De pibito, a Kevin Leonel Villalba en buena parte de barrio Ludueña se lo conocía por el apodo de “Mafia”. Y lo que comenzó como un apodo entre chanzas de niños parece haberlo ido moldeando a lo largo de sus 32 años de vida, hasta el último suspiro. Algunos vecinos contaron que Mafia estuvo el martes toda la tarde del martes esperando en la casa de su tío en Gorriti al 5800, entre Solís y Rouillón. “Me están por traer algo”, les dijo a sus conocidos. Y alrededor de las 21.15 un mensaje de WhatsApp a su celular lo hizo salir a la vereda. Fue en ese momento que dos hombres en moto pasaron por el lugar y quien iba como acompañante no titubeó: disparó al menos 16 veces. Villalba recibió impactos en el tórax, el muslo derecho y la región dorsal. Tras ello su padre lo cargó en un auto y lo llevó al Hospital Provincial del Centenario donde llegó muerto. De los 104 homicidios que se cometieron en lo que va del año, diez de ellos ocurrieron en barrio Ludueña.
Gorriti al 5800, entre Solís y Rouillón, es una zona de Ludueña curtida por las amenazas y las balaceras y que supo ser dominio de Franco “Milanesa” Almaraz, sicario vecino del barrio condenado a 17 años de prisión en septiembre de 2022 por un homicidio y tres tentativas de asesinatos, en una de las cuales baleó a una niña de 4 años. Un lugar donde los vecinos reconocen que la fórmula para sobrevivir mejor es desconocer detalles de los motores que generan la violencia callejera en su cercanía. Sin embargo, la conmoción generada por el asesinato del Mafia Villalba rompió el cerco del silencio. Los vecinos recordaron al hombre con distintas postales de su vida. Haciendo salvajadas de pibe, ingresando al Servicio Penitenciario provincial y trabajando en la cárcel de Piñero, realizando distintas tropelías en el ámbito de la venta de drogas hasta terminar preso tras un homicidio.
Sin embargo, el martes 2 de mayo de este año el hombre caminaba por las calles de Ludueña sin mayores preocupaciones. Al menos eso es lo que se notaba. “Entre las 14 y la hora en la que lo mataron Mafia estuvo en la casa de su tío. Estaba lo más bien. Él vivía a la vuelta, por calle Ghandi. A los pibes del barrio que le preguntaron les dijo lo mismo: «Estoy esperando que me traigan algo». Y a eso de las 21.15 se asomó a la vereda porque le mandaron un mensaje para que saliera y pasó una moto y lo acribillaron a balazos”, explicó un vecino de la zona.
Ex penitenciario
Para septiembre de 2017 Mafia ya era parte del Servicio Penitenciario provincial y trabajaba en la cárcel de Piñero. Fuentes consultadas confiaron que por aquellos días fue denunciado por sus vecinos por andar junto a otros cinco hombres disparando al aire por Ghandi al 5900 resguardado por un chaleco antibalas. Entre 2020 y 2021 cosechó una serie de denuncias por violencia doméstica y vender estupefacientes en una casa ubicada en la que fue apuntada como la casa de su madre. También tuvo denuncias por amenazas contra personas que lo habían “escrachado” en redes sociales y lo apuntaron como una persona que cometía delitos en su propio barrio.
Tal vez sin proponérselo, el 27 de septiembre de 2021 Mafia se hizo un espacio en una crónica policial. Fue la que consignó el bestial asesinato de Gonzalo Martín Godoy, un muchacho de 19 años acribillado a balazos a las puertas de una vivienda de Ghandi al 5900. Los vecinos relataron que el crimen se dio en el contexto de la venta de drogas en el lugar. El muerto, dijeron, vendía en la vereda. “Como los vecinos no los dejamos que se pongan en las veredas, entonces se paran en el medio de la calle. Le venden al que venga, en bici, en moto, a pata”, contó un vecino.
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“Cuando lo mataron al pibito (Godoy) salió otro de adentro. Se ve que escuchó los tiros y esperó a que los otros se fueran. Se paró en la calle, empezó a tirar a los de la moto y aquellos le tiraban de vuelta”, describió el vecino en aquel entonces. “Tiró sin importarle nada, descargó una 9 milímetros, pegaban en las chapas los tiros. El pibe se metió para la casa del vecino, por eso la ligan los vecinos siempre”, agregó. Para los investigadores el que disparó fue Mafia, quien fue detenido y puesto a disposición de la Justicia federal ya que en el interior de la vivienda de la que salió secuestraron once paquetes con droga y una balanza de precisión.
“Lo que se dijo en el barrio es que Mafia salió libre porque habló. Eso habrá sido hace un año”, indicó una residente del barrio. “No se lo veía perseguido ni nada de eso. El tipo seguía haciendo la suya”, agregó.
De la escena del crimen de Mafia Villalba los peritos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) recolectaron siete vainas calibre 380. El hombre recibió tres disparos en el brazo izquierdo, uno en el antebrazo del mismo lado, un disparo en el lado derecho del tórax, dos en el muslo derecho y uno en la cadera. El ataque ocurrió a pocos metros de un comercio que tiene sus cámaras de videovigilancia apuntando hacia la calle. La fiscal a cargo de la investigación es Georgina Pairola.