El fiscal federal Federico Reynares Solari pidió este miércoles para Jonatan “Gordo” Brezik, quien afronta dos juicios en simultáneo en la Justicia federal y provincial, una pena única de 30 años de prisión como organizador de tráfico de estupefacientes en la modalidad de comercio agravado por la intervención de tres o mas personas y de forma organizada. Para la acusación, en el juicio oral que comenzó el pasado 10 de abril se probó que Brezik, desde su lugar de detención en la Unidad Penitenciaria 7 de Resistencia (Chaco), organizaba el comercio al menudeo en distintas zonas de Rosario “con dominio territorial, ejercicio de la violencia y dominio simbólico por hacerlo a nombre de otros”.
El hombre, a quien los pesquisas vinculan a la banda de Los Monos, también está siendo juzgado en el fuero provincial por haber instigado el asesinato de Carlos Rodrigo Sánchez, mano derecha de Esteban Lindor Alvarado, acribillado en marzo de 2020 en la zona oeste de la ciudad.
Ante los ojos de la fiscalía, en la causa federal quedó en evidencia que Brezik manejaba “una franquicia territorial” habilitado por Máximo Ariel “Guille” Cantero, el líder de Los Monos, para vender drogas en distintos puntos de Rosario y ejercer violencia sobre los miembros de la banda que no respondían sus órdenes. A esas personas se les aplicaban medidas ejemplificadoras para que el resto de los integrantes de la banda observaran qué les podía pasar en caso de no acatar los mandatos.
En uno de los audios que se escucharon en el desarrollo del juicio, Brezik le da la orden a Brandon Emanuel Méndez —integrante del grupo delictivo— para que “corrija” a vendedores que le habían fallado. “Llevate a los dos. Al de Ludueña pegale y al otro no. Y después, al que no le pegaste, decile: «ves, esto es lo que te puede pasar si te haces el pícaro»”. Esa violencia no sólo se materializaba con amenazas concretas, golpizas y torturas, sino que quedaban reflejadas en videos y en conversaciones telefónicas. En el allanamiento a su celda del penal federal chaqueño, a Brezik le secuestraron un celular en el que se encontraron referencias concretas a los hechos investigados.
Pedido de penas
En su alegato final, Reynares Solari también solicitó una pena de 6 años de cárcel para Thalía Karen Cevilan, y de 7 años y 6 meses para Brandon Emanuel Méndez como coautores de tenencia de estupefacientes con fines de comercialización agravado por la intervención de tres o más personas de forma organizada. En tanto, para Marianela Romero y Carla Melani Lingua pidió una sanción de 3 años y 6 meses al considerarlas partícipes secundarias; y para Lucas Aníbal Aguirre, requirió 4 años de cárcel como autor del mismo delito.
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El próximo martes será el momento de los alegatos de las defensas y se estima que el Tribunal Oral Federal 3 integrado por Eugenio Martínez, Mario Gambacorta y Osvaldo Facciano podría dictar sentencia un día más tarde.
Según la acusación, Brezik dominaba la organización no sólo en el aspecto económico y logístico (controlando por ejemplo las rendiciones de cuentas de sus subordinados de modo exhaustivo) sino que incluso los dominaba infundiendo el miedo a través de golpizas que ordenaba y que monitoreaba en persona mediante su celular dictándole a sus secuaces las palabras concretas para intimidar y amenazar a las víctimas.
Para la investigación, Thalía Cevilan era la encargada de llevar la contabilidad del negocio ilegal aunque también acopiaba, fraccionaba y distribuía la droga a los vendedores al menudeo. Méndez, por su parte, era el tercer eslabón en el organigrama de la banda como encargado de llevar la droga a los diferentes puntos fijos de venta bajo la órbita de Cevilan y recibía órdenes de Brezik para corregir alguna conducta inadecuada de los vendedores mediante amenazas o golpes y además vendía al menudeo. Sebastián Luján, Marianela Romero y Carla Melanie Lingua, por su parte, eran vendedores al menudeo.
Venta de droga y muerte
La acusación sobre Brezik en los Tribunales Federales se originó en una pesquisa del fiscal federal Claudio Kishimoto y del investigador fiscal Franco Benetti, de esa misma oficina, quienes el 17 de febrero de 2020 recibieron información obtenida en una escucha judicializada que exponía que el Gordo tenía avanzado un plan para matar a una persona (luego identificada como Brian Cingolani) por una disputa territorial de venta de drogas en la zona del barrio Casiano Casas. Frente a eso el fiscal federal se comunicó con sus pares provinciales a cargo de Homicidios para advertir sobre la posibilidad de un hecho de sangre.
Al día siguiente de que llegara la información al Ministerio Público de la Acusación (MPA) provincial se viralizó un video grabado con un celular en el que una mujer llamada Karen Falcon era sometida a una feroz golpiza. La persona que grabó el video, para ser utilizado como elemento disciplinador, fue Thalía Karen Cevilan. La acusación contra Falcon era “haberse quedado con un resto” de droga para la venta.
En ese marco, para la acusación la asociación ilícita que comercializaba drogas en Rosario y ciudades vecinas funcionó entre el 20 de febrero y el 15 de mayo de 2020, cuando se hicieron allanamientos ordenados por los fiscales provinciales en los que se incautaron estupefacientes y hubo ocho personas detenidas, entre ellas el Gordo Brezik.
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En el operativo se secuestraron celulares, ropa, proyectiles de distintos calibres, una balanza de precisión, un poco más de 100 gramos de cocaína fraccionada, 20 gramos de marihuana, sustancia para estiramiento y fraccionamiento de droga y un revólver calibre 38 además de dinero en efectivo y documentación de interés para la causa.
Los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra, a cargo de esa causa, notificaron del secuestro de estupefacientes a la Justicia federal y siete personas fueron indagadas como parte de la organización criminal y quedaron detenidas. Asimismo, los fiscales provinciales imputaron a Héctor Brezik, hermano de Jonatan, por el asalto a un remisero al que le robó un Renault Logan rojo utilizado en el crimen de Carlos Rodrigo Sánchez. Por ese hecho Héctor cerró hace tres semanas en un proceso abreviado una pena de 5 años y 4 meses por el robo del auto y como partícipe secundario del homicidio.
Rodrigo Sánchez
Saltando de fuero, la tarde de este jueves continuarán las audiencias en el juicio oral y público en el Centro de Justicia Penal donde los fiscales Schiappa Pietra y Edery acusan al Gordo Brezik como instigador desde la cárcel del asesinato de Carlos Rodrigo Sánchez, de 44 años, ladero de Esteban Lindor Alvarado. La víctima fue emboscada cuando manejaba su camioneta Toyota Hilux por Wilde y Urquiza, a metros del Jockey Club, el mediodía del 19 de marzo de 2020.
Junto a Brezik en ese juicio fue acusado Rodrigo Nicolás “Cepe” Benítez, sindicado como integrante de una facción de la banda de Los Monos con directa injerencia en Villa Gobernador Gálvez liderada por Héctor Daniel Noguera, conocido como “El gordo Dany”.
Los fiscales pidieron para Brezik 22 años de condena por robo y homicidio agravados en carácter de instigador, y para Benítez 25 de prisión como autor de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y portación de arma de guerra.
Brezik está detenido en la cárcel federal de Resistencia (Chaco) donde cumple una condena a 17 años y 10 meses años de prisión por tráfico de drogas y al comenzar el debate en la Justicia provincial fue presentado como “hermano de crianza” de Guille Cantero, el multicondenado jefe de Los Monos.