Leandro Agustín Altamirano y Brian Ezequiel Gruning fueron condenados a 19 y 18 años de prisión respectivamente como coautores del asesinato a balazos de Matías Hernán "Cuatrerito" Franchetti, efímero jefe de la barra brava de Newell's Old Boys. Tres años después del ataque fatal, un tribunal compuesto por las juezas Paula Alvarez, Patricia Bilotta y Mónica Lamperti dictaron sentencia como coautores del delito de homicidio simple agravado por el uso de arma de guerra y en el caso de Altamirano se le sumó la portación del arma.
Hace dos semanas, al comenzar el juicio, la fiscal Marisol Fabbro había solicitado 24 y 20 años de prisión respectivamente por lo que las penas son sensiblemente menores a las pedidas por la responsable de la acusación.
El "Cuatrerito", de 26 años, fue asesinado a balazos la tarde del 7 de junio de 2016 cuando salía del Coloso del Parque por la puerta número 6. A diferencia de otros homicidios con tinte mafioso en la ciudad, a los atacantes dos policías que estaban de franco los capturaron rápidamente, a una diez cuadras de la escena del crimen.
La caída en desagracia de Diego "Panadero" Ochoa, apresado en agosto de 2013, marcó una reformulación de la jefatura del paravalanchas leproso que terminaría en una sangría con exiliados y asesinados. Tras la salida del "Panadero", preso y condenado en la cárcel de Piñero, quien se subió al paravalancha principal fue "El chivo" Saravia, otrora ladero de Ochoa.
Hacia 2015 "El chivo" tenía como laderos a "Cuatrerito" y a Maximiliano Ezequiel "Cabezón" La Rocca. Pero esa formación rápidamente se disolvió por el exilio de "El chivo", y por ataques sangrientos que terminaron con la muerte de "Cuatrerito" y "Cabezón", el 7 y el 28 de junio de 2016 respectivamente. Antes de morir los últimos fueron brevemente iluminados con la jefatura de la barra.
Franchetti estuvo varias veces implicado en causas por comercio de drogas. Cumplió una condena de 3 años de prisión por tráfico de cocaína en la causa "Carbón Blanco", en la que también fue condenado por la Justicia Federal de Chaco (tras ser extraditado desde España) el fundador del Club Real Arroyo Seco, Patricio Gorosito. Horas antes de su asesinato, Franchetti se había hecho con el control de la hinchada leprosa.
Culpables y mecánica
Leandro Agustín Altamirano tiene 34 años y fue presentado al momento de ser imputado como un changarín que solo terminó la escuela primaria. Brian Ezequiel Gruning tiene 26 años. Es pintor de obra y terminó la secundaria. Para la acusación era quien manejaba la moto desde la cual dispararon sin piedad contra Franchetti.
Según logró reconstruir la acusación, el día del asesinato la pareja de Franchetti recibió un llamado que le indicaba que a las 14 buscarían a "Cuatrerito" para ir al estadio Marcelo Bielsa. Dos horas y media más tarde, al salir del Coloso por la puerta número 6, frente al Palomar, dos hombres en moto —Gruning conduciendo y Altamirano disparando según la acusación— lo atacaron a balazos. La autopsia determinó que el cuerpo tenía doce orificios de bala.
Sobre la base de la declaración de testigos, las descripciones y el contenido de las cámaras de vigilancia, la fiscal Marisol Fabbro estableció que Altamirano fue quien vació el cargador de una pistola para ultimar a Franchetti. En la acusación sostuvo que el crimen fue producto de la disputa interna de la barra brava de Newell's y cuando la víctima salía por la puerta 6 del estadio.
"Cuatrerito" fue asesinado cuando subía a un Citroën C3 en el que estaban "Chivo" Saravia y Rubén Giro. En la reunión que habían tenido minutos antes en el club también había participado "El cabezón" La Rocca.
Si bien una cámara de video vigilancia ubicada en la puerta principal de ingreso al club no captó el momento de la ejecución, si grabó el paso de la moto con los atacantes que tomaron en contramano por avenida Morcillo hasta bulevar Oroño. Un policía que estaba franco de servicio y presenció la escena dio el alerta.
Tras una breve persecución, en la que los atacantes se despojaron de una mochila con una pistola Bersa en su interior, efectivos del Comando Radioeléctrico los detuvieron en 27 de Febrero y bulevar Oroño.
Ayer al mediodía los integrantes del tribunal entraron a la sala 9 del Centro de Justicia Penal, donde se percibía la tensión de los familiares de víctimas y victimarios en el mismo recinto. La jueza Alvarez encendió el micrófono y en poco menos de cuatro minutos leyó la condena: Altamirano recibió 19 años y Gruning 18. El público escuchó en un profundo silencio la lectura que sólo se rompió con sollozos a ambos lados de la barra.