Un agente de la brigada operativa de la Policía de Investigaciones (PDI) fue imputado este lunes por distintos delitos. Se trata de Gabriel Alejandro Flores, de 45 años, investigado en una causa en la que está sospechado de brindar información a una banda criminal. Cuando lo detuvieron le secuestraron un arma de fuego con numeración borrada, que no había reportada como manda su deber, y también indumentaria de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), que se presume utilizaba para delinquir. Quedó preso por el plazo de tres meses.
La última semana de enero, se registraron cuatro denuncias por mensajes intimidantes con un punto en común: todos mencionaban a la Tropa de Operaciones Especiales, blanco de amenazas, reproches y acusaciones de distinto tipo. Investigando esos hechos, el fiscal Pablo Socca sospechó que los ataques habían tenido como motivación delatar el vinculo de un integrante de la fuerza con alguna banda criminal.
Siguiendo esos pasos, apareció el nombre de Gabriel Alejando Flores, un policía de 45 años que fue detenido el jueves pasado en la vía pública cuando se dirigía a trabajar como oficial de la Policía de Investigaciones. En el bolso que llevaba indumentaria de esa división pero también de la TOE, fuerza que no integra desde octubre de 2020. Por orden del fiscal, además, fue allanada su casa de Pacheco al 500, zona norte de Rosario, donde la Unidad Especial de Asuntos Internos secuestró una pistola calibre 9 milímetros. Todo ese material, al igual que su teléfono celular, quedó a disposición de la Justicia como evidencia para la investigación de fondo donde Flores aparece sospechado de relacionarse a una banda narco.
Por lo pronto, este lunes Socca le imputó la tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra, encubrimiento agravado por ser funcionario público, omisión de investigar, incumplimiento de los deberes de funcionario público y usurpación de autoridad. Por el hecho de haber tenido un arma con numeración borrada, lo que implica un delito, el fiscal le imputó no haberlo denunciado y así haber ocultado a los autores de esa maniobra ilícita.
Respecto de las prendas con identificación de la TOE se trata de un chaleco de tela, un sello con su nombre y el de la fuerza y una computadora con una calcomanía en referencia a la misma tropa. Socca lo imputó por usar esa indumentaria siendo que no pertenece a la misma desde octubre de 2020. En ese sentido se sospecha que se hacía pasar por oficial de la TOE para intimidar, cometer delitos y a la vez desviar cualquier sospecha hacia la fuerza con la cual ya no tenía vínculos.
La TOE en la mira
Uno de los hechos que derivó en esta investigación fue la balacera contra la sede de la TOE de Rouillón al 1900 ocurrida el 20 de enero. Los autores del ataque realizaron los disparos y dejaron una nota con un mensaje: "Dejen de molestar. Atte Los Tripi". En tanto que, en la escena, los peritos hallaron 8 vainas calibre 9 milímetros.
"Los Tripi" es una banda dedicada al narcomenudeo en el barrio Parque Oeste, llamada así por el apellido de los tres hermanos sindicados como líderes. Uno de ellos, Leonel Tripi, fue asesinado el miércoles pasado. Además de ese hecho, en los últimos días habían aparecido en escena tras la detención de tres policías imputados por armar un procedimiento para incriminar a un allegado al grupo.
El fiscal Franco Carbone los acusó de plantarle tres armas que habían sido utilizadas en distintos atentados con mensajes amenazantes, la mayoría dirigidos al gobernador Maximiliano Pullaro y otros firmados por "Los Tripi". Uno de ellos, justamente, fue la balacera a la sede de la TOE.
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Los investigadores creen que esos ataques fueron realizados por otra banda, rival a Los Tripi, pero que le pusieron su firma para incriminarlos. Una hipótesis del conflicto de fondo es una bronca desatada entre la banda del prófugo Mauricio Ayala, también vinculado al narcomenudeo, a partir de una serie de procedimientos que provocaron decomiso de drogas y el derribo de un búnker.
Desde este grupo, según informó a la Justicia un testigo de identidad reservada, creen que esos operativos fueron consecuencia de información brindada por Los Tripi. Un entramado oscuro que acentúa las sospechas del vínculo de las bandas criminales con distintas divisiones policiales, relaciones en las que el tráfico de información y el armado de procedimientos pareciera ser moneda corriente.
Los demás hechos en los que hubo mensajes con mención a la TOE transcurrieron la última semana de enero. El 23 fue una balacera contra una estación de servicio de 27 de Febrero y Avellaneda, acompañado de una nota similar a la hallada en el atentado a la sede de la fuerza.
El día siguiente se registraron tres denuncias con el mismo trasfondo. En el centro de salud 1º de Mayo, del barrio Rucci, apareció un cartel con una bala pegada y un mensaje donde se relacionaba a la TOE con un preso. Hallazgos con la misma modalidad y misma nota fueron reportados en la escuela "General Las Heras" del barrio Refinería y en la biblioteca José Manuel Estada, de Eva Perón y Servando Bayo. En los tres casos los mensajes fueron firmados por "la verdadera mafia".