El sospechoso del doble femicidio en Punta Norte, en la ciudad de Santa Fe, se entregó esta noche cerca de las 21 en la comisaría décima. El acusado de las muertes de Verónica Ramírez (34 años) y su hija Valentina, de 10 años, quienes fueron asesinadas a puñaladas, era intensamente buscado por las fuerzas policiales desde el domingo al mediodía, luego de que fueran encontradas muertas las mujeres. El presunto femicida tenía una relación de pareja con la víctima.
El presunto femicidia se entregó voluntariamente pasadas las 21 de este lunes en la comisaría décima, que está ubicada en Estanislao Zeballos y Gaboto, según afirmó Aire de Santa Fe y fue confirmado por las autoridades de la Unidad Regional I.
La hermana del principal sospechoso contó que el hombre se presentó en su vivienda a las 10.45 del domingo y reconoció que había matado a su expareja. “No sé qué pasó, lo único que me dijo fue que “la mató”. Quise retenerlo para entregarlo, pero cuando vio que agarré el celular salió corriendo”, expresó María en una entrevista radial con el mismo medio. Desde ese momento, el hombre de unos 30 años permanecía prófugo.
La última vez que María vio a Valentina y Verónica con vida fue el sábado a la tarde, cuando llegaron a su casa acompañadas de su hermano. “El hasta ese momento no había estado tomando”, detalló la mujer, ya que su hermano tiene antecedentes de adicciones con estupefacientes y con bebidas alcohólicas, según su relato. “Cuando él estaba con la nena no tomaba, estaban bien y no peleaban”, aseguró.
María agregó que tanto viernes como sábado su hermano no se presentó a trabajar. “No tengo explicación, palabras para darle a la familia, sé que no basta, que no va a calmar el dolor de nadie y que nos mató a todos”.
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A pesar de la constante situación de violencia a la cual estaba expuesta, Verónica no poseía botón de pánico y las peleas siempre terminaban en perdón. “Ella no entendía razones porque siempre vivimos estas cosas en mi familia las mujeres”, agrego María.
Sobre el brutal fin que sufrió Valentina, María se animó a suponer que la nena habría intercedido en defensa de su madre durante el ataque. “Yo lo denuncié muchas veces, porque me hacía problema en mi casa delante de mis hijos, no me lo recriminaba, porque sabía que lo único que me importaba eran mis hijos”, señaló.
“Jamás pensé vivir esto”, reiteró la tía de Valentina, madre de cuatro chicos, en torno al vínculo que mantenía con su hermano.