Una sucesión de robos con inhibidores de alarma se dieron en la última semana en dos estaciones de servicio que se encuentran a la vera de la autopista Rosario - Buenos Aires, de acuerdo a lo que consignaron las propias víctimas a La Capital.
El caso más reciente ocurrió esta mañana e involucró a Regina Sujovirsky Depetris, periodista rosarina, y su compañero de trabajo, Pablo Lafuente, quienes denunciaron un llamativo robo durante el tiempo en que estuvieron en la estación de servicios que la empresa Shell posee en la autopista Rosario-Buenos Aires a pocos metros del peaje de General Lagos.
"Cargamos nafta y decidimos hacer un par de compras y buscar agua para el mate. Dejamos el auto, un Volkswagen Vento, estacionado; fuimos al minishop y al regresar en no mas de cinco minutos comprobamos que nos habían robado todo", contó a La Capital Depetris.
"Lo más llamativo es que ni las puertas ni ventanillas del auto estaban violentadas, es decir que usaron algún dispositivo electrónico", agregó.
La periodista denunció que le sustrajeron ropa, parte del equipaje y una computadora Apple Mac en la que almacenaba todo su trabajo. Lo mismo sufrió Lafuente. Depetris afirmó que, más allá de los objetos materiales, lo que más la indignó fue la "indiferencia" del personal de la estación de servicio.
"Nos trataron con indiferencia absoluta, no se hicieron responsables de nada. Tuvimos que llamar nosotros a la policía y recién ahí pudimos hacer la denuncia. Les pedimos que nos muestren las imágenes de las cámaras de video. Habían pasado pocos minutos y se podría haber visto quien cometió el robo", remarcó Depetris.
La periodista dijo que pidió hablar con el encargado del establecimiento, pero que eso no pudo ser posible.
"Primero me dijeron que llegaba a las 9. Cuando les dije que lo iba a esperar, me salieron con que estaba en Buenos Aires. Fue muy mala la predisposición que tuvieron para con nosotros. Ni siquiera dejaron ver las filmaciones a la propia policía", agregó.
Depetris dijo que su intención era ratificar la denuncia ante la Fiscalía de Flagrancia y Delitos de Rosario, y reclamó que se investigue no sólo por el percance que sufrió esta mañana "sino también porque este no sería el único caso que ocurre en ese lugar".
El otro hecho ocurrió el jueves pasado cuando Alberto, un profesional rosarino que volvía desde Capital por razones laborales junto a otros compañeros, denunció haber sido víctima de un robo en la YPF que se encuentra a la altura de San Pedro. Allí, según contó, decidieron parar para tomar un café y cuando regresaron al auto, se encontraron con que les faltaban los abrigos, bolsos y hasta un maletín.
"Eran cerca de las seis de la tarde cuando decidimos parar. Como había muchos coches, estacionamos frente a los surtidores", relató Alberto, quien precisó: "No habrán pasado más de diez minutos cuando subimos a la camioneta y nos dimos cuenta que nos habían sacado todo, menos la documentación del auto".
Asimismo, Alberto aseguró que para sorpresa de todos los ocupantes del BMW, las cerraduras "no estaban forzadas y el auto estaba todo abierto", de modo que sospecharon de un posible robo mediante el uso de "algún dispositivo" inhibidor de alarmas y cerraduras.
Por otra parte, lamentó que no haber realizado la denuncia correspondiente porque "no teníamos ningún elemento, ya que nadie vio nada y tampoco hay cámaras que apunten hacia ese sector donde estaba el auto estacionado".