Este martes a la mañana se realizó la reconstrucción de uno de los casos de violencia de género más estremecedores de los últimos tiempos en Rosario. Se trata del hecho que puso al borde la muerte a la docente María Noelia S., quien fue rociada con combustible y quemada por su pareja, Carlos M.. El hombre se encuentra con prisión preventiva imputado de tentativa de homicidio agravado por violencia de género y tenencia de arma de fuego.
El procedimiento judicial de esta mañana se realizó en el departamento en el que vivían María Noelia y Carlos M., en Ayacucho al 1700, y que fue el escenario del terrible episodio. La medida se cumplió con el acusado y su defensor presentes y también bajo supervisión de la fiscal Paolicelli. Además, se montó un importante operativo de seguridad en la zona con efectivos del Comando Radioeléctrico, del Cuerpo Guardia de Infantería y del Servicio Penitenciario Provincial, éste último encargado de la custodia y traslado del imputado.
La causa judicial marcha hacia el juicio oral y público, pero aún restan cumplir pocos pasos procesales como la presentación de la acusación y poner fecha para la audiencia preliminar.
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El hecho que se debatirá en el juicio sucedió el 28 de julio de 2021. En ese entonces, María Noelia era docente en el Colegio Misericordia. Ese día, Carlos M., se comunicó con el 911 y dijo que su pareja intentó quitarse la vida en el departamento que compartían, en Ayacucho y Cochabamba. Una ambulancia del Sies trasladó a la víctima hacia el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez donde quedó internada en estado gravísimo.
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Poco después, la coartada de Carlos M. se fue desmoronando y quedó al descubierto que el episodio se trató de un intento de femicidio y quedó detenido. El 1º de agosto la fiscal Gisella Paolicelli le imputó formalmente ese delito y también la tenencia indebida de un arma de fuego. El caso de María Noelia tuvo amplia repercusión en los medios, especialmente cuando trascendieron todas las maniobras que intentó realizar Carlos M. para desviar la atención y hacer pasar el caso como un intento de suicidio. Familiares, amigos y allegados a la docente realizaron varias concentraciones frente al Heca para realizar cadenas de oración y también para pedir justicia y que el responsable pague con cárcel.
Con el paso del tiempo, la víctima se pudo recuperar lentamente de las lesiones y según fuentes del MPA se constituyó como querellante en la causa judicial.