalmente en Laprida al 800 y los vecinos del lugar alertaron sobre su conducta sospechosa, se determinó que tenía un pedido de captura activo de la provincia de Buenos Aires por delitos contra la propiedad.
La unidad de Violencia de Género del Ministerio Público de la Acusación (MPA) trabaja con sigilo un caso que no parece limitarse sólo a un grave hecho de violencia de género tras el violento e inusual incidente ocurrido en pleno centro rosarino la mañana del sábado 30 de julio.
Todo se desencadenó ese día cuando una joven de 25 años se subió presurosa al interno 198 de la línea 127 en Laprida y San Juan, rogó que alguien le marcara el boleto y se sentó. Unos minutos antes había mantenido una fuerte discusión con Luciano R. y escapó del departamento que compartía con él en Laprida 882 luego de solicitarle a un vecino que le abriera la puerta del edificio.
"Tenía el ojo negro" relató a este diario un testigo de esa situación que además refirió acerca de los movimientos extraños en torno al agresor. "Se movilizaba en una moto de alta cilindrada, transaba en la calle, y por los incidentes violentos dentro del departamento hubo una denuncia y varias reuniones de consorcio", enumeró.
Y la peligrosidad del misterioso prófugo quedó demostrada cuando desde la calle a la altura de Mitre y 3 de Febrero disparó un arma de fuego y al menos un proyectil impactó en la puerta delantera del colectivo al que había ascendido su novia, pero sin provocar otras consecuencias más que las materiales.
En ese momento se desencadenaron momentos de pánico, y rápidamente llegaron varios móviles de la Patrulla Urbana. La víctima aportó datos del agresor y los móviles policiales abarrotaron la cuadra de Laprida al 800 en busca del Luciano R.
Algunas personas indicaron que el joven había ingresado al edificio. Entonces los uniformados verificaron piso por piso en procura de su detención. Al llegar al 7º B no había rastros del inquilino. En lugar la policía se topó con material altamente sospechoso que se podrían vincular a actividades delictivas.
Como un comando
Así se halló un chaleco balístico con placas delantera y trasera sin ficha técnica con una funda marca Swat, una réplica de pistola calibre 9 milímetros negra con cachas marrones, dos cajas de municiones marca Magtech, una con 41 proyectiles calibre 3.80, y la otra con 41 calibre 45, material balístico con alto poder de fuego.
También acopiaba un corta candados de 60 centímetros de largo, una notebook marca Dell, una netbook marca HP, un DNI a nombre de Alejandro Luis G., y una licencia de conducir de Gonzalo Agustín R.
Esas evidencias elevaron el nivel de sospecha sobre el peligroso perfil del inquilino. Entonces la fiscal Luciana Vallarella, de la unidad de Violencia de Género compartió información del material balístico hallado con sus pares de Delitos Económicos y Complejos, donde se aglutinan las pesquisas de las balaceras y atentados a viviendas de jueces o funcionarios judiciales que tuvieron en sus manos alguna etapa de la causa de Los Monos.
Pero según fuentes cercanas a la pesquisa ese entrecruzamiento de datos dio resultado negativo, lo cual descartó de plano que algunos de los proyectiles secuestrados pudieran haber sido utilizados en los ataques armados que mantienen en vilo al gobierno santafesino.
Con prontuario
Hasta el momento se pudo determinar que el fugaz vecino de Laprida al 800 que es oriundo de Pergamino, donde reside su familia. De acuerdo a los informes oficiales de los organismos de investigación, cuenta con antecedentes penales por delitos contra la propiedad y las personas, por lo cual tiene un pedido de captura activo de esa ciudad del norte bonaerense.
Sin embargo hasta el momento se desconoce su paradero a pesar de las silenciosas medidas y tareas de inteligencia que ordenó la unidad fiscal de Violencia de Género. Aunque se manejan algunas pistas firmes en torno a sus movimientos, se mantienen en estricta reserva para no frustrar la investigación.
Hace dos sábados tras una fuerte discusión, Luciano R disparó al 127 donde iba la chica en Mitre y Tres de Febrero